La favorita del jefe

Capítulo 6: Cosas que pasan

Adrien

Mientras tomo café reviso los mensajes de Víctor, las fotos sobre el local, me gusta, es lo que quería y ha hecho bien su trabajo, es bueno, solo algunos arreglos y quedará perfecto, sonrío y le envío un mensaje diciéndole que lo compre, no hay tiempo que perder, respiro hondo y dejo la tasa a un lado, estoy agotado, hoy solo saldré de casa para tener esa cena con Alan, a mi hijo solo le gusta pasear y conocer muchos lugares, eso es bueno, pero ahora mismo lo veo como algo malo, qué problema había en cenar en casa, todos juntos, suspiro, ya le dije que iría, aunque eso no me preocupa del todo, sino mi hermana y sus malas decisiones, lo peor es que volveré a ver a Daxton paseándose por mi casa coqueteando frente a mi hermana con las empleadas. 

—¿En que piensas mi amor? —levanto la vista para ver a mamá, esta se sienta frente a mí

—Vivian quiere que ponga a Daxton a trabajar en mi restaurante, volvió con este —mascullo lo último, mi madre ríe

—Ya sabía

—Ayer discutimos mamá, me dijo cosas horribles, dijo que papá debió dejarle la mitad de todo a ella, ya que solo le doy limosnas y además —suspiro —creo que tiene razón, papá actuó mal

—Tu padre actuó muy bien Adrien —una de sus manos se coloca sobre la mía —tu padre conocía a Daxton, sabía que si le dejaba a tu hermana algo él lo gastaría en mujeres y bebidas, por eso te dejó todo a ti, sabía que cuidarías de la familia e invertirías bien el dinero y no se equivocó, has aumentado su fortuna, tu papá murió con solo un restaurante y tú has logrado abrir muchísimos más —sonrío un poco —estoy orgullosa y sé que él también

—¿Y qué hago? 

—Dale trabajo —dice mirándome —hazlo por tu hermana, pero mantén vigilado a Daxton y cualquier cosa que haga, solo llama a la policía y mándalo a la cárcel —río sabiendo lo que mamá imagina, lo mismo que yo, que Daxton intentará robarnos.

—Mamá

—Sigue mis consejos y nos quitaremos a una rata de encima —me guiña un ojo y solo río, ella se levanta y la veo alejarse.

Camino con la bandeja en mi mano hacia la habitación de Valeria, sé que ya estará despierta y quiero que desayune algo preparado por mí, le hice lo que más le gusta, me detengo al ver a Alan salir de la habitación de su hermana

—¿Qué hacías? —cuestiono y me mira

—Le pedía perdón, discutimos ayer —enarco una ceja —descuida papá, ya estamos bien, le traes el desayuno? —asiento sonriendo —por qué a mí no? —iba a hablar, pero —eso es favoritismo —niego —espero al menos vayas al restaurante del que te envié la ubicación y cenes conmigo —pasa por mi lado rápido y lo veo bajar corriendo las escaleras, respiro hondo para luego tocar la puerta

—¿Qué pasa Alan? Olvidaste que —al girarse se calla al verme, sonrío un poco

—Traigo tu desayuno

—Gracias, pero llévatelo, ya le pedí algo a Siena —deja de mirarme

—Valeria hice yo mismo tu desayuno preferido y

—Hoy no tengo ganas de comer eso —aprieto con fuerza la bandeja para luego dejarla a su lado en una mesita.

—Pruébalo al menos, te va a gustar y

—¡Que no quiero! —me grita volteándose y al hacerlo tira todo al suelo, ambos miramos el reguero de comida. —¿Ves? Solo causas problemas —la miro

—Hija sé que no quieres verme, que me culpas de todo pero

—¡Sabes que es tu culpa! Mamá murió por tu culpa, yo estoy en esta silla de ruedas por tu culpa —sus lágrimas salen de sus ojos —vete, no quiero verte, te odio —me da la espalda y mis ojos se llenan de lágrimas. 

—También me culpo —espeto —pero la amaba, la amo y te amo, no quería que eso pasara Valeria, todo fue una tragedia y

—Vete, ella debería estar viva y no tú —sus palabras me duelen, me rompen por dentro

—También deseo eso —salgo de su habitación rápido.

★★★

Zoe

Como cada día salgo temprano de la casa hacia el trabajo, esta vez estoy feliz de que mis turnos sean por el día, ya que así podré ir a cenar con Alan, es gracioso que mi primera cita sea con un niño, ¿qué querrá? Solo espero no tener problemas con sus padres, pero aunque quería negarme no pude hacerlo, su mirada me rogaba que aceptara, ¡qué débil soy! Al llegar al restaurante percibo que pasa algo malo, todos los empleados están reunidos dentro y hablan a la vez, no entiendo nada y voy directo hacia Samy.

—¿Qué sucede? —murmuro cerca de su oído

—Un desastre amiga —tiene lágrimas en sus ojos —alguien compró el restaurante, el señor Bloom vendió el local —mis ojos se abren, ¿cómo así? A nuestro jefe le gustaba este lugar

—¿Y quién lo compró? 

—No sabemos, pero el rumor que hay es que todos seremos despedidos —mi corazón se detiene de golpe y no, no puedo aceptar esto como si nada, me alejo de mi amiga y camino rápido hacia el despacho de mi jefe, entro sin tocar y este levanta la mirada para verme, yo, en cambio, paso la vista por el lugar dándome cuenta de que está recogiendo sus cosas

—¿Se va?

—Querida —sonríe —me han hecho una oferta que no puedo rechazar —sigue recogiendo

—Pero este lugar era su vida

—El dinero es mi vida —maldito

—¡Nos dejarán en la calle! —reclamo, él toma una de las cajas y se detiene frente a mí

—Lamento escuchar eso Zoe, pero yo me iré de vacaciones en un crucero, rezaré por ustedes mientras siento la brisa del mar —pasa por mi lado y sale, infeliz, desgraciado, ya no tengo adjetivos malos para describirlo, aunque no es cierto, podría seguir, es un cerdo, un maldito y

—¿Se perdió? —volteo para quedar frente a un hombre de unos 30 años

—¿Es el nuevo jefe?

—Soy Víctor Bennet —sonríe, su ceño se frunce —el hombre de confianza del nuevo jefe, al cual conocerán

—Por qué nos despide? 

—Cosas que pasan —entrecierra sus ojos —¿nos conocemos? —niego y salgo de ahí pensando en ese apellido, es el mismo que el de... Imposible, no puedo tener tanta mala suerte.




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