La favorita del jefe

Capítulo 7: Nuevo jefe

Adrien

La observo mientras mueve la comida con un tenedor, de todas las personas que mi hijo conoce, ¿por qué ella? ¿Por qué hacerme tener una cita con esta mujer? No negaré que es linda, pero cae mal a la primera, aunque también me gusta molestarla, me hace olvidar todo, llegué aquí triste por Valeria, pero al hablar con ella o discutir más bien he olvidado eso, me he reído, ella se mueve incómoda en su silla y me mira, sus ojos chocan con los míos, he estado evitando mirar la ropa que trae, demasiada ajustada para mi salud mental.

—Coma anda —le digo señalando el plato —tiene cara de hambre —sus ojos se abren y río

—Sigo aquí solo porque dijo por favor, señor, no me haga irme y no, no tengo hambre

—No se haga —me cruzo de brazos sin dejar de mirarla —apuesto todo mi dinero a que nunca había estado en un lugar tan elegante, ¿hace cuanto no comía tan bien? —los colores suben a su rostro, yo sigo riendo

—Me iré —se pone de pie, me he pasado, vuelvo a agarrar su mano y me fulmina con la mirada

—Perdón —entrecierra sus ojos —no volveré a 

—¿Humillarme? Es lo que ha estado haciendo —asiento arrepentido

—Perdóname, solo siéntate por favor —ella suspira y se sienta —hablemos como dos personas que no se odian —me mira —¿cómo te llamas? Y no me digas que no me importa porque

—Zoe Harper —dice y alzo una ceja —y si hace algún mal comentario sobre mi nombre te mato —me amenaza con el tenedor en su mano y niego

—Es lindo, me gusta —me mira asombrada —en qué trabajas Zoe? 

—Trabajaba —masculla enterrando el tenedor en la carne —de camarera, me despidieron

—Vaya, camarera —sonrío y me mira mal —no te lo tomes a mal, lo dije así porque tiene mucho que ver con lo que hago

—Usted es chef, no tiene nada que ver conmigo, aunque no negaré que mi sueño es también ser chef —sus ojos brillan —me gusta cocinar mucho, amo hacerlo

—¿Sabe hacerlo? 

—Por supuesto, desde pequeña —su voz se pierde y supongo que no quiere hablar de esa etapa de su vida, veo tristeza en su mirada

—¿Por qué la despidieron? 

—No fue solo a mí, a todos, algún infeliz compró el restaurante para el que trabajaba y el muy maldito nos despidió —sigue apuñalando la carne —también es culpa de Bloom, él vendió —desajusto un poco el nudo de mi corbata, ese nombre me suena y mira que mucho, ella me mira —¿y sabe a quién conocí? A la mano derecha del nuevo jefe, Víctor Bennet, ¿casualidad que lleve su apellido? —sus ojos se entrecierran, yo miro el tenedor en su mano

—Bueno —sonrío un poco sin saber qué decir, no di la orden de despedir a nadie —no es mucha casualidad

—¡Lo sabía!

—Zoe —la bofetada que me da me calla al instante, todos en el lugar voltean a mirarnos y mi mano va a mi mejilla

—Es un infeliz, maldito, echó a la calle a más de 20 personas que trabajan honradamente para poder comer, eres un hombre sin corazón —se levanta y sale apresurada hacia la salida, ¡Dios mío! Pega duro la desgraciada.

—Espera Zoe —y aquí estoy corriendo tras ella —¡Zoe! —le grito, sus pasos se detienen —no mandé a despedir a nadie, eso fue cosa de mi primo y tendrá consecuencias —tomo su brazo y hago que voltee, nuestros ojos se encuentran —es verdad que ya tengo un equipo listo para ese lugar, también haré remodelaciones, pero —respiro hondo —hablaré con los anteriores empleados y volveré a contratar a los que me parezcan a la altura

—¿Y para qué me lo dice? Apuesto a que no estaré en esa lista —se da la vuelta soltándose y comienza a caminar

—Zoe —no se detiene —Zoe mírame que soy tu nuevo jefe —sus pasos se detienen de golpe y sonrío —a usted le daré trabajo —me mira —me cae bien —sonrío divertido viendo su rostro, no, no me cae bien, pero me encanta molestarla y siendo su jefe podré, además, necesito a alguien como ella en mi equipo, sé que valdrá la pena

—¿Habla en serio? —me mira más que ilusionada, si tan solo supiera de qué la voy a contratar no me miraría de esa forma.

—Invítame a ese café que me debes y hablamos de trabajo —muerde su labio inferior y dejo de mirarla, tendré que prohibirle hacer eso cuando esté trabajando para mí.

★★★

Zoe

¡Dios! Adrien Bennet va a ser mi nuevo jefe, si es que aún no me lo creo, me va a contratar y eso que le pegué una bofetada cuando creí qué había sido él quién había mandado a despedirme, también rechacé su oferta de tomar un café y me fui a mi casa dejándolo solo, no debería ahora mismo estar aquí, pero aquí me encuentro, frente al restaurante, también espero que le dé alguna oportunidad a algunos de mis amigos, ¿de qué hablo? Solo tengo una amiga aunque había algunos que me caían bien. Respiro hondo y entro al local, solo han pasado dos días desde que lo dejé y parece otro completamente, Adrien le ha hecho arreglos, lo ha pintado y ha cambiado el orden de las mesas, lo cual lo hace parecer más espacioso, veo empleados de un lado al otro arreglando cosas y quitando otras.

—Aún no abrimos —miro a la chica que me habla

—Vengo a ver a Adrien, tengo una cita con él —alza una ceja mirándome de arriba a abajo

—Se refiere al señor Bennett, está ocupado ahora mismo. 

—Sí, pero —me deja con la palabra en la boca y se larga, ¡qué demonios! Podrá estar mejorando el restaurante, pero tiene un equipo que no sabe nada de atención al cliente.

—Perdone a Alisa —un chico se me acerca sonriendo —no le gusta escuchar que otra mujer le llame Adrien a Adrien —ríe divertido

—¿Y no se llama así? —sonrío, el chico parece agradable y tiene algo en su rostro que me deja algo confundida, es como si le conociera, pero no, sus ojos también son iguales a los de

—Escuché que tenía cita con el señor Bennett —me saca de mis pensamientos y rápido asiento.

—Sí, antes trabajaba aquí, antes de que un tonto con aire de jefe nos despidiera a todos, Adrien me dijo que




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