La flor del destino

Zorro vs fénix

*Cambio de perspectiva, Yue*
Jin colocó una de sus manos a la espalda, con una postura relajada y distraída me miró. Su mirada rebosaba de arrogancia, aquella media sonrisa demostraba que no me estaba tomando enserio << Maldito pajarraco, haré que te tragues tus palabras >>
—¿Vienes o qué? No tengo todo el día.
Lo miré desafiante, no me gustaba luchar con alguien que no se tomaba en serio el asunto, pero mi orgullo no me dejaba retroceder. Era hora de que alguien le bajara los humos al pájaro inmortal. Me puse en guardia colocando mi espada y mi otro brazo en direcciones opuestas, con un movimiento a alta velocidad, casi imperceptible, me lancé hacia delante.

Hice girar mi cuerpo para dar mayor fuerza a mí ataque, sin embargo Jin dio un solo paso hacia atrás. Lo que no se esperaba era que yo usara aquel movimiento como señuelo. Con una sonrisa confiada, cambié mi trayectoria pisando su hombro para usarlo de punto de apoyo y propulsarme a una de las columnas justo detrás de él para usarlo nuevamente de punto de apoyo y salir disparada a su espalda.
—No está mal calculado— dijo con una leve sonrisa.
Me lancé bruscamente a su encuentro apuntándole con mi espada, pero nuevamente esperó hasta el último segundo para apartarse, me miró por encima de su hombro mientras pasaba a su lado a pocos centímetros de él.
—Pero eso no servirá contra mí.
Hizo un leve gesto a un lado, tan natural como respirar el cuál me pilló por sorpresa. Me puse en guardia pero iba a tal velocidad que no pude maniobrar y acabé yendo hacia delante con gran fuerza, golpeando de lleno una pared.
—¿Sigues viva? — dijo en tono burlón mirando el hoyo en la pared.
Frustrada salí sacudiéndome el polvo de mi ahora sucio vestido, apenas tenía una pequeña magulladura en la mejilla pero aquello me hizo enfadar de verdad. << Sólo está jugando conmigo, maldito fénix ¡deja de menospreciarme! >> Lo vi mirándome sin expresión, gruñí y me puse nuevamente en guardia. Jin colocó una de sus manos a la espalda y con una postura relajada y distraída me miró.
—¿Así que has usado el escudo del sol? No está mal, tienes buenos reflejos.

—¿Te estás burlando de mí? — entrecerré los ojos en su dirección.
—Solo estoy admitiendo que a pesar de ser una pequeña hormiga, no eres tan fácil de aplastar.
—¡Xu Jin! — dije iracunda.
Tomando una lenta bocanada de aire logré estabilizar mis emociones, hice unos movimientos con la espada e invoqué una matriz a mí espalda.
—¡Técnica de la espada lunar, primera etapa caída de estrellas!
Miles de afiladas y rápidas espadas condensadas con poder espiritual de elemento hielo volaron en dirección a Xu Jin, pero él simplemente levantó una de sus manos y una fina cobertura dorada lo envolvió como un escudo protector desviando todas y cada una de las espadas.
—¿Quieres intentar seguir el camino de la espada? Ridículo… Ni siquiera sabes sostener correctamente una.
Enfadada tiré a un lado mi espada la cuál desapareció en el aire e hice una serie de complicados sellos invocando así una tormenta helada. << Si las matrices no funcionan, intentemos los hechizos, si hablamos de elementos naturales, el mío supera al suyo >> Vientos recios soplaban en contra de Xu Jin casi cegándolo. A continuación mientras él se cubría los ojos, miles de finas agujas de hielo se disponían a perforar su cuerpo.
—¿Hielo contra fuego?— resopló con una sonrisa arrogante.
Xu Jin sonrió para sí mismo con su rostro cubierto por su antebrazo y condensó ligeramente su poder espiritual a su alrededor evaporando al instante las agujas que se acercaban a él.
—¿Has olvidado que mientras el elemento fuego sea superior al nivel del atacante de hielo, este se convertirá en vapor?
—Lo olvidé… — dije completamente avergonzada.
—Que desperdicio de tiempo.
—¡Cierra la boca!
—Sólo he dicho la verdad, eres una inútil incompetente ¿de que sirve continuar? Vsa a perder muy mal.

Coloqué ambas manos al frente y cerré los ojos, de repente la temperatura de la sala había descendido considerablemente. Cuándo abrí los ojos, eran de un blanco platino, brillantes y gélidos, extendí ambas manos a los lados y mientras mis manos se separaban una gran espada con forma de dragón apareció.

Blandí la espada elemental unos instantes probando el peso y equilibrio de mi nueva arma y luego corrí hasta dónde se encontraba el gran general. Movía la espada dragón con fuerza con movimientos, ofensivos y defensivos dejando un ligero rastro de escarcha cada vez que la movía, casi parecía más un baile que un movimiento asesino.

Pero con cada golpe de espada que daba, me encontraba con la blanca y dorada manga de Jin contraatacando con ligeros golpes en la superficie, pasivos y suaves. En la realidad eran agresivos y fuertes, tanto que me hacían perder el equilibrio.
—Se te acabó la ventaja.
Dijo el gran general tras varios movimientos míos y que excedían la prórroga de cuatro movimientos del gran general. Xu Jin vio como me acercaba a toda prisa hacia él, él de manera tranquila echó hacia atrás una de sus manos y justo cuando estaba por atacarle de nuevo, lanzó una poderosa impresión de palma que me mandó por los aires, atravesando la sala hasta su entrada.

Impacté contra el suelo de manera muy severa creando un gran hoyo en el suelo. Sin fuerzas casi al tratar de levantar ligeramente la cabeza para mirar al pájaro desgraciado, quién me observaba desde la distancia de manera altiva y despectiva. << ¿Crees que he terminado? ¡No te dejaré humillarme así y salir ileso! >>

Llena de rabia me puse en pie, tambaleándome a los lados, negándome ha darme por vencida. Nuevamente hice una extraña y complicada combinación de sellos, pronto grandes pilares de frío y blanco hielo fueron emergiendo desde el suelo. Uno tras otro en cadena, a gran velocidad y en fila llegaron hasta la zona de la sala que ocupaba el gran general. Dando un salto se elevó en el aire pero entonces fue una lanza que se condensó sola en el aire la que le atacó.
—Prisión de la muerte blanca — dije.
La lanza se dividió en miles de millares de lanzas de hielo del más puro frío invernal, todas se dirigieron al encuentro del gran general, pero Xu Jin sonrió desde las alturas y con un simple baile de sus mangas el hielo en su totalidad se derritió sin más. Luego Xu Jin ejerció arrogantemente su presión espiritual y estuve de nuevo derrotada en el suelo.
—Deja de luchar o tus órganos explotarán zorro. Tienes que aprender a perder.
Apretando los dientes le miré pero en el segundo en que lo hice vomité sin poder evitarlo bocado tras bocado de sangre.
—Creo que esto significa mi victoria ¿no crees, padrino?
—¡¿Qué hacéis todos ahí parados?! ¡que venga el médico inmortal!
—¡Sí majestad, enseguida! — dijo el eunuco a toda prisa.
—¡No! — me negué en rotundo — Aún puedo levantarme, aún puedo luchar ¡no voy a rendirme!
—¡Yue no seas estúpida, mira tú estado!
—Zorro estúpido… —murmuró exasperado ante mi actitud terca.
—Puedo… puedo levantarme sola… voy ¡voy a derrotarte aún si me va la vida en ello!
—Cuanto arrojo tiene… lastima que la princesa no esté en condiciones de retar al general, no podrá siquiera rozarle.
—¿Cómo puedes decir eso de la princesa dios del agua? ¿no ves su coraje? ¿su fuerza?
—En mis decenas de milenios, nunca he visto a nadie más valiente que ella, pero me temo que perderá esta batalla, aún no rompe la barrera de medio inmortal a inmortal, no es rival para el general cualquiera puede verlo.
Tras escuchar los cuchicheos entre los inmortales de alto grado de su alrededor, decidí levantarme obligando mi cuerpo hasta el límite, debía demostrarles que podía hacerlo, que era capaz. Aún no había tenido mi juicio de ascensión, ni siquiera estaba en la etapa tardía de medio inmortal, aún estaba muy por debajo de ellos. Pero tenía potencial aunque mi cultivo fuera muy lento y estaba decidida a mejorar seriamente, lo más importante, odiaba a ese maldito pájaro bravucón desde mi infancia, si no le plantaba cara ¿Qué habría cambiado desde mi niñez entonces?
—Ventisca glacial… — susurré, cerré los ojos y frente a mí comencé a acumular una gran parte de fuerza espiritual y parte de mi espíritu primordial, desde lo más profundo de mi núcleo gélido, condense parte de él.
Una gran tormenta cruel y blanca se extendió por todo el lugar congelándolo todo hasta el cero absoluto, llamas normales independientemente del rango no podrían derretir el hielo. Rápidamente el hielo atrapó una de las piernas de Xu Jin, el cual sorprendido la miró.
—¿Es que acaso estás loca? ¿quieres morir?
—Dije, que aún si muero no vas a ganar ¡nunca volverás a humillarme como en el pasado Xu Jin, ya no soy la misma cachorra que te temía! ¡ahora te morderé hasta la muerte!
—¡Que alguien la detenga! — gritó mi padre asustado ante mi estado.
La fatiga pudo conmigo y caí al suelo duramente. Tenía la respiración agitada y las venas espirituales al borde del colapso, todo mi poder estaba descontrolado. Volví a vomitar sangre y una gota se deslizó a lo largo de mis labios hasta mi barbilla.
—Si sigues forzándote morirás, zorro. Nadie en todos los reinos, ni el más poderoso de los dioses podría salvarte. Detente ahora.
—¡Ayudadla a levantarse! ¡Llamad al médico de nivel inmortal!
—Puedo… puedo hacerlo sola… no necesito ayuda de nadie…
Apreté los dientes impotente, apreté los nudillos con rabia hasta que me clavé las uñas, hice sellos imperceptibles y sellé por la fuerza el daño interno que amenazaba mi vida. Tambaleante, mareada y dolorida traté de ponerme en pie. Lo conseguí a duras penas pero con gran orgullo, con pasos inestables y la sangre aún brotando de mis comisuras, llegué cerca del trono con gesto arrogante.
—¡¿Cómo has podido poner tu vida en riesgo delante de mí?! ¡¿Cómo le responderé a tu madre en el mundo de la nada si mueres?!
—De lo único que me arrepiento es de no haber podido ganar, lo demás no es importante. Si es su deseo solo castígame, padre.
—Visto lo visto, he tomado una decisión. Espero que mi ahijado me ayude a llevarlo a cabo.
—Por supuesto Majestad — con las manos unidas frente a él en señal de respeto hizo una reverencia ante el emperador.
Xu Jin que estaba justo a mi lado, me miró por el rabillo del ojo conteniendo las ganas de reírse de mí. Estaba claro que tenía lesiones internas graves, que mi sangre y Qi estaban descompensados y aún así obstinadamente quería mantenerme de pie solo por orgullo.
—Yue ¿tú deseo de cultivarte es fuerte?
—¡Creo que lo he dejado claro en esta batalla padre, y tu lo sabes mejor que nadie!
—¿Hasta el punto de hacer cualquier cosa que yo ordene para lograrlo?
—Mi padre es el gran y magnánimo emperador inmortal, su sabiduría es bien conocida. Yo, tú hija, estaré dispuesta a seguir tus órdenes.
—Entonces te irás con el general Xu Jin a la frontera para aprender bajo su tutela, una vez llegues allí serás su ayudante y aprendiz. Harás lo que él diga, seguirás su mando. Y solo después de que alcances el rango de deidad dorada podrás regresar.
—¡¿Qué?! — dije alarmada.
—Padrino creo que eso es… — Xu Jin también reaccionó asombrado.
—¿El gran fenix temido en el campo de batalla no puede enseñarle a mi hija? ¿o es que acaso vas a desobedecerme?
—No quise decir eso, no me atrevería, es solo que dudo que la joven princesa se sienta cómoda en mi modesto campamento.
Atravesé con la mirada a Jin << ¿me estas desafiando o solo quieres echarme a mi la culpa para salir de esta? Humf ¿Quién se cree que es? Yo, Yue no temo a nada >>
—No se preocupe general, yo no soy quisquillosa cuando de mi entrenamiento se trata. Así que gracias al gran emperador inmortal por esta oportunidad, gustosa iré a la frontera con el general, Xu Jin.
—¡Tú! — la mirada del general estaba llena de reproches.
—¿Acaso se niega tan rotundamente a entrenarme general?¿cree que soy tan inútil? De hecho estoy dejando de lado la pérdida de hoy ¿no es eso justo?
Dije en un tono lastimero, fingiendo ser lamentable, Xu Jin apretó ambos puños y dio media sonrisa sarcástica. Miré a mi mejor amiga Lu Ling y a mi cuarto hermano Xiao Long suplicante.
—Emperador, yo la diosa de la luna, estoy de acuerdo con nuestra princesa. Hoy ha recibido una gran humillación y aún así desea dejarlo pasar y entrenar seriamente ¿no es eso una muestra de su sinceridad?
—Sí padre, nuestra tercera hermana, ya es muy lamentable, el general ha hecho papilla a mi hermana ¿ahora no quiere entrenarla?
—¿Pequeño fénix? ¿qué tienes que decir?



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En el texto hay: drama, cultivating immortals, xianxia

Editado: 01.05.2025

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