La Flor del Fango.

22.- ¡¡¡Nooo!!!

Yo me adelanto a salir de la casa y Fernando viene tras mío y lo qué veo me deja sin palabras y en ese instante una parte de mí se rompio.

Vi entrar a los trabajadores con mí padre en brazos y al verlo venía todo ensangrentado y lastimado. Todos corrian a ayudar y mí madre igual, yo sólo estaba ahí estática y sin poder decir algo, Fernando me tomo de los brazos y me llevo adentro con los demás, creo qué dijo algo pero no le alcanze a oir, estoy en shock y cuando regreso a la realidad, veo a todos mis hermanos atendiendo a mí Padre, pero sin obtener respuesta, llega él médico del pueblo y lo suben a su habitación, adentro sólo esta mí madre, mí padre y él Doctor.

Todos estamos afuera, esperando noticias, sólo los escucho murmurar sobre la herencia y cosas de qué debió dejar un testamento.

-Miren, por una vez en su vida dejen de ser insensibles es nuestro Padre, quién esta ahí adentro -, les digo dolida y enojada.

Nadie me responde, sólo me miran y continúan con lo suyo, Fernando se me acerca y me abraza y me dice triste, -Pase lo que pase debes ser fuerte -.

Un grito desgarrador nos hela la sangre a todos, y ese grito era de nuestra madre, ha pasado lo qué me temía y no quería aceptar, veo como todos entran al cuarto, todos sin derramar una lágrima, la única que llora es mí madre, y yo no puedo, siento qué me ahogo y decido salir corriendo, adónde sea no me importa, corro sin razón y sin rumbo, cuándo llego al Jardín trasero que me dio mí padre, comienzo a sentir una gran furia y dolor en mi pecho, y siento como si me faltará el aire, solo me siento a mitad del jardín y comienzo a llorar amargamente, comienzo a pensar, ¿porqué me dejaste?, y sigo llorando, hasta que unos brazos me toman y me dice, - Dejalo salir -,  y me abraza más fuerte.

Yo sólo comienzo, a gritar y a llorar tan fuerte como puedo, mí Padre ha muerto, lo último qué alcanzo a ver es el rostro de Fernando y acariciando mí cabello y al igual qué yo llora pero en silencio, y todo se comienza a hacer más oscuro y borroso para mí.

No hay dolor más grande que perder a un Padre, y más aún sí sólo fue por egoísmo...




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.