Capítulo 10
A veces las personas se hunden solo en un vaso de agua, comienzan a ser especulaciones atreves de sus miedos, de aquellas inseguridades que comienzan a crecer de tal manera que uno ya no puede parar y puede arruinar su vida por completo
Kouichi no podía estar seguro de lo que pasaba por su cabeza, lo había probado, lo sabía, lo había confirmado, ella no se entregaba por primera vez a un hombre, en cambio, él, él se entregaba por primera vez a alguien, le lastimaba que ella haya degustado otra miel que no sea la suya, tocado otra carne antes de la suya, aquello rondaba por su cabeza. Luego comenzó a sentirse fatal consigo mismo, comenzó a compararse, quizás los novios de ella la tenían más grande, aunque él no sabía bien sus medidas, podría decirse que era un promedio normal, pero se decía que los extranjeros la tenían enorme, por lo que el comenzó a sentirse más cohibido al respecto, talvez su “herramienta” no era suficiente para aquella mujer extranjera, había tenido su primera vez con alguien experimentado de otros lugares donde el ya no podía más que sentirse más avergonzado.
La incertidumbre le estaba consumiendo tanto que perdió su apetito sexual por completo, la vergüenza de no ser un hombre suficiente para aquella mujer le estaba carcomiendo por completo. Sentía que jamás iba a poder competir contra los exnovios de la joven, por lo menos no en la cama, pues él no sabía nada sobre el sexo, no tenía experiencia alguna, además de la fama del hombre extranjero, por lo cual aún se sentía más opacado.
Danae por su parte sentía que no le interesaba como mujer a Kouichi, no comprendía mucho, después de haberlo hecho una vez, deberían ser más unidos, desearse más, pero aquello parecía que lo había alejado demasiado de su lado. Pensaba que seguro algo había hecho mal durante el acto, quizás fue demasiado horrible que por ello no quería repetirlo, fue poco sexy o inclusive su rostro se había desfigurado tanto por el placer que era poco atractivo, inclusive sospechaba que su cuerpo no le era de su agrado o era por su color de piel morena que al final termino desanimando al joven japonés quien era su novio actualmente.
Ambos sentían que no era suficiente para el otro, no lo hablaban, no tenían el valor para mencionarlo, Danae temía a la verdad que podía romper por completo su frágil ego y Kouichi temía terminar subiendo de tono lo suficiente para terminar ofendiéndola y herirla por consecuencia. La relación comenzó a enfriarse. Las vacaciones de verano se acercaban y la joven peruana iría de visita con su familia, pensaba rotundamente en seguir sus estudios, pero posiblemente de otra universidad para no molestas al joven prospecto de médico.
Kouichi no podía hablar, sentía un nudo en la garganta, no quería terminar la relación, el sentía algo más allá de un cuerpo bonito que tocar, él era feliz estando a su lado a pesar de la incertidumbre que estaba viviendo, pero comprendió que ella deseaba eso y no dijo ni una sola palabra, siendo el que calla otorga, por lo que la decisión recaía totalmente en ella.
Ambos se sentían destrozados, pero pensaban que era la mejor opción pues sentían que si seguían las cosas de esa manera, solo se lastimaría más a sí mismos y a la otra persona.