La Flor del Reino Sombrío

Capítulo 4 – Ecos de traición y deseo

El sol apenas se asomaba sobre el Reino Sombrío, y el cielo se teñía de gris y púrpura. Lyra caminaba junto a Kael por los pasillos de la torre, cada paso resonando sobre el suelo de piedra. Las recientes victorias contra los rebeldes y el traidor del consejo habían dado un respiro, pero los hilos del destino vibraban constantemente, señalando peligro inminente.

—Siento que algo se aproxima —dijo Lyra, frunciendo el ceño mientras los hilos se tensaban alrededor de su cuerpo—. No es solo enemigo físico… es magia, oscura y poderosa.

Kael la miró con gravedad. —No podemos permitirnos distracciones. Cada segundo que pasa, los conspiradores se acercan a su objetivo. Y no sabemos quién está detrás de todo esto.

Seraphine intervino, desplegando un mapa antiguo sobre la mesa. —Hay indicios de que algunos miembros del consejo se han aliado con fuerzas externas. Lyra, tus habilidades serán clave para identificar y neutralizar estas amenazas antes de que sea demasiado tarde.

El hilo rojo entre Lyra y Kael vibraba con intensidad, recordándoles que su conexión no solo era mágica, sino vital para sobrevivir y proteger el Reino Sombrío.

Kael trazó un plan de acción. Debían investigar un templo olvidado, ubicado en el bosque prohibido al norte del reino, donde se rumoraba que los conspiradores recolectaban artefactos antiguos para alterar la profecía.

—Lyra, Seraphine y yo iremos —dijo Kael—. Esta misión será peligrosa. Pero confío en que tu control de los hilos nos permitirá salir victoriosos.

Lyra asintió, sintiendo la presión y la emoción mezclarse. Cada hilo que la conectaba con Kael vibraba como un recordatorio: cada movimiento podía cambiar el destino del Reino Sombrío.

—Recuerda —susurró Kael, tomando suavemente su mano—. No importa lo que ocurra, confía en los hilos… y en mí.

Lyra sintió un calor recorrerle el pecho. La tensión romántica era intensa, y cada contacto reforzaba su vínculo, haciendo que cada momento compartido fuera una mezcla de peligro, deseo y confianza.

El bosque prohibido era un lugar de sombras y murmullos. Los árboles retorcidos se movían con el viento como si tuvieran vida propia, y cada piedra y cada arbusto parecía ocultar secretos antiguos.

—Los hilos muestran varias presencias —dijo Lyra, concentrándose—. No solo son humanos, hay magia oscura, criaturas corrompidas y trampas antiguas.

Kael tensó la espada. —Entonces debemos estar alerta. Mantente cerca y usa los hilos para guiarnos. Cada paso puede ser crítico.

Seraphine añadió: —Este bosque no es solo un obstáculo físico. La magia aquí es antigua y puede alterar nuestra percepción. Debemos permanecer conectados entre nosotros y con los hilos.

Lyra respiró profundamente, dejando que los hilos la rodearan. Sentía el flujo de energía mágica, percibiendo fragmentos de movimientos enemigos y trampas que podrían activarse. Por primera vez comprendió que su poder no solo era ofensivo o defensivo: podía anticipar, manipular y guiar el destino en tiempo real.

Al llegar al templo, fueron atacados por guardianes corrompidos y criaturas mágicas surgidas de la sombra. La batalla comenzó de inmediato.

Lyra conjuró hilos de energía que atrapaban y redirigían los ataques enemigos, mientras Kael atacaba con precisión quirúrgica, cortando caminos estratégicos y eliminando amenazas físicas. Seraphine creaba ilusiones que confundían a los enemigos, haciendo que atacaran sombras y no a ellos.

El hilo rojo entre Lyra y Kael vibraba intensamente, sincronizando sus movimientos y anticipando los ataques del enemigo. Cada roce accidental de manos durante el combate aumentaba la tensión romántica, mezclando peligro y deseo en la misma acción.

Finalmente, tras una serie de maniobras combinadas, lograron derrotar a los guardianes. Lyra respiró profundamente, su cuerpo temblando por la adrenalina y el agotamiento. Kael la miró con orgullo y deseo, y por un momento, la distancia entre ellos desapareció.

—Eres increíble —susurró Kael, acercándose a ella—. Cada día me sorprendes más.

Lyra apartó la mirada, sonrojada, aunque sabía que su conexión con Kael había salvado la situación. El hilo rojo brillaba intensamente entre ellos, reforzando su vínculo.

Dentro del templo, encontraron un libro antiguo que contenía rituales prohibidos y listas de miembros del consejo implicados en la conspiración. Lyra tocó el libro y los hilos mostraron visiones fragmentadas: planes de traición, alianzas secretas y enemigos mucho más poderosos que cualquiera que hubieran enfrentado antes.

—Esto es grave —dijo Kael, con el ceño fruncido—. Algunos miembros del consejo buscan alterar la profecía y controlar todo el Reino Sombrío.

Lyra sintió cómo el hilo rojo vibraba con fuerza hacia Kael. —Debemos detenerlos —susurró—. No podemos fallar.

—Lo haremos —respondió Kael, apretando suavemente su mano—. Mientras estemos juntos, nada ni nadie podrá separarnos.

El hilo rojo los conectaba más que nunca, reforzando su magia, su destino y sus emociones compartidas.

Mientras examinaban el libro antiguo, un brillo rojo apareció de las runas del templo. Lyra percibió un hilo oscuro que se movía alrededor de ellos, señalando peligro inminente.

—Kael… algo no está bien —dijo, tensando los hilos que la conectaban con él—. Esto es una trampa.

De repente, el suelo bajo sus pies comenzó a ceder y columnas de sombra surgieron, bloqueando la salida. Las runas del templo se activaron, generando ataques de energía oscura que se dirigían directamente hacia ellos.

—¡Defiéndanse! —gritó Kael, levantando su espada y preparando una barrera mágica.

Lyra reaccionó de inmediato, creando un escudo de hilos que absorbió el primer ataque. Cada movimiento estaba sincronizado con Kael y Seraphine, anticipando los ataques del enemigo y redirigiendo la energía oscura hacia las columnas de sombra, destruyéndolas una por una.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.