La flor más hermosa

Capítulo 26

En las últimas semanas posteriores a mi profunda charla con Drake, reflexione en ciertos aspectos de mi vida y como resultado he tome decisiones priorizando mi salud mental. Visito a mi hijo una vez cada dos semanas, le llevo flores y hablo con él. Incluso ha sido tema de conversación en la mesa de la familia Halls quienes me han compartido su sincero interés en visitarlo y así será cuando esas vacaciones de las que me han hablado se realicen.

También he decido alejarme de personas que me han hecho daño y de algún modo son un ancla que me mantiene estancando en el pasado. Ante esto, mi círculo de amigos se ha reducido mucho, pero no me ha afectado ya que mis verdaderos amigos siguen conmigo y me están apoyando.

Mi conversación con mi madre aún está pendiente, ahora mismo debo de encargarme de un asunto que involucra el rompimiento de una promesa hecha por mí. Fue una de las decisiones más duras, pero en esta ocasión no solo se trata de mi bienestar, sino también del bienestar de la otra persona.

—No viniste a la primera visita que se me permitió. — deje de mirar mi taza de té y mi atención se enfocó en Darla. —Me decepciono un poco. — no la ha dicho en forma de ataque, como suelen ser sus reclamos, esta vez es diferente y puedo sentir que ella se está sincerando conmigo.

—Si, siento eso. Tuve cosas que tenía que atender.

—Eso dijo mi padre. — sorbio de su té y volvimos a quedarnos en silencio por unos segundos.

Ha pasado casi un mes desde que Darla voluntariamente aceto ser hospitalizada y a pesar de que el avance es pequeño, existe. Ella en verdad está trabajando en mejorar, lo escuchamos de las personas que la cuidan cuando llegue junto con el señor Fletcher. Darla toma su medicamento, participa en actividades y habla con su terapeuta de cómo se siente. Claro que aún hay muchas cosas en las que tiene que seguir trabajando, pero el que ella lo esté intentando ya es más que suficiente.

—¿Cómo estás?

—Ya he contestado a eso.

—Si, pero a tu padre. Y ahora te lo estoy preguntando yo. — suspiró.

—¿Qué quieres que diga Jay? ¿Qué quiero salir de aquí? ¿Qué aun quiero estar contigo? — no dije nada y ante ello, resopló. —Pues la verdad es que si, hay momentos en los que quiero hacer un desastre para que me saquen y he intentado llamarte un par de veces. Incluso robe un celular, pero al final no lo hice y me disculpe con la persona. — sorba otro poco de su té.

—¿Por qué no me llamaste?

—Porque cuando lo hacía solo pensaba en Alex y tú no eres Alex. — sonreí.

—El avance es pequeño, pero existe Darla. Estás trabajando en ti y eso es lo único que debe de importante.

—Hablas como mi terapeuta. — ambos reímos.

—Sabes. — trague saliva. —Drake ha hablado conmigo. — me miro con calma. —Y después de la charla que hemos compartido, reflexione sobre algunas cosas. — me acomode en mi asiento. —Le he mostrado donde descansa Noah y lo está visitando. — mis ojos se desviaron un segundo a la puerta de la sala donde nos encontramos, el señor Fletcher ha vuelto del baño, pero al notar que estamos en algo importante se ha retirado dándonos unos minutos más a solas. —Yo también lo estoy visitando.

—Bien. — me miro con los ojos entrecerrados. —Se lo que estás pensando.

—No estoy pensando nada.

—Pero en algún momento lo hiciste. — no dije nada contra eso. —Se que estaba muy mal en ese momento. El amor de mi vida me dejo y de repente aparece alguien que es idéntico a él, pero por más que lo intento no logro tener su atención incluso después de que pasamos la noche juntos y ante la desesperación me acosté con un chico para embarazarme y poder manipularlo mintiéndole con que es suyo. — suspira.

—Darla…

—Pero no fue así. Te lo juro Jay.

—Lo se. Te creo. — negó y las lágrimas cubrieron sus ojos.

—Yo en verdad quería a ese niño. Era mi hijo. No importa la forma en la que fue concebido, lo amaba. — se tragó sus lágrimas y continuo.  —Pensé que podría intentarlo con Drake, sabía que le gustaba y lo intente. — negó. —Pero sentí que había traicionado a Alex, algo que no sentí contigo. Y entonces pensé que el único hombre que podría volver a amar serias tu y nadie más, por eso me rendí con Drake e intente de todas las formas posibles acercarme a ti. Después me entere del embarazo y… — suspira, cerrando los ojos. —Ni siquiera considere a Drake hasta que el mismo lo menciono.

—Está bien, Darla. Eso ya forma parte del pasado, no hay porque agobiarse por ello.

—¿No estas molesto? Deberías odiarme.

—No lo hago. — encogí los hombros ante su mirada confusa. —Es parte del pasado y no gano nada con molestarme ahora. — sonreí. —Pero como te lo dije en su momento, fuera o no el padre del bebe, sería mi hijo y así será hasta que deje de respirar. Ni a Drake ni a mi nos interesa realizar una prueba de ADN y tampoco te culpamos de nada Darla. — respire profundo. —Cada uno ya carga con una culpa, no hagamos las cosas más grandes y dolorosas. — ella me miro en silencio con una gran admiración que me hizo sentir avergonzado.

—Eres un buen hombre, Jay. Lamento haberte hecho pasar por tantas cosas. — se limpió las lágrimas con una servilleta y continúo mirándome con una sonrisa. —Pero sé que hay algo más, ¿Qué es? — trague saliva y respire profundo antes de contestar.




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