La flor que floreció en invierno

Capítulo 5

-¿Qué te paso?- pregunto Verónica un poco asustada y preocuda al mismo tiempo miraba su brazo que tenia moretones debido a los golpes ocasionados 

-Mi madre, me golpeo cuando se entero que iba a salir en vez de estudiar, no se quien fue el bocon de decirle a mi madre sobre mis malas notas eso hizo que me golpeara más fuerte.

Ambas no pudieron terminar su conversación comodamente debido a dos chicos acercandose a ellas, eran los chicos con quienes iban a pasar la tarde, uno de los chicos se acerco primero a Verónica ignorando por completo a Ibelin en cambio el otro chico alto de pelo negro lo suficiente largo como para cubrir sus orejas, tenia una expresión en el rostro indiferente a Ibelin se le hizo más atractivo en comparación con el de al lado suyo

-Oye, ¿Sabias que es de mala educación ignorar a las personas?.

Verónica le reclamo al chico frente de ella

-Oh perdón no te habia visto, lo siento soy Daniel y el chico al lado mio es Dominic.

-Mucho gusto, soy Ibelin amiga de Verónica.

Después de la presentación incomada debido a la circustancias que creo Daniel, decidieron ir a una sala de cine durante el camino, Daniel solo incomadaba a Verónica, sus palabras y acciones la hacian sentir muy incomoda en cambio Ibelin junto con Dominic el ambiente era incomodo al mismo tiempo tranquilo debido a que ninguno de los hablaba.

Dios que incomodo pero se ve quien más sufre es ella, ¡rayos! ¿Por qué demonios acepte esa propuesta pero todo sea por la comida junto con el postre?

-Y ¿A qué escuela asistes Dominic?

-Bodwell High School

-Vaya que sorpresa nosotras igual

Apesar de que Ibelin hablo aun asi permanecia ese silencio, a la vez tranquilo e incomodo.

Maldición di algo, para empezar yo no queria venir aqui, este tipo de ambiente me esta asfixiando.

Sin darse cuenta ya habian llegado al lugar donde se comprar se compran los boletos, Verónica decidio comprar unos boletos para una pelicula de terror aunque los demás no querian ver esa clase de pelicula apesar de eso la vieron, durante la pelicula solo Daniel se sorpredia por las escenas de terror que aparecian en la pelicula.

La cita doble termino cada uno se fue por su propio camino, ambos chicos se fueron acompañados mientras Verónica un auto vino para llevarla camino a casa.

-¿Segura no queres que te lleve a tu casa?.

Verónica parecia preocupada por su amiga quien se iba a caminar en la oscura noche preocupandose que no le pasara nada malo.

-Si, estoy bien no te preocupes además tengo gas pimienta en mi bolsillo siempre la traigo conmigo estaré bien apresurate y vuelve a casa.

Verónica no muy convencida ante las palabras de Ibelin decide marcharse del lugar, dejando asi a su amiga sola, Ibelin toma el transporte publico para llegar un poco más rapido, se bajo en la parada más cercana donde se encontraba su hogar, ella iba perdida entre sus pensamientos sobre como suplicarle a su madre que perdonara sus acciones, no fue hasta que un ligero golpe en su hombro la asusto.

-¿Por qué tan sola chica solitaria?.

-Idiota no vuelvas a hacer eso, me asustaste.

-Ya perdón pero, ¿A dónde tan arreglada tan noche?.

-Acaso olvidaste sobre lo que te comentamos Verónica y yo acerca de la cita doble.

¿Cómo conseguiste el permiso de tu madre?.

-Simple, no lo hice.

Henry solo soltó una gran carcajada se le hizo algo estúpido al hacer eso conociendo el caracter de su madre le iba ir peor que el mismo infierno, durante el camino Henry se burlo de ella incluso cuando se despidieron Henry aun seguia riendose y burlandose de ella.

-Oye Ibelin no te preocupes todos te recordaremos como una chica solitaria llorona.

Ibelin de inmediato lo fulmino con la mirada, Henry solo desapareció entre la oscuridad de su hogar, mientras tanto Ibelin titubeaba al querer abrir la puerta.

Diosito nunca te he pedido nada, pero por favor que mi madre no este en la sala.

Fue tal como ella dijo ahi se encontraba su madre fue lo primero en ver de una vez que entro, su madre no espero a que Ibelin hablara pues bien ella no dudo en golpearla a la vez le reclamaba de no obedecer a sus palabras, en el lugar lo unico que se escuchaba eran los gritos de Ibelin.

 

 




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