Escucho voces, no logro identificarlas, la cabeza me duele, todo da vuelta cuando trato de abrir los ojos, me duele todo el cuerpo, sobre todo la espalda, me quejo entre dientes y me volteo hacia un lado en la cama, antes de volver a perder el conocimiento. Me despierto de nuevo en la habitación en la cual conocí al joven Kalet, rápidamente me levanto, estoy débil todavía, pero de igual manera me apresuro a salir de la mansión, en la entrada me encuentro con los mismos hombres que la última vez, rápidamente me arrodillo e inclino mi cabeza.
-Por favor perdóneme, no sé cómo llegue aquí, no quería cometer este pecado.
Pido disculpa nerviosa, se supone que no debería estar aquí, ni siquiera recuerdo nada después de ser sacada del banquete para las sirvientas del palacio de la Rosa (¿cómo llegue aquí? ¿serán que ellos sean las personas que escuche antes? Espero no ser reprendida de esa manera otra vez por estar aquí) Pienso mientras los miro preocupada y nerviosa.
-Tranquila, nosotros de trajimos, es tarde para presentarnos, pero solos los caballeros de guardia de la sombra de su majestad.
Dice el capitán con voz tranquilizadora, me ayuda a levantarme, miro a todos, los cuales me sonríen amablemente, mi padre también perteneció a esa orden por lo que no me sorprendo por eso, ya que nunca les tuve miedo a pesar de las historias que todos dicen de ellos, papá era bueno, así que creo que ellos también lo son.
-Pero el Noble señor, no desea que yo esté en este palacio, ¿no los regañaran por traerme?
Pregunto preocupada por ellos, sin darle importancia a sus títulos de caballeros de la sombra, aun no entiendo por qué se arriesgan por mí sabiendo que el noble señor tiene un rango más alto que el de ellos.
-No te preocupes por eso, venga vamos a desayunar, ¿Cierto que aún no has comido?
Me dice el que creo que es el capitán ya que kalet le llamo así la última vez, con una sonrisa al ver mi calma aun sabiendo que ellos son esos guardias de los rumores atroces que circulan en todo el país, incluso en el barrio rojo, mi estomago ruge como respuesta y me pongo roja.
-No quiero que se metan en problemas solo por ayudarme y ofrecerme comida.
Digo agachando la mirada.
-Venga ya jovencita.
Dice el capitán y me rodea los hombros con sus brazos mientras me guía de nuevo a la mansión. En poco tiempo la mesa está llena de comida, toda se ve deliciosa, todos me insisten en comer y cuando me niego, me dicen que ellos no comerán hasta que yo lo haga, por lo que me veo forzada a hacerlo. Tomo un plato que tiene pan con tocino, queso y huevo revuelto a un lado, separo el huevo y pruebo el pan con tocino y queso, esta delicioso, mis ojos se iluminan mientras como con alegría. Todos sonríen al verme comer y empiezan a comer ellos también.
- ¿Por qué no te comes el huevo también señorita?
Escucho la voz del joven Kalet a mis espaldas y me tenso (baje mucho la guardia, creo que realmente estoy débil) pienso mientras me pongo nerviosa mientras miro el huevo revuelto.
-Esto… yo… es… yo… es que….
Tartamudeo, nerviosamente con la mirada agachada, siento como todos me miran.
- ¿No te gusta?
Me pregunta un chico joven y pelirrojo, niego con la cabeza.
-Me da asco desde niña. Cuando le estaba ayudando a mi madre a hacer un pastel para mi padre que volvía a casa después de dos años fuera en la frontera, ella me pidió comprar la harina, fui a la tienda y cuando volvía unos chicos que me trataban mal, me lanzaron huevos podridos, lo cual me traumo y desde ese momento no pude volver a comerlos ya que siempre recuerdo ese desagradable olor.
Digo y al final sonrió.
- ¿Tengo que comerlos?
Pregunto mirando el plato con un ligero gesto de desagrado.
-No, si no lo quieres…
Escucho en mi oído, siento un escalofrió, se me eriza la piel y asustada me giro rápidamente y doy un puñetazo por encima de mi hombro, al levantarme de la silla veo que es el noble señor, me quedo paralizada mientras todos miran sorprendidos lo que acabo de hacer, lo veo con la mano en la nariz y quejándose entre dientes (que bueno que aun no tengo fuerza en mi cuerpo, no le rompí nada) pienso aliviada por eso.
-Lo siento, yo…. Yo no sabía que era usted…. Lo siento…. Fue sin querer…. Yo…. Yo… por favor... perdóneme ….
Digo asustada arrodillándome, de repente escucho las risas de los demás, que se reían del noble señor.
-Te lo mereces por tratarla tan mal antes…. Jejeje, Pero nunca pensé que serias golpeado por una mujer débil, tan fácilmente, Liam… jajaja…
Dice Kalet mientras le pone una mano en el hombro y se ríe, pensé que nunca se reía, los dos se ven muy guapos, me quedo embobada mirando el gesto molesto del noble señor que ahora sé que se llama Liam, el cual está tratando de alejar a Kalet para que no se siga riendo, no parece realmente molesto conmigo, pero aun sigo arrodillada mirándolo (no puedo ofenderlo de nuevo, ojalá no se moleste por verme aquí, tampoco quiero que me mire con desprecio…) pienso mientras estoy nerviosa y preocupada.
- ¿Por qué lo golpeaste así, pequeña?
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secretos y amor, traiciones y masacres., abuso del poder e intrigas
Editado: 16.03.2025