Estaba en la cafetería, luchando contra el rubor que invadía mi rostro. Mi plan era simple: fingir una relación con Dexter para vengarme de Adonis y Lea. Aparentemente, Dexter ya sabía de mis intenciones. No obstante, a pesar de que el chico era un completo idiota, su orgullo estaba a la altura de su estatura.
—Oye, ¿quieres ser mi novio? — le pregunté, mientras los otros estudiantes nos observaban con curiosidad.
Dexter se echó a reír, una risa que me hizo desear que la tierra se tragara a ambos. No obstante, su tono no era tan despreciativo como parecía; sabía que su arrogancia era una fachada para ocultar su verdadera vulnerabilidad.
—No estoy bromeando — insistí, tratando de mantener mi seriedad a pesar de la humillación.
—Claro que sí lo estás. Sabes perfectamente que quieres vengarte de Adonis. — Me miró con una mezcla de superioridad y desdén. — Y sí, lo sabía.
Mi furia creció. Era casi imposible que no estuviera al tanto de lo que realmente sucedía entre Adonis y Lea. Dexter simplemente se estaba aprovechando de la situación.
—¡¿Lo sabías?! Sabías que Adonis me engañaba con Lea, ¿verdad? — grité en un tono bajo pero firme, intentando evitar llamar más la atención.
Dexter arqueó una ceja y luego se echó a reír de nuevo. — Lea me cae mejor que tú.
—Qué gracioso, Dexter — respondí con sarcasmo. — Entonces, ¿estarás conmigo para este plan, verdad?
—Estás más que loca, no estaría contigo ni aunque fuera el fin del mundo. — Dexter mostró una sonrisa arrogante.
A pesar de su actitud, tenía un as bajo la manga. Decidí que si no cooperaba, revelaría su pequeño secreto: el hecho de que él había intoxicado al profesor de química para evitar las clases.
—¿Ah, no? — dije con calma. — Pues entonces, toda la universidad sabrá que fuiste tú quien intoxicó al profesor de química.
—¿Y a mí qué? — dijo, encogiéndose de hombros. — Me importa muy poco.
....
Me frustro, pero entonces lo vi cambiar de parecer cuando el concepto de enfrentar problemas reales se materializó ante él. — ¡Por favor, Dexter! — le rogué, jalándolo del brazo.
Después de un momento de resistencia, Dexter accedió, pero no sin antes dejar en claro que le debía favores. — Está bien, pero me deberás muchos favores.
Dexter tiene ojos verdes, mide 1.87,tiene el cabello algo largo pero medio ondulado y por así decirlo su color de piel blanca y sabe vestirse
Ambos hicimos una pequeña sesión de fotos para luego subirlo a Instagram y Adonis lo vea
Adonis Escolet:
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¡¿Me explicas por qué publicaste esa foto?!
¿Con mi mejor amigo? En serio, Lais... me decepcionas.
Sé que lo haces por venganza, por favor, déjate de jueguitos de niños.
Te recuerdo que tú también hiciste lo mismo.
Además, si yo quisiera estar con él, no es tu problema.
Así que mejor no digas nada y sé feliz con Lea
Más tarde, en la cafetería, Dexter y yo discutíamos sobre los siguientes pasos. Ya no era solo una cuestión de venganza; ahora se estaba convirtiendo en una especie de juego.
—Dexter, en verdad, muchas gracias por ayudarme — dije sinceramente. — Ahora podemos dejar de fingir y regresar a ser enemigos, como antes.
Pero Dexter tenía otros planes. — Pues fíjate que no, pequeña. Ahora tengo una chica que me gusta y necesito darle celos. Lo haré contigo.
—¿Conmigo? — pregunté, confundida. — ¿Por qué no te buscas a otra persona?
—Te recuerdo que me debes un favor. Así que sí, serás mi "novia" por una semana para que ella vea si realmente me importa o no — dijo con una sonrisa traviesa.
Intenté protestar, pero Dexter no estaba dispuesto a negociar. Me entregó una lista de reglas que tendría que seguir. Al principio, eran simples: abrazos, apodos tiernos, y así sucesivamente. Pero al final de la lista, había una regla que me hizo temblar: besos si era necesario.
—No haré esta estupidez — le dije, intentando mantener mi dignidad.
—Te recuerdo que me debes un favor. Y si no cumples las reglas, no hay trato — respondió con firmeza.
Con el estómago en un nudo y la mente llena de dudas, acepté sus condiciones. Mientras leía las reglas, sentí que mi mundo se volvía un poco más caótico. Sin embargo, sabía que tenía que seguir adelante con el plan, al menos hasta que pudiera resolver el lío con Lea y salir de esta enredada situación.
Después de las clases, decidí enfrentar a Lea. Había planeado encontrarnos en una cafetería cerca de mi casa, un lugar neutral donde podría intentar mantener la calma y escuchar su versión de la historia.
—¡Por supuesto! A las cuatro de la tarde te parece bien — respondí a su mensaje, mientras me preparaba para la difícil conversación que me esperaba.
Mientras me dirigía a la cafetería, me preguntaba si todo esto realmente valdría la pena. La venganza me estaba consumiendo, pero quizás, solo quizás, también estaba comenzando a entender un poco más sobre las personas con las que estaba tratando.
Al final del día, todo parecía estar dando vueltas, y yo estaba en el centro del torbellino, tratando de no perder el equilibrio.
Al siguiente día yo no tenía clases pero Dexter si, tenía que de alguna forma u otra sacarlo de sus clases para que me ayudará con el plan no quería afrontar esto sola. Camine hacía su salón y toca la puerta, le dijo al profesor que su madre estaba mal y que Dexter tendría que salir de clases para poder ver a su madre, el profesor le avisó y Dexter salió de ahí bastante enojado
---Que necesitas ¡Lais!--- eso me tomo por sorpresa su actitud y no sé porque
---Dexter necesito que me ayudes, a como saber afrontar a Lea, simplemente no puedo---
---Creo que es momento de que afrontes tus propios problemas sin que los demás te tengan que ayudar, estás bastante grandecita para este tipo de cosas---
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