Perdón

Lais

Habían pasado tres meses desde aquella conversación con Dexter, y el peso de sus sacrificios seguía presente en mi mente. Durante ese tiempo, traté de procesar mis sentimientos y encontrar un equilibrio entre el dolor y la comprensión

Una tarde, decidí visitar el parque en el que solíamos pasear juntos, buscando un lugar para reflexionar. Mientras caminaba por el sendero cubierto de hojas doradas, el aroma del invierno me envolvía. Era un lugar donde solía sentirme en paz, y necesitaba ese consuelo ahora más que nunca.

Por otro lado, Dexter había estado trabajando arduamente para demostrar su compromiso. Había hecho todo lo posible para mostrarme que su decisión no había sido un error, y su sacrificio había sido sincero. Sin embargo, la separación y el dolor habían sido difíciles de superar para ambos. Había decidido que era hora de dar el siguiente paso para resolver las cosas

Vi a Dexter acercarse y me di cuenta de que esta era la conversación que había estado esperando, pero temía al mismo tiempo. Mi corazón latía con fuerza mientras él se sentaba a mi lado en el banco.

—Hola, Lais —dijo con voz suave—. Gracias por recibirme.

—Hola, Dexter —respondí, intentando mantener la calma—. ¿Qué es lo que quieres decirme?

Dexter

Me tomé un momento para reunir mis pensamientos antes de hablar. Sabía que debía ser completamente honesto y transparente.

—He estado pensando mucho en nosotros —comencé—. En cómo te he herido y en lo que realmente significa para mí estar contigo. Entiendo que mi decisión de rechazar la beca fue extrema, pero lo hice porque no quería perderte. Sin embargo, también entiendo que eso no borra el daño que causé.

Lais

Lo miré, intentando leer su expresión mientras hablaba. Su sinceridad era evidente, y aunque el dolor seguía presente, me di cuenta de que su arrepentimiento era genuino. Pero eso no eliminaba el tumulto emocional que había atravesado.

—Dexter, he estado tratando de entender todo esto. No es solo el sacrificio lo que me dolió, sino cómo me sentí al saber que estaba entre tus decisiones y tus sueños y sobre lo de esa caja ¿sabes?. No sabía si estaba bien aceptarlo o si debía seguir adelante con mi vida sin ti.

—Lais, me doy cuenta de que he puesto un peso inmenso sobre ti. No esperaba que fuera fácil, y entiendo que mi sacrificio no compensa el dolor. Solo quiero que sepas que estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para reconstruir nuestra relación. Si me das la oportunidad, quiero trabajar para demostrarte que estoy comprometido a construir un futuro juntos.

Suspiré, sintiendo una mezcla de alivio y tensión. Sabía que el perdón no significaba olvidar, sino encontrar una forma de seguir adelante. Decidí hablar con la sinceridad que me había caracterizado durante estos meses de reflexión.

—Dexter, aprecio que estés aquí y que quieras enmendar las cosas. No puedo decir que todo esté resuelto de inmediato, pero estoy dispuesta a intentar reconstruir lo que hemos perdido. Sin embargo, quiero que entendamos que habrá desafíos y que debemos estar preparados para enfrentarlos juntos.

Dexter

La esperanza brilló en sus palabras, y sentí un peso aliviado en mi pecho. Aún había mucho que trabajar, pero su disposición a intentarlo me dio una nueva perspectiva.

—Gracias, Lais —dije con sinceridad—. Estoy dispuesto a enfrentar esos desafíos. Quiero hacer las cosas bien y demostrarte que puedo ser alguien en quien puedas confiar.

Lais

La conversación nos dejó con una sensación de esperanza y una chispa de reconciliación. Sabía que el camino hacia la recuperación sería largo y lleno de altibajos, pero había algo en el compromiso de Dexter que me daba motivos para creer en un futuro mejor. Mientras el sol comenzaba a ponerse, pintando el cielo con tonos anaranjados, me di cuenta de que, a pesar de todo, había una oportunidad para sanar y reconstruir.

—Entonces, empecemos con pequeños pasos —dije, ofreciendo una sonrisa—. Estoy dispuesta a trabajar en esto contigo, Dexter.

Dexter

Sonreí al escuchar sus palabras, sintiendo una renovada esperanza. Era un comienzo, y aunque sabía que el camino sería difícil, también era consciente de que juntos podríamos encontrar una forma de avanzar. Nos quedamos allí, en el banco del parque, hablando de nuestros sueños y de cómo podríamos construir un futuro mejor, con la promesa de enfrentar juntos cualquier desafío que viniera.

me acerque a ella y la bese, la bese como nunca antes lo había hecho ¿por qué? porque extrañaba cada cosa de ella, su olor, besos, sus caricias todo, tenerla era algo que había deseado hace meses después de lo sucedido, la extrañaba como a nadie, este era nuestro cuento en el cuál el príncipe gruñón no podía separarse de su linda Luciérnaga

—Te amo Luciérnaga —Junte nuestras frentes —Te he amado desde que tengo memoria, amo cada parte de ti, eres mi chica, mi chica linda y hermosa, nunca podría conseguir alguién como tu ¿comprendes? —Ella asintió con la cabeza —Te amo de verdad

Entrelazamos nuestras manos, le di un beso en la frente, mi corazón estaba en sus manos ella era todo mi mundo, ella era lo más preciado que tenía y si alguién le hiciera daño lo mataría a más a no poder

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