¿la forma en la que me amas? [terminada]

Extra

Años habían pasado desde aquel doloroso día en el que me despedí de Lais. El tiempo había hecho su trabajo, y la herida en mi corazón había comenzado a sanar, aunque nunca se cerraría del todo. La vida continuó su curso, y, a pesar del dolor, había encontrado una manera de avanzar y construir algo nuevo a partir de la tragedia.

Me encontraba en mi oficina, en el piso 25 de un imponente rascacielos en el centro de la ciudad de Washington. Las vistas panorámicas del horizonte me recordaban lo lejos que había llegado desde aquellos días oscuros. La oficina era moderna y elegante, con ventanas que ofrecían una vista espectacular de la ciudad. Los documentos y expedientes estaban cuidadosamente organizados, reflejando el orden y la precisión con los que había aprendido a trabajar.

Me acomodé en mi silla, mirando los premios y diplomas que adornaban las paredes. Eran testigos de años de trabajo arduo y dedicación. Mi carrera como abogado había despegado con éxito, y mi firma legal era ahora una de las más respetadas en la región. La lucha por encontrar justicia para Lais y el proceso de denunciar a mi padre me habían dado una perspectiva única sobre la justicia y la ética. Había transformado mi dolor en propósito, y cada caso que manejaba era una forma de honrar la memoria de Lais.

Mientras revisaba unos documentos, mi mente se desvió hacia el pasado, recordando los años que pasé lejos de Lais. A lo largo de este tiempo, había viajado y trabajado en distintos casos, dedicando cada día a mi profesión. Había tenido éxito y había logrado establecerme en el ámbito legal, pero el recuerdo de Lais siempre estaba presente en cada momento importante.

Recordaba las noches solitarias en las que pensaba en ella, en cómo habría sido nuestra vida juntos si las cosas hubieran sido diferentes. Cada logro que alcanzaba era una mezcla de orgullo y tristeza, sabiendo que ella no estaba allí para compartirlo conmigo. La memoria de Lais seguía siendo una fuente de motivación y una guía en mi vida profesional y personal.

Ahora, al mirar hacia atrás, veía un camino lleno de desafíos, pero también de victorias. El éxito en mi carrera no solo representaba un triunfo personal, sino también una forma de mantener vivo el recuerdo de Lais. Cada vez que ganaba un caso, sentía que estaba haciendo algo por ella, luchando por la justicia y por la verdad.

En el presente, tenía un equipo de abogados y asistentes que confiaban en mi liderazgo y experiencia. La firma había crecido y se había expandido, y estaba involucrado en casos de alto perfil que reflejaban mi compromiso con la justicia. A pesar de las demandas y el estrés de la profesión, había encontrado un equilibrio en mi vida, aprendiendo a apreciar cada momento y a valorar las pequeñas victorias.

Un día, mientras estaba en mi oficina, recibí una invitación para una ceremonia de premios legales. Era un reconocimiento por el trabajo que había realizado en casos complejos y desafiantes. Acepté la invitación con humildad y gratitud, sabiendo que era un reflejo del esfuerzo y la dedicación que había puesto en mi carrera.

En la ceremonia, mientras escuchaba las palabras de elogio y reconocimiento, me permití un momento de reflexión. Miré hacia el cielo estrellado a través de la ventana de la sala, recordando la vida que había compartido con Lais y el impacto que había tenido en mi vida. Su memoria seguía siendo una parte integral de quien era, y la lucha por justicia que habíamos compartido seguía guiando mis pasos.

.

.

.

ig:rafamepriv



#134 en Ciencia ficción

En el texto hay: romace

Editado: 16.11.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.