La forma en que lo veo - diario del diario de un border

La parte difícil de la gente.

He pasado los últimos días en un completo silencio interior, debo aclarar que esto es raro para mi, porque a pesar de estar en un completo hoyo depresivo, mi cabeza suele estar llena de ideas, jamás se calla. Es más, si pensar fuera un deporte olímpico, tendría más medallas que sueños en la vida y cabe aclarar que escribí una parte sobre lo mucho que sueño.

Justo hoy, como un choque eléctrico, me di cuenta de por qué ha estado tan quieta mi cabeza. Por qué no he sobre pensado las cosas, ni pensado en absoluto algo. Y exactamente de esto es de lo que voy a hablar hoy. Espero que esto sea bastante largo, porque es la primera vez en las últimas dos semanas que me he parado a analizar algo y realmente espero que lo puedan comprender.

Iremos por partes, así que es mejor que les empiece a explicar:

Gente, inexplicable y dolorosa gente.

Posiblemente la segunda cosa más difícil de mi existencia es el trato con las personas. Tengo recuerdos desde los 3 años intentando lidiar y entenderlos, tratando de encajar, de ser alguien y luchar contra ser yo misma por no sentirme sola o extraña. Curiosamente, la gente a mi alrededor me ha descrito como una persona sociable, con capacidad de comunicarme eficientemente con los demás y de crear vínculos rápidos con desconocidos, no es mi mayor talento, pero es algo que definitivamente puedo hacer si me lo propongo. Ahora expliquemos esto desde mi perspectiva, resulta que llevo toda mi vida cansada de eso, de entender e intentar encajar, de luego tener que convivir y comprender como funcionan las relaciones. No es que sea una antisocial que no comprende las relaciones interpersonales, pero es que no puedo evitar sobre analizar las interacciones que tengo y ahí entra la complejidad para mi ¿Cómo explicarlo? Puedo convivir con la gente, puedo hacer amigos, entiendo el carisma y empatía requeridos para establecer vínculos con otros, pero lo que no puedo evitar, es cuestionarme cada respuesta, acción o palabra dicha o escrita por terceros. Sentirme 100% cómoda con alguien es difícil, porque por más que una persona me agrade, existen comportamientos que simplemente no dejo de analizar y los termino convirtiendo en armas para poder alejar a esa gente como sistema de defensa ante decepciones, básicamente un "No Lucero, esa persona no actúa conforme a lo que conocemos o nos hace sentir cómodos, mejor aléjate y no vuelvas a establecer vínculos de este tipo".

Tengo muchas historias que podría establecer como la base de mi problema personal al interactuar o crear vínculos afectivos con las personas y definitivamente me gustaría hablar de ellos. Comencemos con etapas fundamentales de mi vida, la infancia, donde el noventa por ciento de mis miedos nacieron y sólo fueron reforzados por la agresividad de la adolescencia y sus problemas hormonales incluidos.

Mi primer recuerdo: 2003, probablemente Agosto de ese año. Lucero entra a al kinder, la verdad es que no recuerdo absolutamente nada de ese año, excepto mi constante ausencia a las clases. Claro que es normal que un niño de 3 años no quiera ir a la escuela, digo, salir de casa, no poder ver caricaturas todo el día y tener que obedecer a alguien que no sabes por qué te habla como retrasado, eso es difícil para muchos. Pero uno pensaría que eso se va arreglando poco a poco, quizá con el tiempo y pasando de año puedas comenzar a adaptarte y empezar a hacer amigos como todos los demás, pero volvemos al recuerdo, eso no pasó. Mis únicos recuerdos del segundo año son sobre el aislamiento forzado por la varicela, pasé la mitad del año escolar en casa porque podía contagiar a otros niños y la otra mitad intentando readaptarme al ambiente y al aprendizaje que otros niños llevaban ya adelantado. Así que tenemos otro año sin socialización contínua. Tercer año es el más curioso de todos, porque los únicos dos recuerdos que tengo son extremadamente significativos para mi, de estos que pasan por tu mente como películas cuadro por cuadro. En primer lugar, tenemos a un grupo de 3 o 4 niñas, todas poniéndose de acuerdo para llevar a la escuela el maquillaje de sus mamás. Naturalmente, mi madre no me dejaba llevarlo y tampoco es como que ella tuviera suficiente maquillaje como para tomar prestado, digo, mi madre me tuvo a los 30 años y tenía otros 3 hijos que cuidar además de su trabajo, honestamente el maquillaje era la última de las preocupaciones de mi madre, tanto, que no recuerdo haber jugado con maquillaje real en mi infancia, sólo las porquerías que te vendían para niñas sin toxicidad, pero no jugó nunca un papel fundamental en mi crecimiento, asi que, meh. Volviendo a las niñas, si, al no poder unirte a su malévolo plan de robar maquillaje de sus madres para ir y actuar como adultos a los  años, automáticamente te ves rechazada, ya no puedes jugar con ellas y eso implica completo rechazo de su parte. Las niñas de kinder pueden ser muy malas y limitarte a quedarte dentro de tu salón el resto del año. Quizá jugué algunas veces con ellas o con más niños, pero como les digo, no son recuerdos significativos. No recuerdo más de esa etapa que el rechazo de ese grupo de niñas porque yo no tenía lo que ellas. Y probablemente ahí empiezo a analizar el comportamiento de las personas.

Toda la primaria fui una lider nata, no me preocupaba demasiado por tener a alguien con quien jugar, de hecho, siempre tenía demasiadas personas con quien jugar. He ahí el inicio de lo que las personas denominan en mi como una gran habilidad de socialización. Y es que si, efectivamente podía llevarme con muchas personas, iniciar juegos, terminarlos, sacar y meter gente a ellos, este "yo no soy el que empezó el juego" llegó a ser controlado por mi y eso requiere actitud y habilidades. Pero, desde mi perspectiva, les diré una cosa: No tengo ni un vínculo afectivo fuerte o significativo. No me malentiendan, si que tengo buenos recuerdos de la gente de esa época, tenía un grupo muy unido de amigas y nos la pasábamos muy bien, estar en grupo al final del día, siempre trae beneficios emocionales a los seres humanos. Pero uno puede verlo, como otras niñas van generando amistades que se ven a la larga, vínculos que van a perdurar y que de hecho muchos de ellos lo hacen hasta la fecha. Mis recuerdos personales van simplemente de crear personalidades diferentes de acuerdo a quien le estuviera hablando. Si, ahí está el secreto de mis "habilidades de comunicación" porque bueno, cuando actúas como las otras personas quieren que lo hagas, claro que vas a tener muchos amigos, si no tienes una personalidad propia y simplemente te adaptas a lo que ves que a otros les agradas, es totalmente esperado el resultado. Ahora, entiendo perfectamente que el imitar patrones de comportamiento es parte del desarrollo de la personalidad de un niño y que así funciona a esta edad. Pero hablo de hacerlo a conciencia, hablo de mentir, de observar minuciosamente las expresiones, palabras y acciones de las demás personas para poder crear una personalidad completamente controlable, una forma específica de hablar y comportarse para cada persona que conozco. Eso continúa pasando hasta el día de hoy.



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En el texto hay: adolecente, borderline, salud mental

Editado: 31.07.2019

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