Lui, una vez terminadas aquellas vacaciones que nunca olvidará, se encontraba renovado para poder dar inicio a una nueva fase y el poder encargarse de dar lo mejor de sí con el afán de poder cumplir este gran reto que le fue impuesto por Elva y con ello lograr hacer realidad de hacerle saber lo que él siente. Pero, esto aún se encuentra en un camino muy largo y no puede dejar que todo se terminará así de rápido.
El primer día de clases no hubo ni un problema y no tardó mucho en lograr hablar con algunos de sus compañeros y lograr conseguir con quienes poder pasar el tiempo durante la hora de recreo. En ese momento, mientras miraba lo animado que estaba todo el lugar, pensaba – en este momento Elva debe de estar ya en su nueva escuela, bueno, ahora es instituto. No puedo creer que ella haya logrado ingresar a un lugar que es sólo para mujeres y no uno cualquiera sino que es uno de los más prestigiosos. Quizás no sea tan reconocido el lugar que elegí como en el que se encuentra ella, pero no me puedo quedar atrás. Será mejor que me preocupe por poder repasar todo lo que aprendamos así como, si me es posible, estudiar algo por mi propia cuenta. Ya sé que no importa lo duro que lo haga, no podré llegar a su nivel. Pero por lo menos deseo poder tener una oportunidad – sonrió.
El primer día había terminado, sin ningún inconveniente. Pero algo parecía hacer falta durante este día. Aunque no lo sabía con exactitud, Lui podía sentir el vacío de un lugar que era algo de lo que se había acostumbrado a ver durante su día a día pero ahora ya no se encontraba aquí. Sin siquiera poder entender lo que era, decidió que no era momento de pensar mucho en ello, pues esto podría ser un pequeño problema que llegaría a resolver con el pasar del tiempo.
Por otro lado, Elva se veía con nuevas compañeras en todos lados, aunque aún no era tan cercana con todas, así como lo era en primaria, trato de no juzgar a las demás sin siquiera poder conocerlas antes. Durante su primer día, todas en la clase parecían estar a un nivel diferente a la que ella se encontraba. Cada vez que iniciaban una nueva clase, aunque aún no estaban viendo contenido en sí, más que un simple repaso por ser el primer día de clases, todo era algo diferente a lo que se imaginaba. Muchas cosas, aunque las entendía, otras le parecían muy difíciles. Mientras se daba cuenta de esta diferencia, pensaba – si no logro llegar a ponerme al día con todas estas cosas, nunca podré superarlo. De seguro que para él esto no debería de ser un reto en lo absoluto... pero no creo que sea bueno querer darme por vencida así nada más – apretando el puño – es cierto, esto es sólo el inicio, debo de empezar a ponerme seria si quiero ganar. Pero – con una pequeña mirada a su alrededor – siento que hay algo que me falta. Pero... – en voz baja – ¿Qué será? – y luego de ello continuó con las clases hasta que al fin termino su primer día.
Ambos se encontraban empezando sus primeros días de clases como estudiantes de básico. Sus formas de ser, en comparación de la primaria, no había cambiado y seguían siendo un poco activos. No dejaron que las diferencias de conocimientos por parte de los demás les dejara fuera, por supuesto que no se interesaban en lucirse ante los demás ni nada por el estilo, sino que era más bien que solamente tenían un objetivo en mente para hacer esto y eso era "ganar esta competencia y tener el derecho de poder obtener una recompensa sobre ello, más el reconocimiento del otro" aunque esto no era nada más que el comienzo de todo lo que les preparaba el futuro.