La fuerza de un enamorado 4

Nina

Desde hace un tiempo que no estaba tan animada en poder jugar un poco con mis amigas pero… no es que esté en contra de los cambios, pero no puedo dejar pasar el simple hecho de que empecé a notar como el tiempo en que pasábamos como amigas se empezó a volver diferente a lo que era antes.

 

De verdad, en estos momentos me preguntaba qué era lo que hacía que las personas cambiaran un poco su forma de  ser y que, aunque estas no se llegaran a notar tan fácilmente, poco a poco, sin siquiera dejar un pequeño anuncio en lo más mínimo y siendo como algo inevitable que te toma de sorpresa pero no fue así, sino que lo que pasó es que terminaste acostumbrándote a esta nueva forma de vivir con ellos sin siquiera darte cuenta llega a ser una realidad que te toca aceptar. Si tan sólo fuera más simple el no tener que aceptar estas diferencias, si se pudiera hacer que todo se mantuviera como fue una vez, si tan sólo no fuera cambiante todo lo que está a tu alrededor, quizás… sí… quizás sólo de esta manera es como me gustaría decir que se convertiría en un ideal de todo lo que quisiera seguir viviendo, pero… aunque no es tan fácil el poder conseguir que esto sea así, sólo puedo decir que tal vez en muchos casos, los cambios que no lograste notar, nunca llegaron a pasar, tal vez sólo sea que ahora conoces lago más de todas las personas que están a tu alrededor pero que no habías notado antes.

 

En ese entonces, mientras jugaba con mis amigas, aunque no éramos un grupo tan grande, podía sentirme muy emocionada de poder platicar con ellas y jugar de diferentes cosas, sin embargo, de repente algo empezó a cambiar en una de ellas.

 

Mi amiga empezó a verse un poco más resplandeciente de lo habitual y se podía ver como si ella empezaba a ser un poco más animada, lo cual era raro en ella. Al principio no le preste mucha atención, mientras todo seguía siendo como siempre, no pude notar como este cambio empezaba a surgir. Nosotras, unas niñas nada más, no podíamos seguir siendo de esta manera por siempre.

 

No sabía que el crecer era una de las pocas cosas que cambian en las personas, sino que todo lo que encuentras durante este tiempo también es algo más que te hará cambiar en muchas maneras y que pueden ser mucho más importantes que el sólo hecho de cambiar el cómo te mirabas antes cuando apenas estabas siendo una niña que ahora está dando los primeros pasos en la adolescencia en rumbo a la adultez.

 

Cuando escuchaba que ser un adulto significaba que las responsabilidades que tenías aumentaría y que deberías de ser mucho más responsable de lo que eres ahora, creía que esa era la mayor fuente de las cosas que hacen que uno sea diferente a lo que era antes. Es por esta razón que yo no quería crecer, quería mantenerme siendo siempre una niña que pueda jugar por siempre, que no se deba de preocupar por lo que sucede en el mundo de los adultos.

 

Pero, sin darme cuenta, en realidad el empezar a ser un adulto no es lo único que te hace cambiar, sino que hay muchas más cosas que nunca lograras comprender. Yo, pensando en que nadie cambiaría, me di cuenta de estas cosas cuando yo era una de las que estaba cambiando.

 

En estos momentos, en los que estoy compartiendo con mis amigos momentos para divertirme, he empezado a sentir que algo en mí ha empezado a cambiar y que no me deja en paz. Estoy empezando a sentirme un poco incomoda en ocasiones y, para poder lograr ocultar esto, es que trato de ser lo más interactiva posible sin dejar que se vea ni una pequeña pista de cómo me siento en realidad.

 

Sin darme cuenta, el sentirme de mal humor en ciertos momentos podía llegar a ser cada vez más y más frecuente. No entiendo el por qué me debo de enojar por algo como esto, el poder verlo que hable tan gentilmente con alguien más en lugar de que sea así conmigo. El poder ver cómo es que lo rodean para luego terminar enojándose con él pero no veo que eso le moleste en lo más mínimo, más bien él no se da por rendido y sigue haciendo lo mismo una y otra vez más como si no le hubieran dicho nada, aunque eso también me hace sentir mal para luego tener que decirme “No, no debes de sentirte mal, se lo merece… se lo mere…” para luego dudarlo.

 

En momentos como esto, el sentir que debo de tratar de molestarlo es lo que me gustaría hacer para que deje de pensar en otras personas que no sea yo. No entiendo cómo es que mi deseo se intensificó con el pasar del tiempo y ahora, además de que no le he dicho a nadie como me siento al respecto, me encuentro con mis amigas riendo como si nada hubiera cambiando pero en realidad de vez en cuando lo miro como si estuviera buscando el poder encontrarnos con nuestras miradas.

 

Pero, para ser sincera, nunca se llagaron a encontrar ni una vez nuestras miradas. Aunque eso me molestaba poco, de alguna forma también me daba una cierta calma como sintiendo que era mejor el que no me viera de esta forma en la cual podría decir que era como una pequeña muy pequeña pero intensa esperanza y deseo de poder llevarme para mí sola todas esas miradas de tonto que hacías.

 

Sin siquiera una advertencia, de pronto terminamos juntándonos durante este nuevo ciclo escolar. Pero, a diferencia de antes, ahora estamos en básico y ya no en primaria. No sé si son cosas del destino o si es que el pedir mi deseo tan intensamente al final me llegó a escuchar cada una de las veces que lo pedía desde el fondo de mi corazón.



#20336 en Novela romántica

En el texto hay: momentos

Editado: 29.12.2021

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