La fuerza de un enamorado 5: No sé que es lo que me pasa

¡Bu! ¿Te asusté?

Estando a la vuelta de la esquina el kermes del instituto donde Lui estudia, se podía ver como todos los estudiantes se estaban esforzando por lograr comprar todos sus materiales que usarían, así como el estar preparándose para actuar en cualquiera de sus presentaciones que habían planeado o el estar listos para realizar alguna venta durante esta actividad.

 

Entre las diferentes ideas que habían tenido, el querer hacer una casa embrujada era una buena idea, pero el uso de materiales debería de ser un poco tediosos además de que el presupuesto con el que contaba, más bien sería el que deberían de pedir a sus padres para financiar dichos gastos, era un poco elevado con la idea que tenían en mente, esto era así a pesar de que habían algunos compañeros y compañeras que habían dicho que contaban con algunos accesorios que podrían prestar y usar en este evento, pero al final terminó siendo rechazado.

 

Entre las múltiples ideas, terminaron pensando en vender enchiladas, atol de elote, a pesar de que este era más común en septiembre, y chuchitos. En el caso de la venta, además de ser una de las actividades que harían, decidieron que era conveniente el hacer algo más como una pequeña dramatización o el hacer una algún tipo de espectáculo. Aunque las opiniones variaban, tampoco se podría decir que había un gran entusiasmo por parte de los estudiantes de la clase por hacer algunas de las opciones que se habían dado como propuesta, además de que se debe de agregar que lo que todos esperaban era poder pasar un buen rato dando vuelta por el instituto visitando lo que hacían las otras clases, jugando en la cancha de futbol o baloncesto, aunque en ocasiones podía haber hasta más de un solo equipo jugando en el mismo patio al no haber demasiado espacio como para poder separarse volviéndose en sí en una clase de competencia en la cual debes de lograr de jugar con tu equipo en armonía para poder meter gol teniendo en cuenta que puede que se atraviese alguien y desvíe la pelota hacía otro lado o termines chocando con algún otro estudiante que está jugando con futbol o baloncesto. Para ser un poco sincero, a pesar de que estos se volvía un obstáculo y un poco tedioso al ser que podrías haber hecho un gran juego, pero no era posible al haber sido obstaculizado por otras personas que no tienen nada que ver con tu juego, pero a la vez se puede llegar a sentir, en caso de ser quien recibe uno de esos golpes de la pelota que lanzo otra persona, un fuerte dolor si quien lo lanzo lo hizo con suficiente fuerza y para mala suerte terminó dirigiéndose justo donde se iba pasando. Pero, a pesar de esto, todos seguían jugando sin importarles tanto esto y, al ser que las pelotas eran de plástico y no eran de forro, el impacto podría ser un poco menor al igual que el dolor, siempre dependiendo de la fuerza que pueda infligir quien lo patea o lanza.

 

Entre la mentalidad de algunos estudiantes era el no presentarse durante este día, ya que en realidad preferían quedarse en sus casas o ir a otro lugar y molestar mientras pasan un buen rato con amigos o con algún familiar. Pero al ser que esto era una actividad en la que debían de participar, el esperar no tener que participar se podía ver en sus rostros, aunque no tenían otra cosa más que aceptar.

 

Entre las diferentes discusiones para nominar a las posibles actividades que pondrían realizar, quedaron en empate lo que era el realizar la venta y el tener que ver una película. Aunque volvieron hacer una votación entre estas dos opciones para poder obtener un desempate como unas cuatro veces, los resultados terminaban en que la mitad de la clase quería hacer la venta y la otra mitad el poder hacer un cine para poder ver una película.

 

Sin tener resultados favorables entre estas dos partes, se decidió que se harían ambas. Pero entre las diferentes actividades a realizar, decidieron que era mejor que lograran cada grupo el invertir en sus propios proyectos y que, en el caso de los que venderían comida, les dejarían quedarse con lo que ganasen en esta al ser que el gasto sería mayor que el grupo que haría el cine.

 

Sería una forma un poco más tradicional si los encargados de la venta vendieran cosas como lo era las palomitas, alguna gaseosa para los que quisieran ver la película, pero como no tenían ni la menor intención de hacerlo por dos razones, primero que nada no contaban con un microondas para poder hacer los poporopos, entre la compra de golosinas para este tampoco le veían que les trajera mucha cuenta al ser que deberían de comprar bastante si deseaban que les dieran algún descuento además de que en sí lo tendrían que vender más caro y era más posible que al final no les trajera cuenta. Es por ello que decidieron que era mejor vender enchiladas, atol de elote y chuchitos y de esta manera quedaron los grupos divididos para empezar a realizar todos sus preparativos para el kermes, por supuesto que las propuestas fueron enviadas a la dirección para que dieran el permiso y con eso poder tener todo listo para dar inicio.

 

Conforme el tiempo iba pasando a una semana antes de que iniciara el kermes, ocasionalmente salían un poco más tarde o temprano en los últimos dos días de la semana, todo iba dependiendo de que tan atrasados estuvieran en sus actividades que habían decidido hacer para el kermes.

 

En el caso de la clase de Lui, al ser que no llevaba demasiadas preparaciones para sus actividades, salían un poco más temprano que los demás grados, a excepción de la sección “B”, siendo estas dos clases de primero los únicos que salieron antes durante estos dos días. La razón por la cual las demás clases salían más tarde era porque sus actividades para arreglar sus clases les llevaban más tiempo añadiendo a esto el hecho de que no pueden venir durante el fin de semana al instituto para poder arreglarlos sino sólo una hora antes de que el kermes dé inicio el día lunes.



#13961 en Novela romántica

En el texto hay: primer amor

Editado: 26.06.2022

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