La fuerza de un enamorado 6: Te daré una mano

Unas rosas pueden ser un gran detalle, pero qué tal si busco algo más

Después de unas semanas desde que Lui hablo con Laila, se mantuvo buscando una y otra vez unas flores en todo el campo, aunque no pudiera diferenciar sus nombres, sólo lograba entender que el celeste, blanco y unas rosadas eran las indicadas para lo que se había propuesto hace.

Durante una semana un poco dura de búsqueda y recolección, sin mencionar el tratar de mantener que estas no se marchitaran, Lui, con la ayuda de Laila, estuvo haciendo un brazalete con flores y algunos hilos para poder mantenerlo en su lugar. Esto no fue una tarea fácil, pero lo que contraería con ello sería el mejor resultado que se podría buscar, por lo menos eso es lo que pensaba Lui. Por supuesto que este plan tenía un pequeño margen de error, el cual podía considerar como algo muy bien.

Laila, quien estuvo en todo momento con Lui mientras cosían las flores para hacer las pulseras, además de que necesitaron la ayuda de la hermana de Laila quien sabía una técnica para evitar que estas se marchitaran durante el proceso que estaban llevando, por lo menos durante un cierto lapso de tiempo.

La verdad de esto era que para la hermana de Laila le parecía muy divertido el poder verlos desde la puerta que llevaba a la habitación de su hermanita y ver que estaba teniendo un muy buen amigo. La verdad, era que a su hermana le preocupaba que en realidad su hermanita no pudiera llegar a llevarse bien con sus compañeros y no lograra hacer amigos, esto debido a que siempre la veía un poco reservada, pero a la vez esta preocupación se iba alejando conforme estuvo escuchando que iba a salir con sus amigos a estudiar, por supuesto que en una de esas ocasiones logró verla sonreír y divertirse con ellos.

En esta ocasión, aunque estaban haciendo estas manualidades, de lo que se preguntaba era si esto era alguna clase de tarea para el instituto o si era nada más un pasatiempo que estaban tomando entre ellos. Aunque no pudiera comprender lo que tenía en mente su hermanita, sólo podía estar feliz de que le estaba yendo bien y que nada malo le estaba afectando en su vida y que podría seguir creciendo.

Conforme el tiempo iba pasando en esta ardua tarea, Lui hablaba con Laila sobre diferentes cosas, ella también podía asentir en sentir algo similar, bueno, una de la principales cosas que hablaban, como confidentes fiel que era el uno del otro, era sobre la persona que les gustaba y como era que les impresionaba su forma de ser, alguna forma en que iban vestidos ese día, o como lo miraban, además de sus intentos fallidos por tratar de unirse a la conversación cuando habían más personas ahí y sentían como la distancia se volvía tan grande que ya sentían que eran completos desconocidos, a pesar de lograr hablar con ellos un poco.

Lui, diciendo – bueno, parece que esta vez está quedando cada vez mejor, espero que de verdad le guste –, sostenía en su mano el como iba quedando aquel brazalete de flores, para luego decir – bueno, gracias Laila, me has ayudado bastante en esto. Por cierto, ya tengo una manera en que puedas tener una oportunidad de hablar… – al apenas escuchar estas palabras, Laila se acerca inmediatamente a Lui con una expresión de estar muy impaciente y emocionada por conocer el plan que tenía en mente. Lui, retrocediendo un poco al tenerla tan cerca, continuó diciendo – bueno, ya basta… será mejor que te calmes un poco así podré decirte el plan – Laila, asintiendo con la cabeza, se sentó enfrente de Lui y prestó mucha atención a lo que Lui le empezó a decir – veras, justamente vendrá ya la feria, y como debemos de desfilar, bueno, podemos aprovechar esa ocasión para poder hacer que al finalizar el desfile puedan estar los dos solos y pasear un poco por los juegos o comer algo mientras logras platicar con él de algo. Por supuesto que deberemos de hacer algunas cosas antes para que no parezca sospechosos y puedas tener una oportunidad y eso será… – de esta manera el plan que Lui había planteado para lograr conseguir una oportunidad para Laila y que ella lograra conseguir una oportunidad, parecía tan irreal que llegara a conseguir a crear el momento correcto. Mejor dicho, no es que pareciera algo imposible, sino que podría decirse que era un poco difícil el imaginarse que él lograra planear algo como eso, máximo después de notar que no lograba para nada acercarse mucho a Elva.

En ese preciso momento Laila pensó – ya veo… creo que estar enamorado puede hacer que las cosas más simples no siempre sean fáciles. Pero… si no das un paso más hacía adelante… ¿Qué… qué es lo que sucederá entre los dos? Tan sólo pensar que estamos igual, me hace entender un poco como es que no logra decirle nada, pero creo que aplazarlo demasiado no es para nada bueno. Tal vez sólo necesite un pequeño empujón para lograrlo. Por el momento, será mejor que primero terminemos esto para que tenga un chance de conseguir decirle más de algo en todo esto que debería ser más que una excusa para acercarse a Elva. Sólo espero que ella lo logre comprender ya que parece que ella es un poco… bueno, aunque sea muy distraída, no creo que sea lo suficiente como para no darse cuenta de lo que Lui trata de hacer. Quizás – con una sonrisa en el rostro – pueda que ella ya sienta algo por él, pero eso no será suficiente como para lograr hacer que se dé cuenta que esto puede llegar a ir más que… – en eso Laila recordó que en realidad siempre había escuchado que Elva le decía su rival a Lui y en más de una ocasión se ponían a competir en todo lo que pudieran.

Bueno, aunque no era la intensión de Lui, pero Elva hacía que corrieran, que hicieran caras, hacían muchas cosas, lo que hacía que el grupo fuera siempre animado y que todos pudieran reírse de algunas de las tonterías que hacían los dos, incluso, al principio, Laila llegó a considerar que ellos ya eran novios, pero esa no era la realidad, lo cual logró descubrirlo al poco tiempo.

Al darse cuenta de esto, acercándose a Lui, le dio una palmada en el hombro, interrumpiendo a Lui del plan que estaba explicando. Por alguna razón Lui pudo notar que su amiga le estaba dando algunas palmadas, pero de consuelo, como si quisiera decir “lo siento mucho por ti, pero aún puedes hacer algo para salir adelante” lo cual también era un poco deprimente.




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