Después de un largo quebradero de cabeza, conseguimos una cómoda, lujosa y elegante mansión en las cercanías de la zona de Torre Eiffel-Champ-de-Mars. Un lugar elitista, rebosante de cultura, arte e historia. Allí, pero en nuestra casa de Canadá... un día como hoy, pero hace exactamente un año, decidimos en familia, venirnos a vivir a Francia. La zona de Champ de Mars... era una zona increíblemente, tranquila, cosmopolita y un excelente lugar para criar a nuestro pequeño hijo: Isósceles, repleto de mucho verde, numerosos campos y viñedos y un sinfín de numerosos servicios y atracciones para todo gusto. Pero este día, no era un día más: ¡¡¡Era el primer cumpleaños de nuestro amado hijo: Isósceles!!!, ¡Y lo festejaríamos con bombos y platillos!
A todo esto, mi amada Cindy... decoraba con la ayuda de sus padrastros, toda la casa, llenándola de lucecitas de colores, cintas y un sinnúmero de juegos y atracciones para sus primitos, un par de añitos mayores que nuestro hijo. Y tras más de cuatro horas de intensa labor, yo tomé la posta y permití que mi bella morenita fuera a ducharse y a engalanarse un poco. Eso sí, tuve que abandonar mis lecturas de ese día sobre Astrofísica Avanzada y pausar la final entre el Barza y el Real Madrid por la Champions League y lanzar al tacho, mi latita de cerveza a medio acabar... pero, por esta preciosa gordita de mis sueños, yo daría la vida y mucho más. Sé que suena cursi y trillado, pero es que haberla conocido: "Fue lo que mejor que me pasó en la vida". Isósceles y ella, me mostraron la belleza de este mundo... y entre otras cosas, convirtieron a este loco cerebrito... en el hombre más feliz de todo el mundo. ¡Ciertamente, me emociono hasta que lloro el río Nilo y me aplauden los cachetes del culo de felicidad, lanzando gases con los siete del arcoíris! ¡Esto es amor del bueno! ¡Ja, ja, ja!
Por cierto, les comento que durante los días siguientes al nacimiento de Isósceles, estuve realmente triste. ¡Mi gato Dj... murió tras atragantarse con cinco kilos de chorizo parrillero y dos sanduichitos de pan de miga. Cagó y cagó durante dieciocho días hasta quedar como calavera, el pobre. Aún recuerdo sus enormes ojos de huevo tibio y los lagrimones brotándole de sus ojitos celestes al no poder expulsar semejante comilona. ¡No supimos qué hacer e intentamos salvar su vida a toda costa!, por eso Cindy y yo, lo envolvimos en una manta y paramos un taxi. Subimos y nos dirigimos con gran celeridad rumbo al veterinario más cercano. Pero, por desgracia, faleció en el camino. Mi gatito Dj era realmente fabuloso: Las mezclas de sonido que hacía, ni David Guetta, las hacía. Cómo recuerdo esos días en que trataba de escribir una elegía en árabe o estudiar química y mi mininino me rompía las pelotas con la música a todo pedo de Linkin Park, AC/DC, Iron Maiden, Metallica y un largo etcétera. ¡Cómo extraño esos momentos!
Hasta lo enterramos con sus numerosos premios y discos varios y su máquina de Dj y sus auriculares con forma de sardinas. Hasta le hicimos una especie de santuario... que todos los fanáticos de sus canciones, pueden visitar solo los domingos y oír los diez volúmenes de Maullidos y gatitas a gusto y su otro éxito Billboard: "La Conga del Perro Salchicha", entre otros. Hasta le hicieron una estrella en el Paseo de La Fama, junto a Whitney Houston y Madonna. ¡Toda una estrella, mi gatito...! ¡Joder...!
Pero no todo es tan malo. Mi gato Dj, me dejó a su hijito: ¡Un gato rayadito, con ojos saltones como sapo y una mandibula que cuando maúlla, parece que se le va a desencajar en cualquier momento de la boca. ¡Maldito gato ruidoso!
¡Digno hijo de su padre! Y tiene solo un año y aún no ha mostrado grandes habilidades. Salvo maullar las treinta y ocho horas del día, prenderse de la goma de la nevera para robar comida y mirar películas de comedia, mientras come pastel de sardinas y y ojo de bife con salsa a la boloñesa. En fin... ¡un gato más del montón! ¡No hay como mi gatito Dj! ¡Estas maravillas son ediciones limitadas!
Y, tras salir Cindy del baño y ducharme con celeridad, llegaron todos los invitados... incluyendo los primitos paternos de nuestro Isósceles...
__ ¡Hola, familia!
__ ¡Hola, hermana!__ saludé dándole un profundo abrazo a Dirly Joy. Vestía una larga pollera roja y una chaqueta del mismo tono... y tenía el pelo enrulado y perfumado. Y había llegado con su esposo: Gus Shendall: Un prestigioso diseñador de modas, crítico de cine y adicto a los videojuegos. Según me comentó mi hermana, Shendall no sentaba cabeza... y era un casanovas empedernido, hasta que la conoció a ella y juntos, emprendieron su proyecto de vida. De hecho, se conocieron en una de las presentaciones de moda de Gus..
y ¡el flechazo... fue inmediato!, y tras un breve receso musical, ambos aprovecharon para conocerse.
¡Algo como lo que sucedió entre Cindy y yo, hace varios años ya! ¡Wow! ¡Las cosas que uno hace por amor... que de estar soltero, ni loco las haría!
En fin. Olvidé mencionar a mis tres sobrinitos. ¿Qué puedo decir...? ¡Son unos indios! ¡Solo les falta el arco y las flechas! ¡La piel de Judas! Son peores que Chucky, su hijo, Jason y Freddy Kruger juntos. ¡No piensen que estoy loco! ¡Ya verán porqué se los digo!
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Editado: 19.03.2020