El tiempo ha pasado, los días, las semanas o tal vez los meses. En realidad no se ni cuanto tiempo llevo aquí pero me muero de ganas por volver con mi familia, y solo les diré que fue tal mi necesidad que busque y busque por todo este extraño mundo y por desgracia no encontré nada.
Mis esperanzas estaban totalmente arruinadas y destruidas, pero en el ultimo momento un soplo de coraje me hizo recordar a mi pequeña y adorable hija, que aunque tenia un recuerdo vago sobre ella, yo la seguía extrañando.
Gracias a esto pude continuar y por fortuna pude ver en las lejanías una especie de pueblo. Mis ánimos subieron y fui corriendo hacia el pueblo.
Cuando llegue vi a unas personas que parecían muy amigables y pensé en preguntarles sobre el lugar en el que me encontraba, quien me trajo y de el porque estoy aquí. Me posicione con mucho entusiasmo delante de uno de esos aldeanos y le dije:
—Ho-hola ¿me puede ayudar? la situación esta en que un día desperté en este lugar y quería saber si usted sabe algo.
Yo había dicho muy amablemente, pero el aldeano solo me miro por unos segundos y se largo hacia un lugar.
—¡Señor, oiga ayúdeme por favor!-dije muy enojado.
Después de un tiempo de seguir intentando, llegue a la conclusión de que esas personas no me entendían, y por lo que pude observar solo les importan una especie de piedras verdes que para mi son esmeraldas.
Explore aquel pueblo de casa en casa para averiguar mas sobre este extraño lugar pero no encontré absolutamente nada, o al menos así fue hasta que entre a la herrería.
Cuando entre pude observar un cofre de madera en el que habían unas herramientas, y hasta el fondo se encontraba una especie de libro. Ese libro lo podría considerar una guía para personas como yo que no sabían nada ¿Que como lo se? pues eso es gracias a que el lenguaje en el que estaba escrito mi libro era mi mismo idioma.
Eso en realidad me impresiono. Tome el libro y me lo guarde, en ese mismo momento pude escuchar muchos pasos alrededor de mi, me asuste y tome todo lo que había en el cofre y me fui corriendo.
Salí de la aldea con mas preguntas que respuestas, como por ejemplo...
¿Que era ese libro y quien lo escribió?
Ojala pudiera saberlo, pero no hay forma alguna.