La guardaespaldas del Mafioso

Capítulo 38 - Una gran mentira

-¡Deja de ensuciar el nombre de mi familia!- gritó el padre de Erik.

El señor White rió, burlándose de su viejo enemigo.

-¡Ja! ¿Realmente crees que hubiese llegado hasta donde estoy haciendo las cosas de forma honesta?- Se burló rodeando su escritorio lentamente hacia el hombre.

El padre de Erik retrocedió tanteando el arma en su mano.

-Siempre has sido un cobarde, al igual que tu padre… al igual que tu hijo…- lo provocó el señor White.

-No hables así de mi familia- amenazó.

-Tu maldita familia siempre ha estado estorbando. El puesto de líder siempre ha sido para mi hijo Ivan y lo sabes…

-¡Te equivocas! Ese poder era de mi familia, de no ser por…- su voz flaqueó y miró hacia abajo- De no ser por el accidente yo… mi heredera…- dijo cerrando los ojos con fuerza al recordar el pasado.

El señor White aprovechó la distracción de su enemigo para sacar de su chaqueta un arma, apuntando y disparando sin remordimiento alguno.

El estruendo de arma dejó todo en silencio, el hombre levantó sus ojos desorbitados hacia su enemigo y luego bajó la mirada hacia su estómago desde donde comenzó a salir una gran cantidad de sangre. Trató en vano de tapar la herida con su propia mano, pero rápidamente sintió que perdía todas sus fuerzas y caía al suelo.

Con una expresión siniestra en su rostro, el Señor White caminó hasta el hombre herido, cerniéndose sobre él.

-Siempre has sido ingenuo, por eso estoy un paso delante de ti- se burló y se agachó en cuclillas al lado suyo- Has sido un idiota toda tu vida Black… No solo trajiste un bebé bastardo a este mundo, sino que no supiste aprovecharlo ¡Creíste que había muerto en el accidente! Pero siempre estuvo más cerca de lo que creías.

Los ojos inyectados de sangre del Señor Black se movieron hacia los de su enemigo, estaban cargados de terror, quería hablar, preguntarle qué estaba queriendo decir, pero su boca se había llenado de sangre ahogando sus palabras.

El señor White se levantó y sacudió su traje con desinterés.

-No te preocupes, ahora me voy a encargar yo de tu linaje bastardo, para que mi hijo pueda reinar en paz, voy a hacer lo que debería haber hecho desde un principio-

El hombre herido intentó agarrar las piernas de su enemigo pero cayeron con fuerza contra el suelo.

-Eres patético….

-¡Padre! ¿Qué está…?- Ivan quedó congelado en la entrada al ver la escena del despacho.

Su padre lo miró con alivio y sonrió ampliamente.

-Hijo… estás vivo- dijo con orgullo.

Ivan no podía dejar de mirar el cuerpo agonizante del Señor Black tendido en el suelo. De repente sintió pasos a su espalda, encontrándose con la mirada en shock de Erik al ver a su padre moribundo.

-¡Padre!- chilló tratando de acercarse a él.

-Ni un paso más- amenazó el Señor White, apuntando con su arma al joven.

Erik se detuvo en seco levantando sus manos y observó con una expresión cargada de odio hacia sus enemigos.

-Malditos…-gruñó con desprecio.

Sus ojos marrones llenos de impotencia se movieron a los de su padre, que parecían querer decirle algo, antes de que su ojos se cerraran para siempre dando su último aliento.

-¡Hijos de puta!- gritó a ambos hombres desgarrando su garganta-¡Asesinaron a mi padre!

-Vete de aquí Erik…- murmuró Ivan-Ustedes entraron a la casa, ¿Qué esperabas?

-Estás siendo muy amable hijo- exclamó con fastidio su padre, apuntando a la cabeza de Erik-

El joven no se sintió intimidado por el arma, estaba ciego de la ira, quería vengar a su progenitor.

-Vinimos a recuperar lo que es nuestro! ¡El poder siempre fue del grupo Luna! ¡Pero tú nos lo quitaste cuando te deshiciste de nuestra heredera! ¡Clara es la que merece ese lugar no Ivan!- escupió con fuerza.

El joven azabache se giró bruscamente hacia Erik tratando de procesar lo que acababa de decir. Luego miró a su padre que no parecía sorprendido por la confesión del joven Black.

-¿De qué está hablando padre?- preguntó Ivan incrédulo- ¿Heredera? No entiendo…

El señor White apretó con fuerza la mandíbula y apuntó hacia Erik.

Ivan supo en ese momento que su padre estaba ocultando algo y que quitaría a Erik de su camino callándolo para siempre.

-¡Espera!- gritó agarrando el brazo de su padre y evitando que disparara contra el joven. La bala salió y chocó contra un mueble. –

-¡Te volviste loco!- aulló el hombre.

-¡Dime la verdad!- exigió Ivan.

Erik se miró y tocó su cuerpo. Suspiró con alivio al darse cuenta de que la bala no había acertado. Lentamente se alejó de la escena. Sabía que si seguía allí lo matarían y su objetivo era encontrar a Clara y alejarla de esos monstruos.

Miró una última vez a su padre y se despidió en silencio antes de salir corriendo de allí.

-¡Lo dejaste ir!- exclamó su padre intentando pasar por encima de Ivan, pero este se puso firme en medio de su camino y extendió los brazos.

-¿De qué estaba hablando?- Exclamó casi volviéndose loco- ¿Qué tiene que ver Clara con todo esto?

Su padre lo miró lleno de furia.

-¡Esa maldita mujerzuela a la que decidiste que sería buena idea metérsela es nuestra enemiga!

-¡De qué hablas! ¡Estas demente! – negó fuertemente con la cabeza.

-¡Estoy más cuerdo que nunca Ivan! Los Black siempre han sido una piedra en mi zapato, por eso me deshice de sus padres hace años….

Ivan se quedó en silencio mirando directamente a los ojos negros de su padre. No lo reconocía, no podía creer que hiciera algo así.

-¿Fuiste tú? ¡Habías dicho que eran los Black! – Gritó sintiendo sus ojos arder.

-¡Para que no volviera con su familia! Si ella se entera que es la hija mayor de los Black… Hijo… Clara es nuestra enemiga…

-N-No entiendo…

El hombre miró a su enemigo muerto en el suelo, Ivan se giró en shock hacia el cuerpo.

Clara corrió con todas sus fuerzas hasta el despacho de su suegro, rogó a sus adentros que el disparo no haya sido para su amado. Estaba a punto de atravesar la puerta cuando la voz del señor White la paró en seco.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.