La guardaespaldas del Mafioso

Capítulo 39 -La heredera

Clara miró por la ventanilla del coche de Erik cómo la mansión en donde había conocido la felicidad, había hecho el amor por primera vez y había concebido a su amado hijo se alejaba poco a poco de su vista y probablemente para siempre.

-¿Estás bien?- La voz suave y preocupada del joven se escuchó en el silencio de la noche.

Clara no volteó hacia él, no era capaz de hablar ni de mirarlo, aún no podía creer que todo lo que estaba pasando fuera real, quería que alguien la despertara de esta pesadilla.

Sintió la mano de Erik posarse sobre la suya y apretarla con cariño.

-Vamos a salir de esto- exclamó en el aire.

Clara quería creerle, pero no estaba segura de poder superar esto, había perdido al amor de su vida o por lo menos a la persona que ella había creído que Ivan era, pero todo había sido una mentira. Jamás había existido esa persona, solo había sido una máscara.

El tiempo pasaba y cada vez se alejaban más y más de la ciudad, la joven se volteó confundida hacia Erik.

-No vamos a ir a la casa principal, sería un suicidio si nos quedáramos allá, por el momento lo mejor será escondernos del Grupo Sol donde no puedan rastrearnos.

Clara asintió estando de acuerdo mientras acariciaba su barriga.

“Todo sea por mantener a salvo a mi bebé” Pensó a sus adentros.

Llegaron a una hermosa casa de madera a las afueras de la ciudad y que estaba oculta por una gran cantidad frondosa de árboles que alejaban las miradas no deseadas.

-Llegamos- exclamó el joven, bajando primero del coche y ayudando a bajar a Clara tomando su mano.

-Es…. Hermosa- exclamó pensando en lo lindo que hubiese sido compartir un lugar así con Ivan. Con tanto trabajo no habían tenido tiempo de tomarse unas vacaciones a solas.

Sacudió la cabeza con fuerza, alejando sus pensamientos.

“Eso ya no importa, esa vida ya no existe” Se dijo respirando hondo por la nariz y siguiendo por detrás a Erik hacia su nueva vida.

-Siéntete como en casa… puedes elegir la habitación que quieras, luego yo elijo la mía- exclamó el joven quitándose la chaqueta- Mañana mi personal se va a encargar de traer toda una nueva muda de ropa y todo lo que necesites para instalarte. Cualquier cosa que quieras puedes decirme.

Clara no respondió, sentándose de lleno en el sillón y mirando sus propios pies como si fuera lo más interesante del mundo. Sintió que el sofá se hundía al lado suyo.

-¿Estás bien?- preguntó preocupado.

-Aún estoy tratando de procesar todo lo que acaba de ocurrir.- dijo en un hilo de voz.

-Sé que lo amabas… realmente intenté evitar que llegaras tan lejos, no quería que sufrieras Clara…

-¿Siempre lo supiste?

Erik asintió con la cabeza.

-Quise decírtelo la primera vez que nos vimos, pero luego Ivan… y luego creíste que mi familia había matado a tus padres….

-No puedo creer que hayan sido los White todo este tiempo. Debí desconfiar del padre de Ivan, nunca tuvo buenas intenciones- exclamó avergonzada.

Erik sintió con la cabeza y acarició la espalda de Clara.

-¿Desde cuándo sabías que yo…?- preguntó la joven.

-¿Qué eras mi hermana?- sonrió de lado.-Desde pequeño supe la verdad, mi padre, digo… Nuestro padre, se encargó de cultivar mi resentimiento por la familia Sol, que supiera que ellos habían asesinado a mi hermana y a su madre. Pero luego…- miró hacia un costado, como si recordara algo del pasado- Un día te vi… quedé en shock, eres igual a tu madre Clara… Padre me había mostrado una foto de ella y comencé a pensar que quizás no habías muerto.

Clara observó a su hermano con atención sintiendo que sus ojos miel se humedecían, no podía creer que tuviera un hermano menor, era lo que siempre había soñado, pero ahora parecía una maldita maldición.

-Comencé a investigar a fondo sin que mi padre supiera y descubrí que en realidad tu acta de defunción había sido falsificada, entonces supe que eras tú- exclamó con emoción en sus ojos- pero luego…- su rostro se puso sombrío- Conociste a Ivan y él se me adelantó y el resto es historia….

Clara se tiró hacia atrás en el respaldo del sofá.

-No puedo creer que me haya engañado tanto…- dijo con dolor- realmente le creí, todo…

Erik se sintió fatal, quería abrazar a su hermana, había soñado tanto con ese día, pero ahora no era capaz de hacerlo, sabía que aún era un desconocido para ella.

-Debe haberse enterado de la misma forma que yo, cuando me vio hablando contigo quizás temió que yo me adelantara y…

-¿Me llevarás contigo para ser tu aliada? O más bien tu anzuelo para destruir al Grupo Sol?

-¡No Clara! Mi plan no era usarte- exclamó con desesperación- Yo solo… solo quería tenerte de vuelta, donde perteneces.

-Yo nunca pertenecí a esto Erik, mi familia está muerta, la mató la mafia, la disputa entre los dos grupos- dijo con desprecio, sintiendo que lágrimas gruesas y amargas caían por su rostro- Yo no pedí esto- dijo cubriendo su rostro con sus manos.

-Oh Clara…- exclamó Erik, animándose a abrazarla- Lo sé, créeme que yo tampoco, nunca quise formar parte de esto, pero como tú supuestamente estabas muerta tuve que ser yo el heredero- suspiró pesadamente- Sabes… por mucho tiempo te resentí, realmente odiaba que tu pudieras ser libre de todo eso, aunque estuvieras muerta.

Clara descubrió su rostro y limpió con amargura sus lágrimas.

-¿Por qué sigues aquí si esto no es lo que quieres?

-No es tan fácil.

Clara rió con sarcasmo- Ivan decía lo mismo- dijo con dolor.

-Es la verdad… En realidad, ahora que tú estás aquí, todo esto es tuyo, con nuestro padre asesinado, su lugar te pertenece.

-Oh no- exclamó levantándose de golpe del sillón- Olvídalo Erik.

El joven se levantó y la siguió por todo el living.

-Es tu puesto Clara, siempre lo ha sido, yo solo he estado cuidándolo para ti-

Clara negó con la cabeza y se cruzó de brazos, no quería escucharlo. Justo en ese momento algo la alertó, unos suaves golpecitos se sintieron en su vientre que la hicieron frenarse de golpe. Erik casi chocó con su espalda cuando se dio cuenta de que su hermana se había frenado de golpe.




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