La guardaespaldas del Mafioso

Capítulo 42 - Traición

-¿Lo sabías? ¿Desde ese día lo sabías? ¿Y no me lo dijiste?

Nick se soltó del agarre de su hermano sin sentirse intimidado. Si, se había sentido fatal por haber huido de su familia con el secreto resguardado consigo, pero le había prometido a su cuñada no decir nada.

-No quería que le hicieran daño a Clara- exclamó desafiante.

Ivan retrocedió desconcertado. Sintió sus entrañas revolverse y cómo la bilis subía por su garganta ferozmente.

“Todo este tiempo… Clara tuvo en su vientre a mi hijo y había estado tan ciego que no había sido capaz de darme cuenta” Pensó mientras sentía que sus piernas se aflojaban por la conmoción.

Miró con sus ojos negros cargados de dolor hacia su hermano.

-¿Realmente me creíste capaz de hacerles daño?- preguntó desesperado, temiendo la respuesta.

Nick pudo ver el terror en la mirada de Ivan y aflojó los hombros suspirando pesadamente.

-Ivan… estoy seguro que detrás de esa coraza que te envuelve hay un gran corazón, sé que todo lo que haces no es por ti, sino por mí y por Clara…- dijo suavemente, haciendo que su hermano bajara la mirada con tristeza- No era por ti que lo hice… era por padre.

El joven azabache levantó su mirada hacia Nick.

-¿Realmente sería capaz de….?

No pudo terminar de hablar cuando una voz inesperada lo interrumpió.

-Tu hermano tiene razón Ivan, ha hecho bien en huir-

La voz de su padre los hizo saltar en su lugar. Ambos se voltearon hacia la puerta donde estaba el imponente hombre que siempre los había intimidado desde pequeños.

-Tú…. ¿Tú también lo sabías?- Gruñó Ivan, haciendo a un lado a Nick para acercarse a su padre. Pero antes de poder estar un centímetro más y darle el buen golpe que se merecía, dos hombres del Sr. White se pusieron delante de su jefe, protegiéndolo de su propio hijo- Muévanse- amenazó apretando con fuerza las muelas.

-Claro que lo sabía- exclamó descaradamente el hombre- Todos lo sabíamos, excepto tú- se burló.

Ivan intentó ir hacia su padre y arremeter contra él, pero Nick lo sostuvo de los hombros y los guardaespaldas se pusieron firmes como una muralla.

-¿Ahora vas a ir también en contra de tu propio hijo?.

-No me has dejado más opción, hijo.

El hombre hizo una seña con sus manos y rápidamente ambos hombres tomaron con fuerza de los brazos a su hijo mayor.

-¡¿Qué hacen?! ¡Suéltenme!?- Gritó tratando de zafarse del agarre.

-¡Suéltenlo!- suplicó Nick, pero nadie lo escuchó.

-Me has decepcionado una y otra vez, hijo- exclamó el Sr. White mientras se acercaba a Ivan- Pero ya no más, es una pena, te había dado la oportunidad de que hicieras las cosas bien, te dejé todo mi imperio en tus manos, confíe en ti y lo único que hiciste fue bajar mis ganancias y embarazar a la hija del enemigo- Se burló.

-Si le pones un dedo encima…

-Tranquilo hijo, yo no voy a hacerle nada… ella misma va a venir a suplicar de rodillas piedad- se burló.

Los ojos viejos y oscuros del hombre se posaron en su hijo menor, quien retrocedió intimidado por la maldad sin límites de su padre.

-Ahora tú eres mi esperanza, niño… espero que no seas tan incompetente como tu hermano.

-¡Déjalo! ¡Él no tiene nada que ver con todo esto!- gritó Ivan.

-Él es un White y aunque lo haya dejado vivir en su cuento de hadas estos últimos años, se acabó. Ahora tiene responsabilidades que tú no fuiste capaz de cumplir.- El hombre tomó el rostro de su hijo mayor y lo obligó a mirarlo a los ojos- Que quede claro que si hago esto es por tu culpa, prometí que dejaría a Nick lejos del negocio si tu hacías bien tu parte… pero fracasaste- exclamó soltando con fuerza su rostro.

-Tú- miró a Nick- Vienes conmigo, hay mucho que debemos discutir.

-Ni lo pienses- sentenció retrocediendo una vez más. Arrepintiéndose de haber vuelto a casa.

El hombre rió con fuerza, burlándose del menor de sus hijos.

-Eso imaginé. Eres duro, igual que yo con mi padre. Pero ya vas a cambiar…- Se dio media vuelta hacia la puerta- Ahora ven conmigo… a menos que quieras que tu hermano sufra.

Nick miró a Ivan con desesperación. Su hermano mayor trataba en vano de zafarse del agarre de los hombres mucho más grandes que él.

Ivan no quería ver a su hermano, estaba avergonzado. Su padre tenía razón, había fracasado, no había podido proteger a Nick. Y ahora la vida de Clara y su hijo peligraban solo por su culpa.

Nick intentó cruzar miradas con su hermano, pero este la esquivó.

Decepcionado el joven bajó la mirada y siguió cabizbajo a su padre.

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Clara se encontraba guardando en un bolso de maternidad todo lo necesario para recibir a su hijo al mundo el día de mañana, justo cuando su móvil sonó. La joven se congeló en su lugar, se había tomado el trabajo de bloquear a Ivan y restringir las llamadas desconocidas para que nadie del Grupo Sol intentara contactarla.

Solo lo tenía para hablar con Erik si este salía de casa o si alguna vez tomaba el valor para hablar con su tío o su amiga.

Se acercó al móvil con nerviosismo, pensando lo peor. Cuando vio que el número era de Nick. Lo pensó por un momento antes de atender.

Realmente había intentado los últimos meses alejarse de los White lo más posible. Pero con el menor del clan era diferente, él era distinto a su hermano y a su padre, no merecía ser ignorado.

Además debería admitir que lo había extrañado todo ese tiempo, se había preguntado una y otra vez si había logrado rehacer su vida lejos del Grupo Sol.

Emocionada por escuchar las buenas nuevas del joven, levantó la llamada.

-¿Nick?-habló con un poco de desconfianza.

-¡Clara!- la voz inconfundible de su cuñado sonó del otro lado- ¡Tanto tiempo! Pensé que no ibas a atenderme….

Clara liberó una risita relajada y se sentó lentamente en la cama, sosteniendo su barriga gigante que dificultaba todos los movimientos.

-Dime Nick… ¿Cómo has estado? ¿Qué ha sido de tu vida?




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