1
Hace seis meses.
Thomas y Nat estaban en una parte oculta de unos de los bosques más tenebrosos de Estados Unidos era el "Bosque Elfin" que estaba ubicado en California, sus árboles tenían ramas gruesas y ondeadas. Los mortales tenían miedo de entrar al lugar ya que eran muchas leyendas he historias que rodeaban al lugar y era el lugar perfecto para ocultar a Death, sin embargo siempre hay algún curioso que se adentra al bosque.
Thomas debía darle parte de la energía que había acumulado por un año. Cada vez que lo hacía se sentía más débil — ¿Estas bien? — le pregunto Nat a Thomas, verlo hacer esto cada año desde hace más de 150 años era difíci.
— No — dijo. El aliento le faltaba y apenas podía sostenerse.
Nat sirvió de apoyo — Debes escoger a alguien porque esto te está matando, no puedes hacer esto solo y cuando tu energía no sea suficiente para Death no podrás protegernos.
— Ya lo se — los rayos del sol llegaron a Thomas y eso le dio energía y vio huellas que habían salido de la cueva de Death. — Al parecer está despertando y la energía humana no es suficiente para el.
— Deberíamos moverlo, los humanos son más arriesgados y lo verán.
— Si lo hacemos los primeros lo sabrán y lo despertarán — se arrimo a unos de los árboles que estaban entrecruzados. — Pero si, debo elegirla.
Thomas cayó al piso y Nat abrió un portal hacia su casa, arrastro a Thomas atravez del portal y le dio una bebida que provenía del extracto de la flor del lobo, eso lo ayudó.
— ¿Hablaste con Scott? — pregunto Nat.
— Si pero al igual que tu insiste en que debo encontrarla o sino el vendrá.
— Debemos irnos, volver a casa, Olivia estará bien.
— Creí que era tu mejor amiga.
— Eres la persona con la que he convivido los últimos cien, doscientos o trecientos años, eres mi mejor amigo y no quiero que nada te pase.
— Nos iremos después de la graduación — se abrazaron y en ese abrazo Nat le dio un poco de su magia sin que el lo supiera, así es como ha sobrevivido los últimos cincuenta años.
2
Olivia siempre recordaba la primera vez que tuvo con Ciro o la vez que descubrió que era vampiro o la primera que lo conoció y no fue exactamente en su adolescencia, tiene un vago recuerdo de él salvándola de una bestia cuando tenía ocho años.
Pero su primera vez no fue algo que una virgen disfrutaría, más bien, nadie disfruta su primera vez, lo que la hace recordar esa primera vez fue el dolor, la sensación, la brusquedad pero sobre todo, la mirada de lujuria de Ciro con la que la miraba.
Nunca fue amable y no esperaba que lo fuera aquella vez pero no quería morir virgen y Ciro era perfecto para dejar de serlo, sin embargo, ella cree que el momento en el que se obsesionaron con el otro fue el después de aquella primera vez.
Tomo dinero de emergencia del cajón de sus padres y salió para ir a la cafetería del pueblo. Su comida no era tan buena pero su batido de mora si lo era.
Se puso un saco holgado negro con capucha y unos pantoles flojos. Camino con las manos en los bolsillos y iba escuchando música. En medio del camino sintió una mano en su hombro y al voltear a ver era Ciro
Se saco sus audífonos y espero respuesta de él. — Es bueno verte, creí que te quedarías un poco más — le dijo.
— Dijiste que me quedara hasta que durmieras y eso hice, me fui con la poca dignidad que me quedaba.
— ¿Así que acostarse conmigo es perder parte de tu dignidad? ¿Querías que fuera delicado? sabes que yo no hago eso.
Olivia se puso su capucha y se acerco más — Lo que paso anoche ya paso, yo fui la que lo busque y no te pido nada, solo déjalo, además no creo que acostarte conmigo sea algo que hables con tus amigos — volvió a ponerse los audífonos y siguió su camino.
Ciro interrumpió su camino y la tomo del cuello con suavidad para detenerla y obligarla a verlo.
— ¿Cómo es posible que no te interese después de cómo te hice sentir?
— Porque mi vida ya es mala para aumentarle más drama — quiso apartar su mano del cuello pero el la apretó sin hacerle daño y parecía disfrutarlo.
Ciro la miro fijamente para hipnotizarla — Dime la verdad.
— Me repugna el echo de que al tocar tu piel no sentí nada más que frío, agradezco que tuviste tacto al principio pero era como tener un témpano de hielo sobre mi.
El agarre de Ciro se volvía más fuerte y Olivia quería soltarse. — ¿Si te digo que puedo calentar mi cuerpo a una temperatura normal? ¿Volverías a mi cama?
— Demuéstralo — dijo con la poca voz que le quedaba.
Ciro la soltó y salió de su hipnosis. Olivia al fin pudo respirar.
Gracias al poder de llamas infernales de Ciro su cuerpo se sentía normal y caliente.
— Tócame — le pidió a Olivia.
Ella extendió la mano pero era poco paciente así que la agarro y la acerco a su pecho.
— ¿Sientes el calor? — la tomo con suavidad de las mejillas y con esa suave voz que le hacia sentir cosquilleo — Ahora, dime qué te repugno.
Olivia se aparto y se acomodo la capucha — Dejare la ventana de mi cuarto abierta, tu sabrás.
Le dejo la invitación para visitarla y ella fue al restaurante para comer algo pero él la siguió sin que lo notará y no era primera vez que lo hacia.
3
Pedir que el verano en Kendelltar fuera cálido como en otros lugares era como pedir un milagro o era un echo que pasaba rara vez y aquel día en el que los Jones volvieron a toparse con las llamas infernales no fue la excepción.
Ambos disfrutaban tomando una limonada cerca de la piscina de su casa, ya que suponían que muy pronto recuperarían a su hijo y se habían liberado de Olivia.
— Este calor me hace extrañar un poco el infierno — escucharon aquella voz que tanto les atemorizaba y lo vieron sentado en una de las sillas de piscina sin haberse dado cuenta que había estado ahí desde hace unos minutos con sus lentes de sol negros, su pie pálida y un abrigo largo de cuero rojo.
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Editado: 31.10.2024