1
Estaban en el centro de entrenamiento Scott y Olivia, ambos estaban sudorosos y acalorados pero no cansados. Olivia después de dos meses había pasado al siguiente nivel de entrenamiento y si seguía en ese ritmo podría alcanzar a los de su edad.
— Tomemos un descanso — sugirió Scott y fue por dos botellas de agua, le lanzó una a Olivia y ella la atrapó sin problema.
— Debo felicitarte, los dos primeros meses no te vi esperanza pero los siguientes dos me percepción fue cambiando y ahora estoy convencido que puedo hacer brillar a cualquiera
— Usted es todo un comandante diamante — dijo Olivia como si fuera un cumplido pero no pudo evitar dejar salir una risita porque todos sabían el porque de ese apodo excepto Scott.
Olivia se sentó en el piso cruzando las piernas y Scott hizo lo mismo — De todas maneras tal vez me vaya en un mes, o en un año
— ¿Enserio iras a la universidad?
— Me refiero a que puede ser que mañana encuentren a la guardiana de la luna permanente, de todas maneras gracias por enseñarme aunque al principio era realmente insoportable, ahora parece ser más flexible.
— No hace falta ser tan severo cuando se ve mejoría, además soy un alfa, un líder y seré tu líder en tu primera misión — dijo Scout haciendo énfasis en "tu".
El corazón de Olivia empezó a latir a toda velocidad por el miedo de lo que le acababa de decir Scout. — ¿Mi que?
2
Mientras tanto en la otra parte del punto, para ser exactos en uno de los países asiáticos mas populares del momento necesitaba la intervención de los cazadores de Kendelltar, debido a que se estaban rompiendo acuerdos e invancion de territorios.
Esto era un código B y para esto se necesitaba al equipo conformado por Nat, Scout y Thomas y ocasionalmente a Ciro pero esta no era la ocasión. Usualmente solo se necesitaba de los tres pero solían darle el honor a uno de toda la academia de acompañarlos.
Esta ocasión era el turno de Oliva, hubo varias objeciones debido a que había más personas preparadas y que habían estudiado por más tiempo que ella pero nadie debía podía cambiar la decisión de Scout una vez tomada.
— ¿Estas seguro de que Liv está lista? — pregunto Nat estando en la sala de juntas.
— Yo la entrene así que si y si falla sabré que puntos entrenar — Scott se cruzo de brazos al ver inseguridad — ¿Alguna vez les he fallado? — el sabía que esa respuesta no tendría un si y fue cuando los tres se transformaron con sus vestimentas negras.
Los tres caminaron hasta el patio de entrenamiento y era donde Olivia los estaba esperando junto con los demás cazadores en entrenamiento. — Hay que irnos ¿ya tienes tus armas listas?
— Si — dijo Olivia con nerviosismo.
Los ojos de Olivia brillaban más y eran más grises al mirar a Scott — Si, estoy segura — bajo la mirada al decirlo y Scott ya tenía su primer punto débil.
Ella se cambió y camino detrás de los tres. Nat abrio un portal que los llevó directamente al lugar al que debían acudir.
Olivia sintió nauseas al cruzarlo, ella enseguida se dio cuenta donde estaban, estaban en Japón, Tokio. Siempre había querido ir allá pero debía concentrarse y demostrar que podía.
— Bien, quiero que Thomas vigile desde arriba, yo iré por abajo, Nat y Olivia vean que información consiguen sobre los vampiros de almas y se ven a uno no duden en matarlo, el destino de los acuerdos con Japón está en riesgo — Scott dio la orden y los demás obedecieron.
Nat y Olivia fueron al centro de la ciudad porque donde más personas habían, era más probable que hubiera vampiros escondidos. Nat le cambió la vestimenta a Olivia para que pasara desapercibida y le enseñó cómo esconder su arma pero sus ojos no podían cambiar de color así que tuvieron que improvisar y ponerle lentes de sol.
— ¿Y exactamente que son los vampiros de almas?
— En vez de chupar tu sangre, chupan tu alma, tu esencia — respondió Nat.
— ¿Y porque este tratado es muy importante?
— Todos los tratados con Asia son importantes ya que aquí hay seres que no hay en cualquier lugar pero son muy peligrosos y hubo un tiempo en el que estaban esparcidos por varios lugares y era difícil controlarlos y a cambio de que se quedarán en su país de origen nosotros dejaríamos de cazarlos.
— Pero si estamos aquí es porque respetaron el tratado ¿no?.
— Si pero se esta saliendo de control y según informes algunos se están revelando y hay seres de nuestra localidad que participan.
— ¿Así que ellos no pueden salir de Japón pero los nuestros pueden entrar?
— Si, es absurdo — admitió Nat. — Pero es la ley — sin darse cuenta ambas llegaron a un bar que era popular entre mortales y inmortales.
Nat volvió a cambiarle la vestimenta a Olivia para entrar al bar. Si Olivia siguiera siendo humana solo se hubiera sentido intimidada por tantas miradas sobre ella pero sentía miedo por que sabía quienes eran sobrenaturales y quienes inocentes mortales.
— ¿Que hacemos aquí? — pregunto Olivia a Nat.
— Tenemos que buscar más información y muchos hacen y dicen lo que quieran con luz de luna.
— ¿Luz de luna? ¿Qué es...
— No hay tiempo para preguntas encontré a uno — Nat dejo a Olivia sola en medio de todos pero ella subió a un punto donde pudo ver a Nat coqueteando y conversando con un tipo muy peludo. Pensó que tal vez sería un lobo por tanto pelo pero no podía asegurarlo.
El tipo solo se dio la vuelta por cinco segundos y Nat tocó el vaso del hombre peludo cinco veces, luego lo soltó. Olivia se concentro tanto en ellos que comenzó a escuchar lo que hablaban.
Nat estaba hablando en japonés pero ella podía entenderla a la perfección. Tal vez sea por Thomas y por la vinculación que tenían, el hablaba varios idiomas — ¿Y cuanto llevas en Tokio?
El hombre peludo bebió el vaso — Unos cinco años.
— ¿Sabes algo de los rebeldes de aquí?
— No — se mostraba somnoliento.
— ¿Sabes de alguien que lo sepa?
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Editado: 03.09.2025