La Guardiana de las Sombras I

Capítulo II

-¡¿Que?!

¿Qué fue lo que dijo? ¿Que somos de otro planeta? ¿Que realmente no es mi tía? No entiendo nada, si no es mi tía, ¿quién lo es? ¿Siquiera tengo tía? Espera, todo esto no puede ser verdad, debe ser una broma o algo así.

-Aroa, sé que esto es duro de asimilar, lo entiendo, no es fácil darse cuenta de que todo en lo que creías no existe. Pero es la realidad, tu madre y tu padre eran mis mejores amigos, pero si alguien se enteraba que tú existías te habrían matado también a ti, por eso te encargaron a mi cuidado y yo te llevé lo más lejos que se me ocurrió y donde sabía que nadie te iba a buscar, aquí, por lo menos hasta que crecieras y tuvieras la edad suficiente para volver. Ahora ya tienes 17 años y yo me encargué que desde pequeña fueses instruida en diferentes artes marciales y dominio de armas y estás lo más preparada que podrías estar.

-Tía Fara... ¿Has tomado algún medicamento extraño? ¿Tú te sientes bien? ¿Quieres que llame a un médico o algo?

-¿No me crees?- abre los ojos del asombro, como si esa idea no se le hubiera pasado por la cabeza- Escúchame, es la verdad, sé que dentro de ti sabes que es la verdad, ese colgante que te di es muy especial, nadie lo podrá tocar si no eres tú. Tú no eres humana, ¿no te has dado cuenta? ¿En serio crees que nuestro pelo se debe a una mutación en los pigmentos? En nuestro planeta, Îryş, existen tres razas principales: los shrobbys, que se les puede identificar por su pelo y ojos verdes; los skys, que los tienen azules; y los silverys, como yo, que tenemos los cabellos y ojos plateados y blancos, tú...

-¡Ya basta!- me levanto furiosa -Suficiente con esta absurda broma, por favor- me empiezo a ir hacia la puerta, pero me giro cuando me llama.

-Espera, Aroa- ahora ella también está de pie -tienes que creerme, tenemos que irnos ahora mismo, ya tu poder es demasiado fuerte para seguir ocultándote por más tiempo. Tenemos que volver a Îryş, tú necesitas formar tus habilidades, allá pasarás más desapercibida que aquí...

-Oh, por favor, ¿en serio esperas que me crea todo eso? Ya el chiste perdió la gracia.

Fara vuelve a suspirar cuando dice: - está bien, te daré un tiempo para que lo asimiles, pero no te puedo dar mucho, estamos en peligro, ya te han detectado y no tardarán en venir a buscarte, tenemos que irnos pronto. Piensa en lo que te acabo de decir, ¿vale? Ya te puedes ir si quieres, ya tendré tiempo para explicártelo todo mejor.

Se sienta en su escritorio y yo me voy, si se piensa que le voy a creer algo de ese disparatado cuento, lo tiene claro. Esta broma absurda me molestó mucho y eso que yo amo las bromas y lo chistes, no puedo ni siquiera pensar que me molesta tanto porque quiero que ese cuento sea verdad.

Voy a mi cuarto en el tercer y último piso y aunque son solo las seis de la tarde y mañana tengo colegio me ducho y preparo para salir a uno de los pubs que frecuento y que me dejan entrar desde que tengo 15 años, necesito gastar un poco la adrenalina que siento desde que entré en esa oficina ¿y qué mejor forma de hacerlo que bailando?

♥★♥

Abro la cerradura de casa y me meto dentro, aún no había anochecido completamente cuando decidí irme del pub. Al final me reconocí a mí misma que mi tía o lo que sea me dijo la verdad, algo muy dentro de mí me dice que es cierto, que no pertenezco aquí. Además que sea de otra especie justifica por qué no me atraen más los chicos que los perros. He vuelto a casa dispuesta a aceptarlo todo, a irme de aquí a donde sea que me corresponda.

Todo luce normal: los ventanales dejan entrar los pocos rayos que se derraman del rojizo atardecer, todo recogido, los pasillos limpios y las paredes en colores pastel cogen un tono anaranjado donde los ases de luz las tocan.

Me dirijo a la oficina de tía Fara, ya que estoy segura de que aún se encuentra ahí organizando los miles de papeles que siempre tiene en el escritorio. Cuando entro a la habitación efectivamente está ahí, pero me la encuentro leyendo un libro enorme que nunca antes había visto, y yo me he leído casi todos los libros de su biblioteca, está enmarcado con una piel escamosa rojo oscuro, las páginas del color amarillo que toman las hojas cuando son ya muy viejas están escritas con tinta negra, pero desde donde estoy no logro discernir qué dice.

Cierro la puerta y ella levanta la vista, nunca ha necesitado usar gafas para leer, apesar de su edad (aunque tampoco aparenta la edad que debería tener), antes pensaba que solo tenía muy buena vista o mucha suerte, ahora me pregunto si no será porque es de otra especie, ¿cómo dijo que se llamaba? Silverys creo.... en inglés eso sería plateados. ¿En ese planeta hablarán inglés como aquí?

-Has regresado, muy bien, tenemos que irnos, no estoy segura de cuánto tiempo nos queda antes de que ..... ¿Qué es lo que llevas puesto?

Mira con desaprobación mi ropa, nunca le ha gustado mi nuevo estilo de friki y hoy estoy usando ropa un tanto descarada hasta para una chica mala, así que entiendo su reacción. Antes de que pueda responderle me interrumpe y se pone de pie.

-Bueno, da igual, escucha no hay mucho tiempo, tenemos que tomar un portal hasta Îryş- cierra  el libro y camina hacia mí con él en las manos.

-Lo siento por haberme ido así, solo... no me podía creer lo que me estabas diciendo... es todo demasiado irreal...

-No te preocupes, mi fernangetta- me acaricia la mejilla y me mira con ternura -Sabía que harías lo correcto y volverías, ahora apresurate que tenemos que irnos ya.

-¿Allá qué idioma hablan?

Abre la boca para responder, pero ambas salimos despedidas hacia la pared opuesta golpeándonos contra la librería que está detrás del escritorio.

Cuando recupero la vista estoy en  el suelo y tía Fara ya está de pie lanzando unos destellos blancos de las manos contra tres hombres con armadura plateada brillante y... ¿Espadas? Wow.

Un brillo rojo llama mi atención y veo justo a mi lado  el libro que Fara estaba leyendo cuando entré, lo cojo y me sorprende su tacto liso, pero firme y lo ligero que es a pesar de tener tantas páginas.
Vuelvo mi atención a la pelea y veo a uno de los hombres desmayado en una esquina, o al menos quiero creer eso a que esté muerto, y a los otros dos luchando con mi tía que ya tiene una espada (la del caído). Tía Fara es muy buena con la espada, nunca pude derrotarla cuando nos enfrentábamos, pero esta vez lucha contra dos y también parecen ser muy buenos.



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En el texto hay: aventura, amor, magia

Editado: 25.08.2020

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