Larah corrió al cuarto del bebe al entrar, todo estaba normal, la música sonaba y los peluches estaban ordenados al ver en la cuna, esta estaba vacía.
-Como dijo la Ninfa revisa más y más-
Dijo Tea volando sobre ellos.
Larah levanto las sanas y el pequeño colchón cuando sintió que caía busco de gritar, pero caía tan rápido que solo pudo ver a Pempe y Tea dando vueltas en el aire cuando de pronto caen en un suelo muy suave.
-Donde estamos-
Se pregunta Larah mirando alrededor.
-El suelo es muy suave-
Dijo Pempe saltando.
Lara estuvo revisando el suelo y era como si todo estuviera hecho de colchones miro a todos lados, el lugar era muy grande, todo estaba a media luz y se escuchaban sonidos de respiración, aunque el calor era lo que más fuerte sentían.
-Este es un mundo de alguna de las criaturas que se llevó a tus hermanos-
Dijo Tea colocándose en el hombro.
Empezaron a caminar por un largo rato, aunque era algo difícil caminar, era mucho más fácil gatear o saltar.
Mientras gateaban y saltaban empezaron a notar huevos a su alrededor de muchos tamaños ya sean grandes o pequeños algunos eran negros de tamaño de un perro pequeño mientras otros eran más grandes de un color blanco con puntos verdes los huevos rodaban por el suelo y se podía visualizar que venían de un gran nido muy grande hecho de muchas almohadas con bordes de colores al llegar al nido es en centro estaba dormido un gran dragón de color negro verdoso tenía varios huevos entre sus garras y un humo negro salía de su cuerpo sus ronquidos se escuchaban muy fuertes.
-Buenas señor dragón-
Dijo Larah mientras Pempe y Tea se esconden detrás de ella.
El dragón abrió sus ojos, se levantó y estiro las alas y miro directamente a la niña con una voz muy grave, dijo.
-¿Quién eres humana? Que te atreves a entrar en mis dominios-
-Soy Larah la guardiana y vengo a buscar a mi hermana-
-Guardiana de que humana y tú eres la única humana aquí-
-Tengo conocimiento que mi hermana pequeña está aquí te pido por favor si sabes dime algo-
En ese momento entre las patas de aquel dragón se asomó Kim gateando, estaba muy feliz, reía mucho.
-Ella es mi hermana la que tienes entre tus garras-
El dragón levantó al bebe y le dio un beso y la devolvió entre sus patas.
-Ella es mi bebe, nació hace poco-
-No estas, equivocada ella es Kim no nació por huevo ni nada de eso, tiene un año de edad… la amo-
Dijo esto Larah llorando.
-Como entraste a mis territorios, nadie puede no sabes siquiera quién soy-
-Eres un dragón, yo soy Larah la guardiana de AQUELLOS SON VOZ DE LOS QUE ESTÁN OLVIDADOS, por eso pude entrar-
-Ya veo, debes tener algo de razón, hace unos días un ogro intento entrar y luego nació mi bebe y la llame destructora como mi nombre, la gran destructora de las sombras-
-Te voy a demostrar que ella es mi hermana para que la entregues ese ogro quería atraparla y debo ponerla a salvo-
-Pero que dices, si ella aquí está a salvo te la quieres llevar para que esa horrible criatura la atrape-
-No, yo la voy a proteger-
La madre dragón salió de su nido mostrando su enorme tamaño, camina hasta Larah y la miro directamente a los ojos.
-Soy un dragón de la oscuridad, me alimento del miedo, crees que tú podrás tener a destructora más segura que yo-
Larah retrocedió el dragón, tenía razón, no sabía qué hacer.
-¿Cómo te demostramos que podemos tenerla a salvo?-
-cosa pequeña de traje rojo solo les pudo decir derroten al ogro y si lo vencen les devolveré a destructora no soy tonta, sé que ella no nació de mis huevos, pero como una madre no puedo dejar a un bebe en donde esté en peligro.
-Está bien dejaré a Kim si me prometes que la cuidaras y la devolverás cuando el ogro no esté-
Dijo Larah llorando, apretando fuertemente sus puños.
La madre dragón tomó a Kim y la acerco a Larah estas se abrazaron.
-Cuentas con mi apoyo para derrotar al ogro, ahora márchate-
Al decir esto, la madre tomo Kim y la devolvió al nido.
Larah salió corriendo sin rumbo, Pempe y Tea la siguieron hasta notar que ya estaba en la habitación de nuevo.
-¿Qué debemos hacer?
Se preguntaba Larah.
-Creo que es el momento de pelear-
-Es el momento de que use toda mi fuerza de gnomo para ganar-
-Te daré toda la magia que tengo de las hadas-
Larah salió de la habitación en la casa, no se escuchaba ningún sonido, pudo notar y ver el cuarto de su madre abierto y se acercó al entrar, sé cerró la puerta detrás de ella y pudo ver al gran Ogro Fiu Fiu sonriendo.