-Tal vez no sea grande ni fuerte, es muy probable que no tenga la fuerza para detenerte, pero sabes algo, voy a luchar por cada uno de mis hermanos, por mi madre y por mí y no voy a parar de luchar ni de moverme hasta ganar-
El ogro acarició el cabello de la niña y luego la tomo por el cuello, Pempe y Tea buscaron de meterse.
-No aléjense no dejaré que les haga daño-
Pempe y Tea se escondieron debajo de la cama.
-Es gracioso tanto tiempo, tantos planes y ahora estás aquí sola para mí-
-Me vas a comer o solo me vas a matar por ser la guardiana-
El ogro la soltó y empezó a reírse.
-No sé dé que me hablas comerte, podríamos decir que sí-
Las lágrimas brotaban sola del rostro de Larah.
-Estoy lista enfréntate a mí-
El ogro la lanzo al suelo, ella buscó de levantarse y él la volvió a empujar, la tomo por el cabello y le dio una cachetada tan fuerte que ella sintió que se desmayaba, pero aun así se paró frente a él en ese momento Pempe salió y se colocó al frente del ogro.
-Larah yo soy y será tu escudo una vez protegí a tu madre y es el momento de entregarme a ti-
Al decir esto, Larah lo tomo en sus manos y él se transformó en un pequeño escudo rojo.
-Verte pelear nos da fuerza y aunque hoy me extinga hoy te daré toda mi fuerza-
Dijo Tea colocándose en la otra mano de Larah y quedando convertida en una espada.
Larah se paró nuevamente frente al ogro que los observaba, riéndose junto a su escudo con un gran brillo rojo y su espada que brillaba con un gran dorado lista para enfrentarlo.
-Ven de una vez ogro asqueroso-
El ogro corrió y golpeo a la niña, pero esta logro resistir la fuerza del ogro Larah al mirar al ogro pudo ver su furia y su rostro más real, sus colmillos brotaban y sobresalían, sus ojos se volvían negros empezó a golpear a Larah en repetidas ocasiones, pero ella resistía le salía sangre por la nariz sentía que no podía más que se desmayaba, pero aun así Larah resistía.
-Muere entonces si no vas a ser mía no serás de nadie-
Al decir esto, el ogro golpeo con todas sus fuerzas a la Larah en el estómago, quedando la niña de rodillas, pero aun así se volvió a levantar.
-Yo soy Larah la guardiana tú ya perdiste-
El ogro se abalanzó y busco de tomar a Larah cuando la esfinge apareció volando y lo ataco evitando que tome a la niña un centauro, entro corriendo al cuarto, tenía montada a la Ninfa y el sátiro apareció con un palo golpeando al ogro todos estaban protegiéndola luchando por su guardiana.
-Ya basta-
Grito el ogro lanzando a todos por los aires.
Larah tomo su espada y su escudo y lo miro fijamente.
-Es hora que te derrote-
Todos en el cuarto se levantaron y se colocaron al lado de Larah cuando una sombra oscura apareció detrás de ellos mostrando así a la madre dragón, todos corrieron hasta donde el ogro y lo derrumbaron, empezaron a golpearlo y el dragón lo sostuvo con sus grandes garras y lo miro cara a cara.
-Por parte de todos esos niños que destruiste-
Lanzando una ráfaga de fuego negro con verde directo a este incendiando todo su cuerpo, los demás le lanzaban cosas, el ogro quedo inmóvil entre las llamas oscuras.
Larah sentía que no podía moverse, solo sonrió cuando se desplomó al suelo quedando inconsciente.
Se escuchaban ruidos de personas hablando cuando Larah abrió los ojos, estaba en una camilla, una mujer la revisaba, pudo ver a su mamá a lo lejos, tenía a Kim en los brazos al verlo, Larah empezó a llorar su mamá al escucharla corrió y todos sus hermanos aparecieron corriendo hasta la camilla.
-Mi amor estas bien-
Dijo la madre abrazándola.
-Ella estará bien, tiene muchas heridas y no va a poder hablar por los momentos, tiene la quijada fracturada, la llevaremos al hospital y estará bien, dijo la mujer-
La mamá la tomo de la mano mientras lloraba.
-Perdón hija tenías razón-
Decía la madre sin parar de abrazarla.
Larah fue llevada al hospital donde fue atendida y pasaron varios días.
La madre de Larah llevándole unas flores al hospital, Larah estaba dormida, esta se sentó a su lado, Larah su vida ya no será igual.
-Veo que ganamos-
Dijo Pempe apareciendo.
-Él me engaño y casi destruye a mi familia, no sé que hacer y menos si ella ahora es la guardiana-
Dijo la madre mirando a Pempe.
-Tú lo fuiste una vez y ganaste, ahora le toca a ella y pronto ganará como lo hizo ese día contra fiu fiu-
-Tú y tea eran mis grandes tesoros por favor protéjanla todos ustedes-
Al decir esto pudo ver en la habitación las demás criaturas, todos estaban al lado de Larah.