La Guerra de las Razas

Capitulo tres. ( El último humano de Gaia)

Llegó a un planeta que agonizaba. Al entrar a la atmósfera, la nave iba ganando velocidad acelerada y tuvo miedo de morir, porque pensó que la nave no resistiría el impacto.

 Pero aunque si resistió la entrada a Gaia,
Si tuvo algunos disturbios la máquina. 

Primero; Las brújulas de los mapas estelares se volvieron locos.

segundo; Sufrió corto en algunos cables al entrar, ya que este, quiso incendiarse.

 Pero al llegar al suelo extremadamente caliente del polvo, contrarrestó el incendio exterior de la nave.

Quedó aturdido un momento, como cuando percibes una explosión de cerca. Se escuchaba ese zumbido en los oídos, estaba desorientado y un poco confuso.

 y entonces....

Todo se aclaró. Abrió los compartimentos que daban salida exterior y la visión fue sobrecogedora.

Parecía algo peor que un desierto.


Había cadáveres de animales, aves y los pocos insectos que quedaban se devoraban unos a otros para sobrevivir.

Era algo realmente desalentador, se veía una sequía tremenda, pues ya el piso se veía agrietado debido a la sequía, también se veía que las placas tectónicas se habían movido bastante de sitio, era algo extraño, no había hielo pero en la noche los fríos eran excesivos y de día los calores eran tremendos.

No se imaginaba que existía un lugar tan triste y árido, había conocido muchos planetas y asteroides pero ninguno tan cruel como eso.
Espero a que bajara la temperatura.
Cuando el sol estaba por esconderse se empezaba a sentir el como el frío recorría su espina dorsal.

Bajo de la nave y a continuación miro a su alrededor girando sobre sí mismo 160°,  no había nada de espectacular para mirar; era solo arena. Decidio sacar algunos frascos de provisión y dejó solo uno.

Se fue a explorar. Notó que había un muy mal olor, un hedor si cabría decir. Había unos charcos de agua negra y basura de extraños materiales para el, todo en fin era muerte.

Vislumbró que la tierra que pisaba cambiaba un poco de material, era algo un poco más firme de caminar, tanto que se oía el eco de sus propios pasos.

Ya casi amanecía, a la tenue luz del sol se veían edificios altísimos derruidos ya cayéndose.

Y notó que alguien lo seguía.
Se giró, observó con detenimiento y no vio a nadie.

- Ya debo estar cansado- pensó- ya estoy escuchando cosas.

Volvió sobre sus pasos pero otro ruido más lo detuvo a medio camino.

Noto unos cabellos queriendo asomarse de detrás de un muro al cual ya se le había caído una esquina y la pintura o lo que quedaba de ella se veía en muy mal estado, lleno de mugre y garabatos.

- Quién está ahí? Ya lo ví, salga por favor, estoy armando, si intenta hacer me algo lo lastimaré.

El hombre salió temblando con las manos en alto como si le hubiese amenazado con un arma, pero un cuchillo era todo lo que traía consigo.

Era De un anciano, su piel era de color Obscuro, casi rojo.
Era extremadamente Delgado y se le alcanzaba a ver las costillas, se diría que estaba muy enfermo. Quizás cáncer de piel? O leusemia o algo muy grave. Pero además no estaba peinado y tenía una enorme bárbara que se extendía hasta el pecho.

Se le veían los ojos llorosos, como de un hombre que había sufrido mucho.

Se acercó temblando y se quedaron mirandose fijamente por varios minutos, lo que pareció una eternidad.

El hombre tosió con violencia y se acercó otro paso más y Jeremy dió un paso atrás.

El hombre al ver esto volvió a toser y se rebuscó en los bolsillos de sus rotos y mugrientos pantalones y le estiró la mano con el papel.

Jeremy dudo un momento pero con cierta desconfianza tomo el papel, lo desdobló...

Se quedó con la boca abierta,
Aquel hombre le entrego sin conocerlo un prototipo de una especie de maquina, con números
Lo que parecía un instructivo o algo similar.

El hombre junto sus manos como con vergüenza, esperando su reacción.

Por fin Jeremy esboso una tímida sonrisa. Está vez el hombre le sonrió abiertamente enseñando uno o dos dientes, parecía que ya había perdido muchos dientes.

El anciano se acercó de nuevo a Jeremy y en está ocasión, no retrocedió.

El hombre hizo algo extraño,
Levantó el dedo señalandolo, pero solo tocó con el índice su frente....



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En el texto hay: cienciaficcion, aventura, aliengenas

Editado: 03.07.2019

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