La Guía del Corazón

Curioso curioso ¡Quiero saber más!

Ha pasado aproximadamente dos semanas desde que conocí al estúpido Princeso basta con saber que nos llevamos como los mil demonios, no le aguanto que me subestime, el Princeso y yo, hasta ahora, solo nos insultamos mutuamente cuando no estamos a la vista de nuestras Madres, sobretodo la Reina de Crystal, porque ella cree que hacemos bonita pareja.

Mis clases han ido bien, mis profesores me felicitan por mi mente curiosa, pero esto no atrae por completo mi curiosidad, quiero saber más de este mundo pero estos profesores no podrán enseñarme lo que quiero, tendré que esperar hasta llegar a los 15 años para ver si en la Escuela de Magia me enseñan todo. 

Recientemente he escuchado que vendrá un Alquimista a casa, mis Padres se lo han comentado a los sirvientes, para que preparen una habitación con las condiciones para ser Alquimia, además de una habitación con las cosas básicas para cualquier persona pueda estar tranquilo, quiero conocer a esta persona, creo que será interesante ya que esa persona habrá viajado por todo el mundo, ¡Seguro conoce muchas cosas las cuales yo también quiero saber!. 

Mi vida en general ha estado tranquila, además de mis discusiones con el Princeso, todo ha estado pasando como si fuera un sueño, quiero decir ¡Tengo un cuerpo sano! Puedo correr, escalar árboles, abrazar libremente a mis Padres, cantar con toda mi voz y tantas cosas, ¡Ya quiero comenzar con las clases de esgrima¡. A diferencia de otras niñas nobles, que suelen escoger entre sus clases el bordado o tejer, yo le pedí a mis Padres que contrataran un maestro para aprender a usar la espada, mis padres no entendieron al principio porque quería eso pero finalmente accedieron, ahora que estoy sana quiero aprender a defenderme sola, no quiero depender de un estúpido para que me proteja, considero que será divertido además de que hará que cree disciplina y me mantendré en forma, ¡Saco más puntos positivos que negativos! 

-Rinne- me llama mi Padre, mientras estamos en la sala de estar, la sala es grande con alfombra en el piso, un mueble que tiene muchos libros (Los cuales he leído sin que mis Padres se enteren), sillones que parecen un algodón, una chimenea y arriba de esta hay un cuadro de la boda de mis Padres, la habitación también posee muchos cuadros de distintos paisajes, los cuales encuentro preciosos. 

-Dime Papá- cuando estoy sola con mis Padres, suelo referirme a ellos como "Mamá" y "Papá", es cierto que soy la hija de un Duque, pero ante todo soy todavía una niña pequeña la cual quiere ser mimada por sus padres, por eso los llamo así, es la muestra de mi amor por ellos. 

-Mañana llegará una Alquimista, su nombre es Lise, ella se quedara un tiempo en nuestra casa, por lo cual tú debes de ser buena niña y portarte bien- me explica mi Padre, asiento con afirmación de que me portare bien, eso sí esa persona me causa mucha curiosidad. 

-Querido, nuestra Rin es una muy buena niña, ella se portara bien con nuestra invitada- le dice mi Madre a mi Padre, mientras me acaricia un poco el pelo. 

Bostezo un poco, ya que estoy cansada, por lo cual mi Madre me toma en sus brazos y me lleva a mi habitación, es hora de dormir. 

Despierto energéticamente cuando siento el sol saldrá pronto, me gusta mucho los amaneceres, también los atardeceres, suelo despertarme temprano para verlos, esa costumbre la tengo desde mi vida pasada, por lo cual abro las cortinas de mi habitación para dejar que el milagro del nuevo día haga de las suyas. Mi habitación es grande, alfombra de color rosa claro, paredes de un azul pastel, una cama individual, una mesa redonda con sus respectivas sillas, un librero además de tener su respectivo escritorio y sillones, en cuanto a decoración se refiere, posee peluches, unas cuantas muñecas, cuadros de paisajes y un jarrón con flores. 

El sol comienza a salir y veo como la noche oscura pasa a ser de un bonito color púrpura con dorado, el sol está radiante y comienzo a escuchar todos los sonidos, los pajaritos comienzan a despertar, las mariposas a volar, el sonido de la vida recién despertando se escucha por doquier, ¡un nuevo día llegó! 

Tras ver el amanecer, llega en una media hora después, una de las sirvientas a ayudarme a vestir, dado a que me encanta moverme, se eligió un vestido sencillo color verde, mis zapatos son aptos para caminar, mi peinado de decidió ser dos colas amarradas con cintas azules. 

--¡La señorita Rinne ya está lista para un nuevo día!- dice la sirvienta al terminar de ayudarme a vestir y peinar, con una reverencia le agradezco su ayuda. 

-Muchas gracias Laura, en serio Rin lo agradece de todo corazón- le digo a la sirvienta, Laura tienen 10 años y es como una hermana mayor, ella trabaja con nosotros desde este año y fue designada a mi porque mis Padres creyeron que sería favorable que mi sirvienta personal pudiera comprenderme, Laura es gentil y suele ayudarme en la mayoría de mis locuras, ella me recuerda un poco a Camila, aunque se que nadie podrá reemplazar a la que fue mi enfermera personal en mi vida pasada, Laura se ha convertido en una parte importante de mi nueva vida. 

-Deja nada Rin, ahora anda a desayunar para esperar a la Señorita Lise- me dice Laura, con una sonrisa la abrazo un poco y voy a dónde mis Padres. 




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