Preparativos para el Festival de Primavera

¡El tiempo pasa rápido! Ya ha pasado un año desde que recupere mis recuerdos de mi vida pasada como Rose Marsh, aunque si soy honesta, la he pasado mejor siendo Rinne Étoile que Rose Marsh.

Me sigo peleando con el Princeso, juego y tengo mis clases junto a Zure, de a poco he ido mejorando en mi Alquimia, ya no causó tantas explosiones, he aprendido a diferenciar más el Sonido de Magia, gracias a eso lentamente estoy aprendiendo magia... Sigo haciendo locuras, ya me adueñe del techo, rompí una ventana ( esa fue por accidente), casi mate de un susto al asistente de mi Padre, derrote a los hijos de los guardias de la mansión en una pelea y logré dejar en vergüenza al Lolicon Pervertido delante de una chica...Esa vez a Zure y a mi nos tocó aprender el intercambio de parejas en un baile, la profesora Odoru trajo al Lolicon Pervertido y a una de sus mejores alumnas, bailamos hasta que nos tocó intercambiar, cuando iba a bailar con el Lolicon Pervertido me las ingenie para hacerlo tropezar y que él cayera de boca al suelo.

Ahora mismo estoy en una tienda junto a mi Madre, esta es la primera vez que voy a una tienda, ya que estuve, nuevamente, mortalmente enferma durante un mes completo...Estaba en una clase de batalla junto a Zure y el Princeso, cuando estaba en una batalla junto al Princeso, me sentí muy extraña, me comenzó a doler la cabeza, mi respiración se hizo pesada y comencé a ver todo borroso, el Sonido de Magia se hizo desesperado y mi cuerpo no se movía, no se exactamente lo que pasó, pero uno de los pocos recuerdos que tengo de ese día fue los gritos desesperados de Zure y el Princeso...Cuando desperté ese mismo día, estaba en mi cama y el doctor a mi lado junto a mis Padres, él doctor le dijo a mis Padres que era la misma enfermedad que tuve el último invierno, esa que desencadenó mis recuerdos de mi vida pasada, que al parecer no me había recuperado totalmente y que como yo era una de las pocas sobrevivientes de esa enfermedad, tal vez el hecho que la volví a tener era por una secuela, es decir, está enfermedad me acompañaría por el resto de mi vida, que solo dependía de mi si me recuperará o si moría, mis Padres estaban desesperados pero mantuvieron la esperanza de que yo volvería a sobrevivir, cosa que hice.

Ese mes estuve en cama, no podía hacer muchas cosas, para gran disgusto mío, mis Padres, el doctor, mi Maestra, Zure y el Princeso me visitaban a diario, Zure y el Princeso me podían al día de las lecciones, y mi sirvienta personal Laura no se alejó de mi lado, ella se preocupaba de que mi fiebre estuviera constantemente soportable para mí, me ayudaba a comer, leiamos libros juntas, limpiaba mi habitación para que estuviera en condiciones aptas para una enferma, además de ayudar a bañarme...El mes por enfermedad fue aburrido, lo peor es que se que está misteriosa enfermedad me acompañara el resto de mi vida, pero es mucho más soportable que la Leucemia, creo.

-Rin, ¿Qué tal este vestido?- me pregunta mi Madre, mientras me mostraba un vestido color azul, con cintas, mangas largas, un ligero patrón de rosas, traía una especie de guantes pero estos no cubrían las manos.

- Es precioso Madre, me llevaré ese vestido- le digo siendo sincera a mi Madre.

El Festival de Primavera se acerca, ya que estamos a finales de invierno, por lo cual todas las mujeres nos estamos preparando, plebeyas y nobles, en este festival no es importante el estatus social, todos celebramos la estación de la vida y la esperanza de que hayan buenas cosechas, este festival las mujeres debemos de ir vestidas con colores alegres, y con algún patrón o algo en forma de flor, dependiendo de la edad de la mujer, va variando algunas cosas.

Ahora que soy una niña pequeña, lo que tengo que llevar es algo asociado a las rosas, ya que mi Madre es la “Rosa de la Sociedad", cuando haga mi debut social, se me dará una flor con la cual estaré asociada hasta que muera, ya que así para este tipo de festividades, podré usar esa flor en mi vestimenta.

-Dado que no soportas mucho estar con el cabello suelto, también nos llevaremos una cinta azul para poderlo amarrar- me dice mi Madre, lo cual asintió en respuesta.

-¡Te verás tan hermosa en este vestido Rin! ¡Tan adorable que tú Padre le costará más dejarte ir!- me dice feliz mi Madre.

Tengo 6 años, pero a los nobles se les compromete desde pequeños, para gracia mía, no he recibido ninguna propuesta de compromiso, pero eso no significa que no sea conciente de que hay algunos imbéciles que quieren que sus hijos se comprometan conmigo, pero dado a las tradiciones de mi familia, podré elegir con quién casarme, a menos de que haya una situación peligrosa y la única forma de arreglarla sea con un matrimonio político, allí me casare con la persona que sea necesaria para ese matrimonio político.

-A veces siento que Padre me mima demasiado- le digo con honestidad a mi Madre.

-Eres su Princesita, la niña de sus ojos, es normal de que le guste mimarte, pero teniendo en cuenta de que tú no te comportas como las niñas normales de la aristocracia se comportan, has hecho que se sienta orgulloso de una manera distinta a los otros padres- me comenta mi Madre.

-¿En serio Madre?-

-Si, deberías verlo hablar en las reuniones que tenemos, a sus amigos les comenta cómo haces Alquimia, la forma en que eres más fuerte que los hijos de los guardias de la mansión que han entrenado toda su vida, la manera que has logrado salir adelante con las secuelas de la enfermedad que tuviste, tu Padre, mi pequeña Rin, te adora- me dice mi Madre