Tenía un poco de sed, cansada y pasos flojos me dirijo al refrigerador por un vaso con agua, siento como mi garganta se refresca, observo dos sobras del otro lado de la mesa de la cocina, me paralizo.
-hey-susurro, observo con cautela ambas sombras diminutas, mi cuerpo tiembla puedo escuchar los fuertes latidos de mi corazón, escucho leves risas y estos corren escaleras arriba, mi habitación.
A pasos lentos pero firmes me acerco a las escaleras, esta todo obscuras me dirijo a los interruptores más cercamos y toda esperanza se va cuando noto que no prende.
Hace menos de cinco segundos si encendió, el refrigerador encendió.
Con pasos lentos subo los escalones estos están parados al terminar las escaleras, pareciera que me esperan, una vez más ríen, corren a mi habitación.
¿Quieren algo?
Siento que me quedo sin aire, tengo los ojos llorosos, ¿qué está pasando?, ¿qué es esto? Estoy temblando.
Atravieso la puerta de mi habitación, y veo a esto en las esquinas de la ventana, delante de mi cama, escucho de nuevo sus risas, logro distinguir que llevan monos de franjas horizontales y sus extremidades se alargan a lo largo de la ventana.
Dios, sácame de aquí.
Siento mis piernas temblar y hormigas en todo el alrededor de estas, necesito correr, pero mis piernas se entumen y tardo poco cuando ya no las siento y se hace notar a lo que caigo torpemente delante de ambos niños. Noto como estos me observan curiosos y sonríen macabramente donde yo puedo notar que lagrimas salen de mis ojos, y con la respiración entrecortada trato de arrastrarme de regreso a la planta baja de mi casa, necesito salir.
Logro tocar la punta de la puerta al arrastrarme con los brazos estoy cansada y aunque no lo siento no como me jalan de regreso, a lo que cubro mi rostro gritando, no quiero ver.
Y poco a poco no veo más que obscuridad.
C.V.