En un camping cerca del mar, estaban la familia Cristal, dos hermanas junto con sus dos primas maternas.
La mayor tenía 18 años, el cabello largo y castaño, totalmente liso con ojos verdes como su padre, mientras que la menor tenía 11 años, el cabello medio corto, rizado y castaño, con sus ojos marrones claro como su madre.
Sus primas eran por parte de su tía materna, la mayor tenía 11 años, el cabello largo y castaño, con un cabello grueso y ondulado, con los ojos marrones claros. Mientras que la menor tenía 10 años, también tenía el cabello ondulado, medio largo y con los ojos marrones avellana.
Era un día tranquilo, aunque con viento y el cielo nublaba al sol, 22 de marzo del 2016.
—¡No! ¿Pero por que lo haces? ¡Amanda para!—Melania estaba soñando, se le cayó una lagrima mientras estaba durmiendo encima de la mesa con los brazos como si fuera una almohada.
Su hermana y sus primas estaban mirando fotos por el móvil mientras tanto, pero Bianca, su hermana, la miró de reojo y se acercó a ella para despertarla.
—Melania, ¡Melania! ¡Despierta! ¡Despierta!—Dijo sacudiéndola.
—¡Bianca! ¿Qué quieres? ¡Pesada!—Gritó nada más despertar, se secó su única lágrima rápidamente.
—Nada, te he visto rara. Solo quería despertarte.
—¿Has tenido una pesadilla?—Preguntó Lily, su prima de 10 años.
—Algo así, no es exactamente una pesadilla.
—¿Entonces qué es?
—No lo entenderíais—Se levantó. —Me voy, tengo que ir a un lugar, no me sigáis—Dijo yéndose.
—¡Pero Melania!—Gritó Bianca. —Le pasa algo, estoy segura, es mi hermana y la conozco.
—¿Vamos a buscarla y que nos explique lo que le pasa?—Preguntó Sabrina, hermana de Lily.
—Pero si nos ha dicho que no la sigamos.
—Da igual, es por una buena causa, Bianca dice que le pasa algo y seguro que es así, no sé si os habéis fijado pero tenía una lágrima en la cara.
—Vamos a buscarla—Dijo Bianca. Las tres recorrieron casi todo el camping.
Este camping se llamaba XVII, 17 en números romanos. Estaban en SENALB, es uno de los pueblos más populares ya que estaban tocando al mar.
—¿La habéis encontrado?—Preguntó Bianca.
—Nada de nada, ¿no se habrá esfumado?—Dijo Lily.
—¿Y si está en la playa? Ahí no hemos mirado—Propuso Sabrina.
—Pues vamos, a ver si esta.
En la playa, cerca del mar, en un banco de piedra estaba ella, mirando al horizonte. Melania iba creando bolas energéticas de color rosa oscuro, pero con la mirada perdida, parecía que le preocupaba algo grave. Estaba sentada cogiéndose de las piernas. Su cola alta se movía hacia delante por el viento que había.
—¡Melania!—Gritó su hermana. Se giró y vio a las tres corriendo hacia ella.
—¿No os he dicho que no me siguierais? ¿Qué queréis?—Preguntó sin moverse de ahí.
—Queremos que nos expliques lo que está pasando—Dijo Lily. Sus dos colas bajas también se movían por el viento.
—¿Y qué es eso que has hecho antes?—Preguntó Sabrina curiosa, mirando las manos de su prima mayor. Ella llevaba su cabello suelto mientras que Bianca llevaba una cola como su hermana.
—¿La bola rosa? Se llama poder, esa bola era una esfera energética—Se sentó hacia ellas. —Pero ya no os puedo decir nada más porque, tengo una mala presencia.
—¿Eh?—Ninguna de las tres supo a que se refería.
—Que nos están observando—Dijo levantándose.
—Aaah.
—Pero, pero, ¡pero Melania!—Su hermana se estaba yendo de ahí. —Se lo diré a mamá.
—¿Pero que le vas a decir? Adelante, no creo que le importe escuchar otras de tus fantasías.
—Eres mala.
—Lo siento pero esta es mi venganza por no haberme hecho caso antes, os dije que no me siguierais.
—Pero si solo queremos saber que está pasando, nada más, no nos puedes dejar apartadas somos tu familia—Cruzó sus brazos y le dio la espalda.
—Bianca—Suspiró. —Yo solo quiero protegeros—Dijo abrazándola. Una explosión puso a Melania en alerta mirando al horizonte, de donde venia la explosión.
—¿Qué pasa?—Preguntó Sabrina. Melania las llevó fuera de ahí, entrando en el camping.