Capitulo 19. La batalla definitiva, parte 1

Melania y Bianca estaban acorraladas, no tenían ninguna salida.

—Mírate—rió. —Quien diría que una de los estudiantes estrella de la academia de magia se encontraría acorralada por una antigua compañera tan tímida e insegura que era. Pero entérate, yo ya no soy la misma que conociste Melania y te puedo asegurar que soy más fuerte que tu.

—¡Ja! ¡Eso lo dudo!

—¡Bianca!

—¿Qué? ¡Es verdad! Te he visto luchar y Jessica dijo que eras muy fuerte.

—Está claro que no me has visto a mí luchar.

—De acuerdo, esa parte la olvide por completo.

—No te aconsejo estar en frente, puedo ser algo… extrema.

Melania veía a sus primas, una a cada lado de Amanda. Parecían robots soldados.

—Amanda, deja a mis primas libres, ellas no tienen nada que ver con esto, la batalla es entre tú y yo.

—Mmmm… No creo que pueda, me he encariñado con ellas.

—Pero si ni siquiera tienes corazón.

—¿Cómo has dicho mocosa?

—¡Lo que has oído!—Bianca pensó en una gran roca que cayó encima del humo con alas.

—¿Pero qué…? Ha aguantado, bien, vas progresando.

—Gracias, tengo mis métodos.

—Ahora escucha, ve a por Sabrina, yo me encargo de Iris.

—De acuerdo—Las otras dos ni se inmutaron, parecían estar apagadas así que no opusieron ninguna residencia. —¡Sabrina! Soy yo, Bianca, ¡reacciona Sabrina!

—¡Iris! ¿Iris me escuchas? Reacciona por favor.

—¿Creías que… con esta estúpida roca podrías derrotarme?

—Eh las rocas no son tontas, además, podríamos ganar tiempo.

—¿Qué tiempo?—Se le apareció una sonrisa en ese humo oscuro.

—¡Bianca cuidado con Sabrina!—Sin poder reaccionar a tiempo, Sabrina empujó a Bianca y eso enfureció a Melania, claro que no era culpa de Sabrina, si no de Amanda. —Iris despierta, tú eres igual que yo, tienes magia negra, puedes liberarte fácilmente de las maldiciones.

—¡Melania! ¡Ayúdame!

—No te muevas, ¡rayo oscuro!—Dejó inconsciente a Sabrina. —Lo bueno de las maldiciones como estas es que todo lo que le lances no le hará daño a la persona real.

—Melania… puede que tengamos la misma magia, pero no la misma fuerza.

—¿Que quiere decir?

—No lo sé…

—Ahora lo sabréis—Dijo Amanda con la misma sonrisa tenebrosa que tenia. Iris se iba al centro y al estar ahí se puso en posición de rodillas.

—No puede ser…

—Dios de la muerte y del infierno…

—¡No! ¡No lo hagas! ¡No formules el hechizo!

—No te escucha, está en un trance infinito, nunca vas a poder romper su conexión.

—Bien Bianca, necesito que entres en su mente y la despiertes.

—¿Cómo? ¿Pero eso se puede hacer?

—Tienes telepatía, es la única manera, está protegida físicamente pero mentalmente no, yo te protegeré para nada te interrumpa.

—De acuerdo.

—¿Que estáis cuchicheando?

—Nada que te importe. ¡Llaves del destino, proteged a esta alma en todos los sentidos!—Melania conjuró un hechizo sobre Bianca para que nada le pudiera pasar y así invadir la mente de Iris.