La Hechicera De Sangre Andaluza

Capítulo 15 :El Último Nexo y el Golpe del Éter

Iván corría como un espectro, su velocidad vampírica forzada al límite. El cuarto y último nexo de energía se encontraba en las ruinas del antiguo acueducto, y Ciro, sintiendo la desestabilización del Ojo de la Ceniza, había concentrado su defensa allí.

Cuatro demonios y un hechicero de sombras custodiaban el nexo. Iván no podía detenerse a luchar. El tiempo de Amelia se había agotado.

Iván se movía en ráfagas, la lealtad a Demir impulsaba su huida, cada músculo gritaba, la sangre vampírica hervía en la herida.El último nexo, un vórtice oscuro, resplandecía en el acueducto roto.El hechicero de Ciro lo esperaba, con un conjuro devoto.No había tiempo para espadas; solo para el golpe más brutal y fugaz.Iván atravesó la línea de defensa como un fantasma voraz.Dejó caer bombas de humo oscuro, magia de distracción que Amadeus le había dado,Y en el caos, la daga de sombras cortó el nexo. El poder fue liberado.El Osario tembló. El Ojo de la Ceniza gimió, y la Matriz de Almas se desestabilizó por completo.El hechicero de sombras gritó de furia, pero era tarde. Iván, exhausto, se desvaneció en las sombras, su misión cumplida. Su sacrificio había abierto la puerta para Amelia.

🔮

Mientras Iván completaba su sabotaje, Amelia llegaba a la entrada del Osario Abandonado. La energía era caótica, el aire olía a moho y magia pútrida.

El Osario era un vasto espacio subterráneo, con pilares hechos de huesos antiguos y un techo que goteaba bilis mágica. En el centro, sobre un pedestal tallado en calaveras, flotaba el Ojo de la Ceniza: un orbe de obsidiana estelar que pulsaba débilmente, visiblemente afectado por el corte de los nexos.

Ciro Drago estaba de pie ante el artefacto, su rostro contraído por una furia fría.

—¡Qué audacia la tuya, niña! ¡Y qué predecible la táctica del Príncipe Volkov!— siseó Ciro—.Pero llegas tarde. El Ojo aún tiene energía suficiente. Y ahora, sin tus nexos, toda la fuerza está concentrada... ¡en ti!.

Ciro sintió el ancla del amor que había estabilizado el Éter de Amelia.—Veo que la sangre del vampiro te ha dado control. Veo que tu pureza se ha ido, reemplazada por el poder del vínculo. Pensé que morirías en el intento. Pero no importa. Ahora, eres la batería concentrada que necesito para mi ritual.

Ciro invocó un torrente de sombras, la magia de control total.Pero Amelia sonrió, su Éter ya no era reactivo, sino magistral.Ella había dominado la furia; el amor de Demir era su fuerza constante.La hechicera alzó la mano, y el Éter se condensó en una daga punzante.

—Yo no soy tu batería, Ciro— gritó Amelia, su voz fría y poderosa.

—Soy la fuerza que aniquila tu plan, tu ruina más desastrosa.Pensaste que me harías enloquecer; pero solo me hiciste amar sin temor.

El Osario vibró. El duelo de la luz y la sombra había llegado a su fervor.

Ciro se lanzó contra ella, su propia magia negra atacando con garras y colmillos de energía. Amelia no esquivó, no defendió, sino que absorbió la energía de Ciro, canalizándola y purificándola a través del Éter.

—¡No puedes detenerme! ¡La Matriz está lista para recibirte!— rugió Ciro, sabiendo que su única oportunidad era someterla antes de que ella tocara el Ojo.

Amelia se movió con la gracia letal que Demir le había enseñado. Su objetivo no era él. Era el Ojo de la Ceniza.

Ella ignoró el ataque final de Ciro y se lanzó hacia el artefacto. Iván había cortado los nexos, desnudando el punto débil del Ojo.Amelia tocó el orbe de obsidiana.

El Éter Oscuro se liberó del control de Amelia, obedeciendo la voluntad,un diluvio de energía anclada, con la intención más brutal.No para destruir el Osario, sino para sobrecargar el motor central.El Ojo de la Ceniza absorbió el poder, el colapso era total.El orbe pulsó con un brillo púrpura insoportable, su esencia se rompía.La Matriz de Almas se desgarró, el plan de Ciro se deshacía.

El Osario estalló en luz negra. Ciro, derrotado, gritó un juramento feroz,

—¡Esto no termina aquí! ¡Tú serás mía, Amelia! ¡Te juro por el vacío atroz!

Ciro Drago, herido, humillado y fallido, invocó una brecha de sombras y se lanzó a través de ella, justo antes de que el Ojo de la Ceniza explotara en una onda de choque mágica.

Amelia fue lanzada hacia atrás, protegida por su propio Éter, pero desorientada. La Matriz de Almas estaba rota. Ciro había huido, pero su plan había sido frustrado.

El plan de Amelia ha funcionado: el artefacto está destruido y Ciro ha huido. Ahora deben reagruparse.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.