-¿Mi alma?- pregunté, con un nudo en la garganta.
La niña- o la guardiana, ahora una sola persona. Asintio.
-El último ello no está en un lugar fisico. Está dentro de ti. Y no se puede abrir... Sin enfrentarse a ti misma.
Kael me miró, inseguro.
-¿Que pasa si no regresas?
-Entonces nunca sabremos lo que soy realmente.
-¿Y si no puedes con lo que encuentras?
Trague saliva.
-Entonces... Ustedes tendrán que acabar conmigo.
___________
Nos trasladamos a un santuario en ruinas. En el centro, un espejo negro, flotando sobre un lago inmóvil.
-Debes entrar sola- dijo la niña.
-Es que tengo miedo...
-Ya basta...- dijo kael.
-Pero, ¿Que tal si me matan?
-No es un zombie, eres tú misma, no te va a matar- dijo kael.
Lo abrace. Fuerte. Cómo si fuera la última vez
Luego me gire. Respire hondo... Y toque el espejo.
El mundo se desvaneció.
_____________
Todo era oscuridad. Pero no como la noche: era una oscuridad que pensaba. Que respiraba.
Y entonces... Me ví.
Estaba frente a mi misma. Pero no exactamente.
Está "yo" tenía los ojos completamente rojos. Su piel estaba cubierta de marcas doradas y negras, como grietas encendidas, sus alas eran de fuego y ceniza.
Y sonreia.
-Tanto tienpo, ¿No?
-¿Eres... Yo?
-soy la parte que encerraste. La parte que tú madre sello. La parte que te hacía demaciado peligrosa para existir.
-¿Por qué?
-Porque yo no obedezco. Por qué yo no tengo miedo. Por qué yo... Soy la heredera del verdadero poder. La heredera al velo.
Mi cristal brillo. Pero el de ella... Era una versión rota. Distorsionada.
-El heredero al caos quería que me encontrarás, ¿Sabes por que?
-Para que me destruyera.
-No. Para que te unieras a mi.
Todo tembló. Empezó a llover fuego. El sueño se abrió.
-Tu no eres una elegida. Eres una fusión prohibida. Dragón, humana, guardiana. Una abominación.
-¡No soy una abominación!
-Entonces dime: ¿Por qué siempre te dejaron atrás? ¿Por qué tú padre huyó? ¿Por qué tú madre te oculto todo?
-¡Cállate!
-Porque hasta ellos tenían lo que podrías ser.
_________
Caí de rodillas.
Sentía que la oscuridad me tragaba.
Pero entonces... Una luz.
Una voz. Lejana. Pero firme.
Kael.
"No importa lo que seas. Lo que elijas ser... Es tu decisión"
Y luego... La niña:
"Tu puedes contener a todas. Las sombras, la luz, lo incompleto. Eres todas tus versiones. Y por eso eres fuerte"
Me levanté.
Mire a esa versión de mi.
-No voy a destruirte.
-¿No?
-Tampoco voy a dejarte controlar mi vida.
Extendi la mano.
-Voy a aceptarte. Y voy a elegirme. Por fin.
La otra yo... Me miró en silencio.
Y luego... Sonrió.
No como villana.
Cómo alguien... Que por fin descansaba.
______
Todo estalló en luz.
Cuando abrí los ojos, estaba de nuevo en el santuario.
Kael no me abrazo de inmediato.
-¿Lo hiciste?
-Si. El último sello... Soy yo misma.
La niña toco mi cristal. Ahora brillaba con los tres colores: rojo, azul y violeta.
Y un nuevo centro: blanco con un corazon negro.
-Ahora tienes todo tu poder. Pero hay algo mas- dijo.
-¿Que?
-El heredero ya no te quiere perseguir.... Te quiere matar, borrarte de este mundo.
_____
Y entonces, el cielo se rasgo una vez más.
Pero está vez... No era el heredero.
Era algo más antiguo.
Un ojo gigantesco se abrió entre las nubes.
Una voz sin tiempo hablo:
-La heredera se ha despertado. El equilibrio ha sido roto. El juicio ha comenzado.