REINO BILLINGHURST. (TRECE AÑOS ANTES)
El humo entraba a sus pulmones, las figuras a su alrededor se encontraban distorsionadas y el calor llenaba aquel lugar al que llamaba hogar, debía correr, y esconderse como Russell le había enseñado pero las puertas estaban en llamas, había visto a hombres caer sin alma contra el suelo, y personas lastimando a otras.
No lo entendía.
¿Dónde estaba su familia?
El aire comenzaba a faltarle y el cansancio estaba tomando su lugar en ella, estaba confundida y no sabía hacia donde ir, en aquella sala no encontraba ninguno de los pasadizos que había en aquel gran palacio.
La tos provocó que las lágrimas resbalaran por sus mejillas y aquellas rodillas ya raspadas tocaron el frio suelo de aquel lugar, vio sus manos tocar sus piernas y sintió como su pequeño cuerpo se iba encorvando hasta hacerse pequeño, ya no tenía nada más porque llorar, entre tanto humo y fuego logró ver a una persona dando largos y rápidos pasos hasta llegar a ella, no pudo ver su cara, sin embargo una mano mucho más grande que la suya la sujetó y alzó sin problemas, apoyó su cabeza sobre su hombro y pregunto:
- ¿Dónde está mamá?
Una voz dulce que conocía de memoria le respondió:
-No te preocupes, yo te cuidare ahora Gennady.
REINO BOURMANNMOORE. (DOS AÑOS ANTES)
Ambos hombres se miraban fijamente, la tensión era notable, pero era seguro; ninguno de ellos bajaría la mirada primero, era una guerra entre el verde de aquellos ojos que transmitían seriedad y el carmesí que te hacia temblar de miedo.
-Dime- exigió el hombre de tan sombría mirada - no es la primera vez que te atrapo en mi reino, en los terrenos de mi palacio para ser exactos.
El hombre de ojos verdes bajo la mirada desconcertando a su acompañante, sin embargo, no contestó.
-No sé que es lo que haz estado buscando, pero te puedo asegurar que no lo encontrarás acá- hizo una pausa esperando una respuesta que al no llegar lo invito a seguir hablando- Hace años viniste con el mismo propósito de encontrar algo que no tenemos, y he guardado tu secreto, nadie sabe que estas vivo, pero si sigues irrumpiendo así en mis propiedades no me dejarás más remedio que hacer realidad tu muerte.
-No volverá a pasar, ya he notado que acá no esta lo que busco hace años, pero debo pedirte una vez más que guardes mi secreto, nadie debe saber que aún estoy con vida.
-Confiare en tu palabra y seguiré cuidando la mía, pero que sea la última vez Russell.
Sin ninguna palabra más, el nombrado dio media vuelta con sus acompañantes y se retiró. El lio en su cabeza lo estaba volviendo loco, ella debía estar en algún lado y debía encontrarla, aunque eso desembocara en guerra, jamás dejaría de buscarla, era una promesa.
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Editado: 06.04.2020