La Heredera de la Muerte [los Cuatro Reinos I]

03 - Herederos.

- Pero no te preocupes, mientras los detectores no te sientan, estarás a salvo- interrumpió Gia.

 

-¿Qué son los detectores? – preguntó Gennady desconcertada.

 

-Mas bien Quienes- Kaius me observó unos segundos antes de continuar - este mundo no sólo tiene herederos y reyes Gennady, sino que también cuenta con poderes inimaginables y la magia habita en cada persona. La mayoría controla los cuatro elementos mientras que muy pocas personas poseen dones especiales, tú has logrado ver mis recuerdos porque yo así lo he querido, pero no todos pueden hacer lo mismo - Gennady no lograba cerrar la boca de la sorpresa, todo aquello le parecía una locura hasta el punto de pensar que sólo era un sueño aunque se sentía demasiado real - los detectores son personas con el don de detectar y sentir cuando alguien especial ha llegado a este mundo, ya sea desde el día de su nacimiento. Los reinos van en busca de ese don para utilizarlos en sus ejércitos, y aunque tú no demuestras tener ningún don especial, en cualquier momento podría pasar y entonces estaríamos en problemas, sólo contrólate y estaremos a salvo.

 

-No, Kaius no entiendo, no se de que me hablas ¿Dones? ¿Cuáles dones? Es imposible y en caso de que fuera real, no sabría como controlarlos - su voz se fue apagando al finalizar de hablar, pero no lo dejó contestar – hay algo más, si me dices que acá estoy en peligro, ¿Por qué no nos quedamos en Vancouver?

 

-No es tan sencillo Genna, allá las únicas personas que te podrían proteger seriamos, mamá, papá, nuestros hermanos y yo, nadie más.

 

-Pero acá la gente me verá como una maldición, Kaius.

 

-Aun así, hay personas que respetaban y admiraban a tus padres por sobre todas las cosas y que les serian fieles incluso ahora. No todos los habitantes están felices con el reinado de Augusto, pues saben que, tras la muerte de tus padres y hermano, el único beneficiado iba a ser él. Y así como mis padres les fueron fieles a los tuyos y te han querido como una hija desde que naciste, habrá más personas como ellos que no se dejarán llevar por maldiciones absurdas que una loca bruja dijo alguna vez.

 

-De acuerdo, esta bien, yo lo único que quiero es que ustedes no se encuentren en peligro, no soportaría que salieran dañados por mi culpa - la expresión de dolor cruzó su mirada y ambos hermanos repitieron el gesto.

 

Kaius la observó con una mirada seria antes de responder.

 

-Gennady, nosotros moriríamos por ti.

 

 

Las horas habían pasado rápidamente, Gennady descubrió todo tipo de cosas, como por ejemplo, en la familia solo Kaius y su madre Narahe contaban con dones; el podía almacenar sus recuerdos y proyectarlos en la mente de otras personas, su madre en cambio tenia el don de la sanación, ahora entendía; cuando eran pequeños, cada vez que se enfermaban solían curarse rápidamente y todo había sido gracias a ella.

Sus demás hermanos y su padre sólo controlaban los elementos y se sorprendió más que nunca cuando Gia logró que al agua que se encontraba en una jarra de plata saliera de esta en un solo movimiento creando ondas a su alrededor sin siquiera tocarlo y después como si nada, el agua había vuelto a aquella jarra.

Además, sus hermanos le dijeron que desde que habían ido a Vancouver, ellos habían vuelto muy pocas veces al reino, sólo sus padres iban a diario, cada vez que ella pensaba estaban trabajando, en realidad estaban ahí, cumpliendo con sus deberes como sirvientes reales y habían aprendido a utilizar sus dones con ayuda de ellos.

También descubrió que todos los demás reinos tienen sus cualidades y quienes los regían también.

El reino de Bourmannmoore tiene como rey a Rowan, el único hijo de los antiguos reyes . Su padre había muerto en una emboscada y su madre había decidido dejarle el trono en total poder a su hijo cuando él tan sólo tenía diez años; una de las cualidades de aquel lugar es que los habitantes no pensaban en hacer el bien sino que el dolor, el rencor y el odio los manejaba. Rowan había sido visto muy pocas veces en público y cuando los demás reyes de los otros reinos decidían hacer reunión para debatir diversos temas, el solía no asistir.

 

El reino de Peircelee manejado por el rey Dauriel y su esposa la reina Hannele, tenían como único heredero a su hijo legítimo Eliah, su reino se identificaba por las miradas traviesas y risas continuas, cada habitante vivía libremente, el único escandalo mayor que habían tenido fue cuando el rey Dauriel tuvo dos hijos bastardos – Zathrian y Cybele- con una doncella, Hella y casi arruina su reinado, ambos hijos fueron bautizados sin el derecho de ser herederos alguna vez.

 

El último reino del que le habló Kaius fue el de Gellerbrown, gobernado por los reyes, Vidarr y Amirah. Tenían un único heredero, Rhys; el reino se identificada por la amabilidad, empatía y cordialidad de sus habitantes, los únicos que siempre preferían evitar las guerras y hacer aliados eran ellos, pronto el rey dejaría la corona para entregársela a su hijo.

 

Así, entre historias y nuevos descubrimientos, llegó la hora de dormir. La cama en la que estaba sentada era cómoda pero extraña para ella, estaba acostumbrada a su antigua cama con sábanas de colores y la habitación llena de ropa por todas partes. El clima en aquel lugar era cálido, nada que ver con el frio Vancouver y su primavera fresca; podía sentir el calor en su cuerpo y de haber estado deseándolo tanto tiempo ahora creía que había sido demasiado tonta, no creyó extrañar el frio, hasta ese momento.




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