El cementerio es un lugar frío y sombrío, las energías negativas están por todas partes. Me aferro al brazo de mi madre como si fuera una niña pequeña y ella me acaricia el rostro mientras avanzamos entre las tumbas grises y abandonadas. Mi tía nos está esperando de la mano con Kely.
—Ya está dentro, solo faltaban ustedes para que el padre leyera la despedida. El funeral también fue corto, lástima que no fuiste Kol. -nos dice mientras nos acercamos.
—Es impresionante lo rápido que ha sido todo. —Mi madre intenta disimular que le duele, ella quería a mi abuelo y a pesar de saber la verdad lo perdonó. Se adentró en la bóveda privada con Kely y yo me quedé afuera con mi tía.
—Aquí también está mi padre o bueno, su falsa sepultura —comento mientras juego con un mechón de mi cabello.
—Kol, ¿entramos? —desvió el tema. Sus ojos muestran mucho dolor, ella amaba a su hermano. Lo sé porque a pesar de que todo lo que viví durante las últimas horas fue un sueño, yo siento que fue tan real que es increíble.
—Tía, ¿mi abuelo tuvo hermanos? —Pregunto mientras entramos juntas.
—No, creo que hubiese sabido si tenía un tío. No pudo ocultarnos eso también.
—Tal vez eras muy pequeña para recordarlo.
—No creo, cuando mi madre murió él estaba muy triste, no tenía a nadie a no ser nosotros. Luego de eso, todos mis recuerdos están intactos. ¿Por qué preguntas?
—Nada, solo curiosidad. Quería saber si había algo más que no supiera de él.
—No hay nada más, te lo aseguro. Tú fuiste su nieta y a la vez su hija, la conexión que tenía contigo jamás la tuvo con nadie más, ni siquiera con Korlec.
Yo también pensaba que mi relación con mi abuelo era especial, que no existían secretos y el peor de todos lo descubrí cuando no podía encararlo, ni pedirle un por qué.
Apenas estuvimos todos reunidos en forma de círculo al rededor de la sepultura con el padre en el centro, este leyó la despedida, fue algo corto y sencillo. Solo asistimos la familia y unos cuantos proveedores, incluido el señor Aclec. El abogado se encargó de que fuese lo más discreto posible.
—Señor Aclec —llamo su atención.
—Kolie —me dedica una mirada de lástima.
—Quería hablarle de la reunión. Creo que si la hacemos el próximo lunes no perderemos tantas oportunidades. ¿Qué opina?
—¿En tres días estarás bien?
—La vida sigue, ¿no cree? —me observó atónito. Todos saben lo unida que era a mi abuelo, ahora me parezco un poco a la versión que mi tía mostraba antes.
—Si tú estás bien, yo te apoyaré.
—Mi madre es la nueva Presidenta, ella también asistirá.
—Escuché eso, me pareció extraño que no te dejara a cargo de toda la compañía.
—Yo aún estoy estudiando, ¿recuerda? —Trabajo y estudio a la vez. Soy la directora de Lyuvov y al mismo tiempo estudio Dirección empresarial, ya voy en tercer año. No he pasado trabajo en la universidad, como soy por así decirlo V.I.P, no debo ir todos los días. La mayoría de las clases las hago por videoconferencia y solo voy a hacer los exámenes. Debo agradecer mi avanzado y agradecido coeficiente intelectual, logro memorizar todas las clases y el contenido con solo verlo o al escuchar la explicación una vez.
Tuve que regresar en el auto de mi tía con Kely dormida en el asiento trasero. Al principio nadie emitió ningún sonido. El silencio no se tornó incómodo, al contrario, siento que necesito de este pequeño espacio para centrarme en lo importante. Observo por la ventanilla que un grupo de nubes de tormenta se acerca.
—Va a llover —anuncio cortando el silencio.
—Eso veo —responde Niuv el esposo de mi tía. Él es un hombre tranquilo, no habla mucho. Físicamente es grande, trabaja bastante en su cuerpo ya que fue boxeador hace algunos años y se mantiene en forma.
—Kol, linda, ¿mañana irás a la universidad? —Pregunta mi tía.
—Debo ir, hay examen.
—¿Te sientes preparada?
—Me pasé la semana pasada estudiando, debo estarlo. Tranquila, mi carrera no sufrirá las consecuencias de los acontecimientos recientes.
—Mi padre no se equivocó tanto al decir que eres la indicada para llevar la compañía.
—¿De qué hablas Ryalin?
—¿Me vas a llamar así toda la vida?
—Perdona tía, pero, ¿me explicas eso? ¿Cómo es que mi abuelo fue el que decidió que yo dirigiera Lyuvov? ¿No fue mi madre?
—¿Gya? No, ella dijo que tú debías estudiar y prepararte. Luego él la convenció al hablarle de todas las oportunidades que tendrías haciendo ambas cosas.
—No me lo puedo creer, creí que mi madre me había obligado a poner en segundo plano lo de escribir y fue mi abuelo.
—Oh, ¿eso fue así?
—Sí, hace un año, me enojé con ella cuando me dijo que debía ser la directora y él me consoló. Supongo que siempre le gustó hacerse el santo conmigo.
—No sabía...
—Tranquila —la interrumpí—. Mi madre creía en él ciegamente como yo.
—¿No dejarás la compañía verdad?
—Debo hablarlo con mi madre.
—Entiendo... Pero no tomes decisiones precipitadas.
—No lo haré —le dediqué una media sonrisa mientras observo a mi hermana dormir. Parece un pequeño ángel de cabello color miel. Su piel blanca y sus mejillas coloradas la hacen ver preciosa. Y no es porque sea mi hermana, pero Kely es hermosa. La gente dice que nos parecemos pero yo estoy segura de que no es así, mi cabello es negro, con ligeras ondas, mi piel es más morena y mis ojos verdes. Solo nuestras sonrisas se parecen, porque tenemos la boca de papá, sonreí inconscientemente.
—Kely es muy linda, un angelito dormido. —Me saca de mis pensamientos Ryalin.
—¿Tenemos la boca de papá?
—Sí, la sonrisa de ustedes es la de él. Adoro verlas reír porque me lo recuerdan mucho.
—Nunca me habías dicho eso.
—Creí que lo habías notado en las fotos.
—No, jamás me di cuenta.
—Llegamos —interrumpió Niuv bajándose del auto y ayudándome a cargar a la niña. La llevamos a su habitación y la cubrí con su manta de corazones.