La heredera de Lyuvov (libro 1)

Capítulo 29: “Control del agua”

Kely me hala el brazo, ella también está confundida. No sé qué hacer o pensar.

—¿Practicando? —pregunta Fabio.

—Eh... no, bueno, sí —me rasco la nuca.

Ahora yo también miento con facilidad, ¿qué ocurre conmigo?

—¿Qué pasa? —interroga mi padre.

¡A los padres no se les escapa una! Me conoce tan poco, o tal vez me conoce demasiado solo que yo no lo sé. Que no estuviera presente físicamente no significa que no lo estuviera realmente. Es probable que en su comunicación secreta mi madre le contara cada detalle de mi vida. Kely también pudo haberle dicho bastante de mí.

—Es nuestro secreto —responde Kely calmada.

Pero, ¡esta niña! En serio se comporta como toda una adulta. ¿Cuándo maduró tanto?

—No pasa nada —niego con la mano en la que tengo el collar mostrándoselos por error.

El director palideció al verlo, mi padre avanzó hacia mí dando grandes pasos y me lo quito de la mano.

—¿Cómo te lo quitaste? —lo mira alzando una ceja— ¡Ya no me muestra nada malo! Kolie Zavet te exijo que me cuentes todo lo que acaba de pasar. No tienes el collar puesto, sin embargo, acabo de ver claramente como dominas aún los elementos.

—Bien —me rindo, al parecer no tengo el don de mi familia para decir mentiras y que me crean—, Armin se salió del collar.

—Se... Se... ¡¿Se salió?! —al director parece que le va a dar un infarto, está completamente pálido. Fabio lo sostiene para que no se caiga al suelo.

—Tío, entremos a la academia para que tomes algún calmante.

—¿¡Te das cuenta de la gravedad de todo este asunto!? ¡Armin ha regresado! —se pasa la mano por la frente secándose el sudor.

—¿Y eso qué? Todos sabíamos que debía salir del collar para ser destruida definitivamente —me defiende Fabio.

—No estamos listos, aún está Dard.

—Tío, deja el drama que eres hombre respetable, pareces un cobarde ahora mismo.

—Director, ella tiene intención de rescatar a Joseph. No tengo idea de a dónde fue, pero es probable que nuestra conexión esté intacta. No perdí mis poderes cuando se soltó el collar.

—Bien, pensemos —añadió mi padre —. Dard quiere el collar y ahora mismo lo tenemos, ya no sirve así que se lo podemos dar.

—Buena idea —apoya Fabio y el director asiente débilmente con la cabeza.

Fabio lleva a su tío de regreso a la academia mientras mi padre, Kely y yo vamos a la nave. Doy vueltas en el interior cuando llega una chica que no conozco corriendo.

Su pelo es rojo brillante y lacio, sus ojos son grises y tiene varias pecas en las mejillas. Es de baja estatura y un poco gordita.

—Señorita Kolie, soy Lis, tengo un mensaje para usted.

—¿Un mensaje de quién? —interroga mi padre de forma autoritaria.

—Dard —responde la chica recuperando el aliento.

—¿Te pagó?

—No, señor. Me perdonó la vida —agachó la cabeza apenada.

—Da el mensaje y vete —ruge mi padre, está notablemente molesto.

¿Quién habría imaginado que Dard tiene tanto poder? ¿Tanta reputación maligna entre los seres mágicos que ninguno se atreve a enfrentarlo?

—Quiere verla en el lago Niho, al sur de la academia a las 18 horas, debes ir sola—informa la chica y se marcha corriendo.

En su partida casi choca con Fabio, el cual me mira con desconcierto.

—¿Qué ocurrió? —pregunta cuando esta a unos pasos de mí.

—Dard ha fijado un encuentro —respondo.

—Son las cuatro, nos quedan dos horas. Ese maldito sabe que no dominas el elemento agua del todo.

—¿Cómo? —pregunté.

—Te citó en el lago Niho...

—¡Desgraciado! —añade Fabio.

—¿Qué tiene de malo el lago Niho?

—Los lagos en el mundo no mágico están rodeados de tierra —me explica mi padre— Aquí los lagos están suspendidos en la nada. Ni una brisa puede traspasar la calma que hay en ellos. El Niho es el más profundo. Si no dominas el agua no podrás estar de pie y te hundirás.

—¿Cómo podría Dard llegar a ellos entonces?

—No tengo idea —se rinde.

—Kolie, practiquemos —sugiere Fabio.

—¿En dos horas? —mi padre pone cara de quien no se cree la cosa.

—Ella ha dominado tres elementos como una profesional en minutos, sin clases, por impulso. El agua es el elemento más racional, confío en que ella lo va a lograr.

—Gracias por confiar en mí —le digo y me giro a Kely— Pequeña, quieres venir a ver cómo práctico o te quedarás con papá.

—Iré —se acerca a mí sigilosamente— ¿Este chico es tu novio? —susurra en mi oído.

—No, es mi amigo —le aclaro.

—Más le vale —se cruza de brazos y avanza hasta Fabio—. Bien, espero que puedas ayudar a mi hermana, como AMIGO —hace énfasis en la última palabra en tono amenazante. Aunque claro, al ser tan pequeña su amenaza lejos de dar miedo da risa, ya que es tierna con esos cachetes rojos inflados, y su carita angelical.

—Eso haré, pero no lo haré como su amigo —responde el aludido, mi padre se pone alerta y yo me quedo paralizada.

¿Cómo que no lo hará como amigo? ¿El acercamiento repentino le afectó el cerebro? ¿Qué piensa decir?

—Claro que eres mi amigo —interfiero. No quiero que nuestra relación se me salga de las manos, ni darle la impresión equivocada, aunque hay veces que estoy confundida no voy a fallarle a Kate.

—Te voy a entrenar como un maestro, no tendré piedad porque el agua del lago tampoco la tendrá.

Suspiro aliviada. No dijo nada raro, tal vez todo lo raro ocurre solo en mi cabeza.

—Fabio, ¿dónde entrenarán?

—¿Dónde más? En el campo de la academia, ya los estudiantes están en sus labores cotidianas y lo tenemos solo para nosotros.

—También iré.

Salimos, los cuatro, rumbo al campo de entrenamiento, es la primera vez que lo usaré. Estoy nerviosa y a la vez eufórica por saber cómo se entrena en la academia. Mi padre y Kely se sientan sobre una roca enorme mientras, Fabio y yo, nos situamos uno frente al otro a los costados de unos charcos de agua cristalina.

Fabio estira su mano derecha en dirección al charco y un hilo de agua se extiende hasta la punta de sus dedos. Realizo la misma acción, pero al agua ni se inmuta. Cierro los ojos para concentrarme y mover el agua, pero solo encuentro mi conexión con el aire y la tierra. Intento nuevamente y siento un latigazo desgarrador en mi hombro izquierdo. Abro los ojos y miro la zona afectada, estoy sangrando, un hilo del líquido rojo se extiende hasta mi blusa y miro enojada a Fabio. ¡Me acaba de atacar!



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En el texto hay: magia poderes y secretos

Editado: 27.12.2021

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