La Heredera del Ciclo

La Heredera del Ciclo Capítulo 37: El Ciclo que Teje

El Ciclo que Cuenta no se dispersó.

Se entrelazó.

Las historias compartidas por los Hijos del Silencio comenzaron a buscarse entre sí, no como ecos, sino como hilos. Cada relato no era una línea. Era una hebra que pedía ser tejida con otras. Y el Jardín… se volvió telar.

Kael lo sintió primero.

—No están contando para ser escuchados —dijo—. Están contando para conectarse.

Eira acarició una hoja que vibraba con palabras ajenas.

Thalen voló sobre una raíz que se entrelazaba con memorias que no eran suyas.

Solan encendió una llama que tejía con sombras que no había vivido.

Y el ciclo… comenzó a formar red.

---

Los Hijos del Silencio comenzaron a notar que sus relatos no terminaban en sí mismos.

- Una niña contó su miedo, y otro niño dijo “yo también lo sentí”.
- Un niño narró su silencio, y una flor respondió “yo lo guardé contigo”.
- Otro compartió su error, y el aire susurró “yo lo transformé en puente”.

Eira los observó.

—No están compartiendo historias —dijo—. Están entrelazando emociones.

Thalen descendió.

—Y cada hilo… es una decisión que eligió no estar sola.

Kael caminó entre los relatos tejidos.

Y el ciclo… lo envolvió.

---

El Jardín comenzó a cambiar.

- Las raíces se cruzaban como hilos de memoria.
- Las hojas se curvaban como nudos de emoción.
- Las flores se abrían como puntos de encuentro.

Los aprendices comenzaron a tejer con gestos, palabras, pausas.

- Neris tejió su sombra con la luz de Eira.
- Solan tejió su fuego con el agua de Thalen.
- Una niña tejió su silencio con el canto de una flor.

Los Hijos del Silencio descubrieron que cada historia podía ser parte de otra.

- Una raíz contenía tres voces.
- Una llama cantaba con dos recuerdos.
- Un suspiro se tejía con cinco pasos.

Kael se arrodilló.

Y el Jardín… lo abrazó como red.

---

Una noche, Kael soñó con el ciclo.

Pero no como relato.

Como manto.

Cada historia tejida formaba parte de un tejido que respiraba, que latía, que esperaba.

Y en el centro… una pregunta.

—¿Debo permitir que el ciclo se convierta en tejido vivo?

Aelira, desde los sueños, respondió:

"Solo si estás dispuesto a no saber dónde termina tu historia."

Kael tembló.

—¿Y si me pierdo en lo que otros cuentan?

Aelira susurró:

"Entonces serás parte de algo más grande. Porque lo que se entrelaza… no se pierde. Se transforma."

Kael despertó.

Y el Jardín… lo tejió.

---

Los aprendices tejían con palabras y silencios.

Los Hijos del Silencio tejían con gestos y pausas.

El aire no separaba.

El suelo no dividía.

El ciclo… unía.

Kael se arrodilló frente a una raíz que contenía muchas hebras.

—¿Y si el tejido cambia lo que fuimos?

La raíz respondió:

"Entonces el ciclo será red. Y la red… es lo que sostiene sin exigir forma."

Kael miró el bosque.

Miró el canto.

Miró el suspiro.

Miró la escucha.

Miró el hogar.

Miró el descanso.

Miró el sueño.

Miró el paso.

Miró el encuentro.

Miró el reflejo.

Miró el recuerdo.

Miró el relato.

Miró a Lyra, en su memoria.

Miró a Aelira, en su sueño.

Y dijo:

—Entonces… que el ciclo se teja.

No para definirnos.

Para sostenernos.

*

La raíz se iluminó.

Y en su centro… apareció una palabra.

“Vínculo.”

---

El Ciclo que Teje se convirtió en red emocional viva.

Los Hijos del Silencio, en hiladores de sentido compartido.

Los aprendices, en nudos que sostienen sin encerrar.

Kael, al permitir que el ciclo se convierta en tejido, se volvió hebra que une sin poseer.

Aelira, desde los sueños de quienes aún no han nacido, susurraba:

"Cada vínculo es una emoción que eligió entrelazarse. Y cada red… una forma de existir sin borde."

En el cielo, no apareció una luna.

Ni una flor.

Ni una raíz.

Ni un árbol.

Ni un eco.

Ni una voz.

Ni una historia.

Ni una palabra.

Ni un aliento.

Ni un suspiro.

Ni un canto.

Ni una pausa.

Ni una escucha.

Ni un hogar.

Ni un descanso.

Ni un sueño.

Ni un paso.

Ni un reflejo.

Ni un recuerdo.

Ni un relato.

Apareció un tejido.

Y en su centro… una palabra.

“Vínculo.”

Porque el ciclo… ahora se teje.

Y cada hebra… es una emoción que eligió sostener a otra.

---



#1642 en Fantasía
#300 en Magia

En el texto hay: magia arcana

Editado: 19.10.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.