La hermana de mi ex

CAPITULO 8

 

Narrador:


 

Una de las grandes virtudes de Brandon era el de tener una inmensa paciencia, todos siempre elogexcusar iaban eso de el y aunque por dentro se quemaba vivo por objetar.


 

Eso lo trajo a la mansión de sus padres sentado en uno de los muebles con Paula a su lado hablando de algo que el no podía entender, no porque el fuera lento sino porque no tenía deseos de prestar atención.


 

Su padre le lanzaba dagas desde donde estaba sentado y el se las devolvía, vivir solo y depender de su propio sudor había creado un mounstro que su padre ya no podía domar, su madre por otro lado intentaba excusar su comportamiento a su parecer grosero.


 

El le lanzó a ella una mirada igual de venenosa, que ella ignoró, su hermana se sentía incómoda seguro por el estrés al que la estaban exponiendo mientras estaba embarazada, pero claro a Amanda y Raúl nada de eso les importaba.


 

La chica siguió hablando a la izquierda de Brandon mientras esté respiraba incómodo y apartaba la mirada a la mesa donde pronto se serviría la comida, algo que el esperaba con ansias para ver si la chica mantenia la boca cerrada aunque fuera para comer.


 

Su hermana le regaló una media sonrisa de disculpa que el acepto moviendo ligeramente la cabeza, su sobrina atravesó el lumbral de la puerta abalanzandose sobre el y por primera vez el agradeció eso.


 

—Tio, ella es tu novia?_ en su inocencia pregunto la niña y todos los presentes rieron unos sufriendo más que otros.


 

—Aun no cariño_ Paula tocó su cabello y la niña se sacudió acurrucándose contra su tío de manera mimada.


 

La mirada que Brandon le mando a Paula fue la más frías del día, resopló viendo cómo ella bajaba la cabeza cuando sus padres prestaron atención.


 

—La niña debería estar durmiendo, Emely_ Raúl carraspeó avisando a su hija que asintió levantándose con dificultad por su enorme barriga.


 

—Yo la llevaré_ Brandon anuncio, señalando con su mano para que su hermana volviera a sentarse.


 

—Pero yo no quiero dormir, tío_ sus ojos se pusieron borrosos por las lágrimas que amenazaban con salir.


 

—Volvere enseguida_ abrazo a su sobrina de manera protectora bajo la atenta mirada regañadora de sus padres a la que ya estaba acostumbrado y cansado.


 

Acostó a su sobrina luego de leerle un cuento para dormir, agradeció que al pasar la cuarta página ya la niña estaba dormida.


 

Sus ojos pesaron pero no tenía el lujo que su sobrina tenía y por eso bajo las escaleras lentamente sin prisa y pensando detenidamente si volver y quedarse con su sobrina un rato más.


 

Pero la suerte nunca a estado del lado de Brandon.


 

—Te iba a buscar, has tardado_ su madre lo encontró al bajar las escaleras y él rodó los ojos sin contestar nada.


 

Ella resopló cuando el paso a su lado sin dirigirle una mirada y ambos entraron al comedor para ocupar sus asientos.


 

Su asiento estaba al lado de Paula, respiro hondo y se sentó de manera obediente con la poca paciencia que le quedaba.


 

—Oh Brandon, hablábamos del gran puesto que te has hecho en los negocios_ Paula sonrió falsamente y el hizo una mueca.


 

—Negocio de porquería si me lo preguntan a mi_ su padre contesto con el mismo desdén al que todos los presentes estaban acostumbrados menos el.


 

—La porquería que me a mantenido todo este tiempo sin tu ayuda_ contesto Brandon calmadamente mientras masticaba su comida sereno.


 

Su padre asoto la mensa con sus puños listo para atacar pero su padre intervino para calmarlo, Brandon no los miro y siguió comiendo sin problema.


 

—Cuanto falta para que el bebé nazca, Emely?_ su tío Paul intentó aligerar el ambiente, preguntando algo que por supuesto no le interesaba en lo más mínimo.


 

—Faltan solo dos meses, tío_ ella contesto alegre y ajena a todo lo malo como siempre, su dulce hermana solo tenia ese gran defecto, la bondad en su corazón.


 

Le regalo una media sonrisa que el devolvió para que ella se sintiera respaldada.


 

—Y tu Brandon no piensas tener hijos o casarte pronto_ se lamió los labios sabiendo perfectamente a dónde iba esa conversación.


 

Todo el teatro estaba planeado para emparejarlo con Paula, conocía demasiado bien a sus padres como para no saberlo y a juzgar por la mirada de ojos abiertos que su hermana le dirigió a su tío ella también había caído en las cuentas.


 

Cuando pronunció las palabras Brandon sabía que estaba mal, pero que más podía hacer, lo obligarian hasta el cansancio para que aceptará y cualquier mujer en su opinión sería mejor que está chica que fingía la mayor parte del tiempo.


 

La a odiado desde siempre y supo que era un castigo de sus padres por lo que ellos llamaban su desobediencia.


 

—Estoy saliendo con alguien_ al pronunciar las palabras oculto su rostro bajo la comida que tenía frente a el, sin levantar la mirada y actuando como si lo que acabó de decir no fuera gran cosa en la familia de locos que tenía.


 

—Como es eso?_ su padre salto casi atragantandose con el agua que estaba bebiendo y la boca de su madre se abrió como la de un pez fuera del agua.


 

—Como lo acaba de escuchar_ siguió su farza deteniéndose por un segundo y pensando a quien involucrar en este problema.


 

—Quien es?_ su madre por fin habló controlando su incredulidad.


 

—Una florista_ se arrepintió al decirlo y su hermana giro su cabeza como las manillas de un reloj para verlo ya no podía dar marcha atrás —Su nombre es Allison Bennett.


 

Su padre golpeó la mesa una vez más asustando a todos y sin la intervención de su madre para calmarlo las cosas se descontrolaron.




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