La hermana equivocada

2.El anuncio

2 meses antes de la boda

Si había algo que amaba hacer era acercarme a las flores y oler su aroma , lo cual era irónico porque no era precisamente una gran fan de la naturaleza pero había algo en el perfume que desprendían que hacía que fuera diferente, me daban la posibilidad de estar en contacto con ella y no tener que soportar largas horas a la intemperie mientras alguien que se jactaba de su pasado de hoy scout intentaba armar la tienda o lidiar con lo pastosa y asquerosa que se sentía mí piel cuando la llenaba de repelente contra mosquitos.

Si como podrán notarlo, yo era una chica de ciudad, un bicho de ciudad como solía llamarme mí hermana quien era básicamente lo opuesto a pesar de tener mí mismo rostro, altura y voz, ella era una ávida exploradora y a sus 28 años ya había recorrido con una mochila sobre su hombro y una brújula que le indicaba cuál sería su próxima parada.

Lo contrario a mí, mientras Ronnie se dejaba llevar por sus impulsos e intuición y no le gustaba planificar nada, yo era la clase de persona que tenía que estar atado hasta cuántas veces debía ir al baño y en qué horario... me gustaría mentir y decir que no era así sin embargo con mí trabajo ni podía permitirme cometer ningún tipo de error, al fin y al cabo esas mujeres confiaban en mí y depositaban sus sueños y esperanzas en mí.

Otra cosa que amaba tanto como este era hacer a las parejas felices y para eso debía de asegurarme que todo estuviese en su sitio, y cada movimiento debía ser planeado hasta la perfección.

—Me gustan las gardenias que trajiste esta vez Jorge— dije asomándome a los pétalos para poder llenar mi ser de su aroma.

—Pues, lo mejor para mí mejor cliente, no podía traerle algo de media o baja calidad— comentó este dándome un guiño coqueto.

Una mano se posó sobre su hombro, y unos finos dedos con una manicura delicada asomaron por sobre su sweater.

— Quieres que te cuente una historia hilarante —preguntó Verónica parándose detrás de mí proovedor floral—Una vez fuimos a un parque acuático, creo que habremos tenido unos 7 u 8 años—añadió observando con un brillo maléfico en sus ojos.

—8 —respondí entre dientes a sabiendas de lo que se vendría luego.

— Cierto —chasqueo sus dedos—Teníamos 8, ella se asomo a oler unas florecillas de por ahí sin saber que era alérgica y su nariz se hinchó tanto que triplicó su ta…

La risa la embargó y fue incapaz de ponerle fin a su relato.

—Si, ya ya. Gracias por compartir con mi cliente relatos vergonzosos de nuestra niñez— masculle y me volví a Jorge—Muchas gracias,si la novia en cuestión cambiar de parecer te lo comunicaré con tiempo.

Asintió.

—Anotado—afirmó—Me encantaría seguir conociendo más sobre su pasado chicas, lamentablemente tengo peonías que se morirán si no son regadas en menos de media hora... Y Amelia... me aseguraré de no traerte nada que te haga mal en mí próxima visita— comentó divertido antes de partir, dejándonos solas .

Dos individuos iguales con emociones distintas embargandolas.

—Oh hermanita quita ese ceño fruncido que no llegarás con tu piel lisa y sin arrugas a los 30.

Apreté mí puño para contener las ganas que tenía de soltarle lo que tenía para decirle.

— ¿Y cómo debería estar? Compartes un detalle de mí intimidad con un sujeto ante el cual quiero presentarme como un humano serio y profesional, y tú lo arruinas.

— Hey que no es para tanto todos hemos hecho estupideces de pequeños además no había manera que tu supieras que eso te sucedería, y no tienes que guardarle tanto resentimiento a ese recuerdo después de todo fue lo que te acerco a un nuevo mundo a partir del cual lograste construir un negocio existido y fructífero , no cualquiera puede decir eso, deberías sentirte dichosa y no amargada —hizo una pausa —Espera es eso o lo que te apena es que te haya hecho pasar vergüenza frente a un muchacho.

— ¿Qué estás diciendo, acaso te has vuelto loca ?

—;¿Por? que tiene de malo con que quieras impresionarlo, quien sabe si haces las cosas bien podrías conseguir que te lleve a una cita y esa derive en otra y en otra y con suerte en un año estaríamos organizando tu boda. Hace cuanto no sales con alguien—inquirió moviendo su mano izquierda en el aire....

— ¿Importa? Estoy concentrada en mí trabajo y es lo único que importa porque es lo único que me hace feliz, no necesito de ningún hombre ni su aprobación, solo grandes cheques y trozos de pasteles repletos de ganache de chocolate.

— Tarde o temprano te arrepentirás de eso no hay nada más hermoso que llegar a casa relajarte en el sofá y dejar que unos brazos fuertes te sujeten y te hagan cariñitos en el cabello mientras te preguntan por como ha ido tu día— sentenció con su brazo derecho aún detrás de su espalda.

—Pues tal vez esto te sorprenda pero lo que para ti es el ideal para mí no. Podremos ser idénticas pero en esto disentimos—asegure— ¿Y qué onda porque estás así?

— Así como— murmuró .

—Usando una de tus extremidades y actuando como si la otra no existiera...

—Bueno —mordió su labio inferior—Ya que lo mencionas — colocó sus dedos derecho a escasos centímetros de mí rostro—William y yo nos vamos a casar y quiero que tu organices nuestra boda




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.