La Hija De Grey (zimmey Libro 1)

—8—

Bajo estricta vigilancia llego a Editorial Grey, otra vez. Dejo la bebida de mamá sobre su escritorio, aún no ha terminado su reunión. Busco entre los estantes algo para distraerme, tomo asiento en su cómoda y acolchada silla, con razón no se queja de estar sentada todo el día, sus posaderas están en un lugar exquisito y disfrutable. Me sumerjo en la lectura del libro que encontré, los libros de romance me van demasiado, contienen ese tipo de amores que quisiese conocer algún día. Dejo el libro a un lado cuando siento vibrar mi móvil.

Ava, otra vez.

*Phoebe Grey, ¡SálvamePor favorllama y dile a mamá que estaremos en tu casa... ¡No quiero cenar con el abuelo K!*

Al ver su desesperación cierro los mensajes y busco entre mis contacto el número de la casa del tío Ethan.

—Buenos días.

—Buen día, tía Kate. —Le digo al reconocer su voz. — ¿Cómo están por allí?

— ¡Phoebe, cariño! —Expresa con demasiada emoción. —Todo de maravilla por acá, ¿Quieres hablar con Ava?

—No, contigo. Mamá quiere invitarla a cenar, ya sabes que no puedo salir mucho. Me siento aburrida y quería saber si ella podría venir a casa hoy. Puede quedarse a dormir también, así no habría problemas con el regreso. —Mi madre va a querer matarme por meterla en esto. —Ella está en una reunión, pero si quieres le digo que te llame para confirmar, ¿Qué dices tía?

—Que Ana me llame, de otra forma no veo como.

Se queja tanto de la sobre protección de mi padre conmigo y ella es otra a quien tienen amarrada. Jodida Ava. 
—Está bien, en cuanto mamá salga de su reunión le diré que te marque. Adiós tía Kate.

—Estaré esperando, adiós Phoebe.

Mi madre no es tan difícil de convencer, si es ella quien habla con papá, él me dejará salir. Pero primero hay que convencer a la Kavanagh, en los problemas que me metes Ava. Me quedo sentada en espera de que mamá aparezca.

Escucho la voz de mamá, está dando indicaciones a Hannah, la hora de mi verdad está cerca. Mientras espero a que entre, prosigo con mi vaga lectura. Dos minutos después la veo entrar, me retiro de su silla y la extiendo hacia afuera para que se siente.

— ¿Qué vas a pedir, Phoebe? —Llevo mi mano al pecho fingiendo indignación. Ella enarca una ceja mientras toma su lugar.

—No siempre que soy una hija atenta es porque voy a pedirte algo.

— ¡Ajá! —Exclama divertida. —Soy toda oídos para tí, dile a esta mujer que te dio la vida hace veinticuatro años que es lo que quieres.

—Mamá. —Me quejo. —Voy a pedirte un favor, pero no quiere decir que cuando tenga un acto cordial es porque quiero algo de tí. Bueno, al punto. Ava tiene una cita hoy, pero tía Kate no la deja ir. Entonces... Ella quiere que yo la acompañe, aprovechando que ya conozco al hermano del chico que la ha invitado. Lo que quiero... Es que llames a la tía Kate y le digas que mi prima va a quedarse conmigo.

— ¿Me estás pidiendo que le mienta a mi mejor amiga?

—No, solo vas a omitir la verdad. —Uno mis manos a modo de plegaria. —Además, llegará su abuelo Eamon a cenar, y ya sabes como es. Mamá, por favor.

—Phoebe... —Sisea. Pongo un tierno puchero.

—Te lo pido, por favor. No seas mala, anda, que es mi oportunidad para despabilar un poco del encierro.

—Es decir, que no solo voy a engañar a Kate, sino que también debo hablar con tu padre. ¡Que combo! —Grita sarcástica.

—Preciosa, por favor, ¿Si?

—Está bien, llamaré a Kate. -—De la emoción me lanzo sobre ella y beso su mejilla repetidas veces. —Y le diré a Christian que saldrás, si es una cena, no vuelvas demasiado tarde y... Llevarás a los de seguridad, ¿Estamos?

—Sí, mamá. Pueden enviar a la CIA si quieres tras de mi. No voy a objetar imposición.

—Voy a realizar las llamadas, tú hazme el favor de ir a edición y pedirle a Braulio el machote del nuevo libro.

—Hago lo que quieras. Mujer preciosa, ojos del cielo, perfección convertida en mujer. —La halago y ella suelta una risotada. —Eres la mejor madre del mundo entero.

—Si, si, si. Ya lo sé Phoebe. Ve a donde te dije, por favor.

Le doy un beso en la mejilla y salgo de su oficina. Me dirijo a redacción con una duda rondando mi cabeza, ¿Quién es Braulio? Simplemente no recuerdo haberle visto o escuchado de él. Me acerco a Hannah y le pregunto: 
—Hanna de mi vida, ¿Quién es Braulio?

—Un chico nuevo, recién llegado de Miami. Es no sé qué cosa de Rouch, el punto acá es que trae un bronceado espectacular. — Suelto una risotada.




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