Al abrir los ojos el mundo me da vueltas, por lo cual vuelvo a cerrarlos. Medito un momento para abrirlos lentamente y adaptarme a la luz. Reconozco el lugar, es mi habitación, son mis cosas, ¿Cómo llegué aquí? Intento recordar que hacía antes, pero no puedo, he ido con Paul por el collar de Picky, y luego... Luego mi mente aparece en blanco, ¿Qué me pasó? Mi cabeza duele, estoy mareada y confundida. Me encuentro cubierta con el edredón, las ventanas están cubiertas por las cortinas, me muevo muy despacio intentando quedar sentada. ¿Qué le ocurre a mi cabeza? Todo se reduce a... Nada. Tengo mucha sed, sostengo mi cabeza porque no me siento bien.
—Ayuda... —susurro en un intento por ser escuchada. Pero no ocurre nada.
Busco otras medidas para llamar la atención, muevo mi mano hacia el buró, consigo acercarme a la pequeña bandeja que contiene un vaso de agua. No mido la fuerza y lo único que consigo es que todo se vaya abajo provocando un ruido estruendoso. El vaso junto a la jarra quedan completamente destrozados en el suelo, la bandeja aún retumbando. La puerta se abre con brusquedad dejando ver a papá, la abuela Grace y mamá.
¡Mamá!
Jack Hyde.
Siento mis ojos humedecerse.
—Agua. —Pido con voz apenas audible. Tengo la garganta completamente seca. Mamá se retira para irlo a buscar. La abuela Grace camina hacia mí tomando asiento en la cama, acaricia mi cabeza y papá permanece a un lado.
— ¿Cómo te sientes, cariño? —Pregunta ella.
—Mareada... ¿Cómo llegué aquí?
—Te has desmayado, no sabemos el porqué... —mamá regresa y me tiende el vaso. Mis progenitores permanecen en silencio. —Da pequeños sorbos.
Doy dos tragos.
— ¿Sawyer?
—Abajo. Conversando con Taylor. —Habla al fin mi padre.
— ¿Cuánto llevo aquí? ¿Qué hora es? ¿Por qué estoy aquí?
—Cielo, es lunes. Son las diez de la mañana, has dormido con intermitencia unas cuantas horas, ¿No recuerdas?
¿No recuerdas?
¡No! Lo último que recuerdo es... Mi encuentro con... Sawyer ayudándome a salir y... Nada más.
El nombre Jack resuena en mi cabeza, ¡Ay, por Dios!
—No. No sé nada. —Suelto frustrada. —Yo no sé que ocurrió. Mamá... No... —me rompo por dentro y empiezo a llorar. Imágenes borrosas me vienen... Yo hablando con alguien. Mamá le pide a la abuela que se aparte, para poder abrazarme y acariciar mi espalda, susurrando un «Todo está bien», «No pasa nada».
—Creo que debe descansar un poco más. —Recomienda la abuela Grace. No quiero estar sola, no quiero dormir.
—No, no quiero que se vayan. No me dejen sola. Mamá, papá, quédense... Por favor.
La abuela Grace lo acepta y tras darme un beso en la mejilla se va, papá la deja en la puerta de la habitación. Regresa para sentarse en el lugar que mamá deja al cruzarse del otro lado. Ambos sostiene mis manos, coloco mi cabeza en el brazo de él. ¿Qué me ha ocurrido? Debo hablar con Taylor.
— ¿Y Paul? —Tanteo el terreno. —Creo que le debo una disculpa por haberle hecho pasar esto.
—No está molesto, en realidad no ha dejado de llamar para saber sobre tí. Más bien luce preocupado. Lo que me parece muy tierno. —Ella se ha ido un poco en sinceridad. —Bueno, lo digo porque lo caballeroso que se vio trayéndote.
—Claro. —Murmura un tosco Christian Grey. — ¿Estás mejor, cariño?
—Eso creo, aún un poco confundida y mareada, pero bien. No se preocupen. —No puedo esperar más, una parte de mí siente miedo de olvidar lo que con trajo recuerdo. — ¿Pueden venir Sawyer y Taylor? Sawyer recién regresa y ya lo hice quedar mal, no quiero que lo regañen. ¿Pueden venir ambos? Quiero conversar con ellos, a solas.
—Eres un amor de niña. —Dice mamá besando mi mejilla. —La has pasado mal y piensas en los demás. Hemos hecho un gran trabajo, Grey. —Se adula, si, han sido los mejores padres.
—Mi pequeña Phoebe, mi niña perfecta. —Acaricia los nudillos de mi mano. —Está bien, los llamaré a como deseas, pero solo porque te quiero consentir, ¡Eh! Ya no me des más susto, cariño. —Dice con voz dulce, a pesar de ser gruesa, muy suave y delicada.
Me da un beso en el pelo, se levanta con elegancia para ofrecerle su mano a mamá y ayudarle a bajar de la cama (Y ella hablando de caballeros) Se despiden con la mano que les ha quedado libre y salen muy acaramelados. ¡Amo su amor!
Enfoco mi mente en los recuerdos, me aferro a ellos para no olvidarlos. Jack, ese hombre estuvo cerca de mí, debo hablar con ellos, sabrán que hacer para proteger a mamá, son los de seguridad. Dos leves golpes se escuchan en la puerta, respondo con un suave «Adelante». Los dos hombres entran, Sawyer es quien cierra la puerta a sus espaldas.
—Buenos días, señorita Grey. El señor Grey nos informó que quiere vernos. ¿En qué le podemos ayudar? —Habla Taylor en nombre de ambos.
— ¿Papá ha venido con ustedes?
—No. Señorita Grey. —Interviene Sawyer. —Se ha quedado para despedirse de la señora Grace.
—Jack Hyde. —Escupo con prisa y sin respirar. —Él estuvo ahí, me amenazó con dañar a mamá.
—Señorita Grey. —Taylor da un paso adelante. — ¿A qué se refiere con eso?
—He chocado con él, me dijo que no hiciera nada raro, sino... Él va a dañar a mamá. —Digo con los ojos llorosos y agrego—:La chica de la firma también estaba ahí, la que gritaba el nombre de ese hombre.
— ¿Cómo no te percataste de eso, Sawyer? —Increpa molesto. —Una segunda oportunidad y fallas así, hablaré con el señor Grey.
—Hyde no pisó la tienda, el único hombre que entró era moreno, de baja estatura y lo revisé antes de entrar. La chica tenía cabello oscuro, de igual forma le revisé, era diferente, ¡Oh joder! —Murmura incómodo, Luke Sawyer ha dicho una palabra poco adecuada. —Señorita Grey, me ha dicho que todo estaba bien. Taylor, yo he entrado porque noté algo extraño cuando él se le acercó demasiado, yo no...