La Hija de la noche

Capítulo 13: Refuerzos al rescate

Ayla

¡Lunes! Que horror, odio los estúpidos lunes y ustedes ya sabrán porque los odio.
Me levanté y eran las seis treinta, fui a la cocina y preparé el desayuno de las niñas, sí, lo sé, ellas entran a las ocho. Pero como está un poco retirado por eso nos levantamos temprano; en lo que ellas desayunaban yo me fui a dar una ducha y al salir me puse una remera blanca con la palabra "Lista" en griego, unos pantalones vaqueros de color negro, mis tenis y mi collar que me dio mi mamá, me hice una coleta alta. Las niñas ya estaban listas y nos fuimos caminando, se preguntarán. ¿No las llevas en auto? Y la respuesta es no, por dos simples razones: Uno, la señora Tomson se llevó su auto y dos, todavía no cumplo los dieciocho. ¿Qué cuantos años tengo? Déjenme decirles que tengo diecisiete lindos y hermosos años, y suficientes preguntas por hoy gracias.

—Detesto la escuela —se quejó Amaya quien estaba mirando en dirección al suelo.

—El sentimiento es mutuo —la miré a lo cual soltó una risita.

—¿Y a qué hora sales de la escuela? —me preguntó Sydney.

—Salgo a la una, me da tiempo de ir las a recoger —les dediqué una sonrisa.

—Que padre —dijo Evangeline.

Las dejé en la escuela y yo me dirigí a la mía, al llegar vi a Nico y lo fui a saludar.

—Hola Nico —me acerqué.

—Hola —me respondió.

En eso alguien me tapa los ojos. —¿Quién soy? —dijo una voz que reconocí.

—Hazel —respondí.

—Nop, respuesta incorrecta —decía otra voz, esta vez masculina.

—¿Jason? —pregunté y la misma respuesta.

—¿Te rindes enana? —dice otra voz masculina.

—Percy, ya destapame los ojos —pero fue la misma respuesta, suspiré—. Vale, vale, me rindo —y me destapan los ojos.

Al destapar me los ojos vi que la que me los tapaba era Annie, como no se me ocurrió antes; durante la escuela platicamos y me dijeron su razón de estar aquí, la cual me pareció muy lindo de su parte. Solo espero que no haya más problemas de los que debería tener; les dije que odiaba los Lunes. ¿No? Y la razón es ésta, me toca artes y en esa materia no doy el cien por ciento, vaya, ni siquiera el diez por ciento, aunque soy una chica que me gusta tocar y pintar pero aquí no lo demuestro y tengo mis razones; aunque me toca a la última, pero siento que me amarga todo el día en tan solo unos minutos.
Aquí entre nos, la maestra de artes y yo no tenemos una buena relación,¿por qué lo digo? Porque cada vez que entramos a su clase ella me mira con manera de desagrado, y aparte de que tiene a su preferida de la clase, hablo de Amelia o mejor dicho Tontonelia. Iniciaron las clases y ella dijo.

Caminaba de un lado al otro. —Durante este curso aprenderán a tocar el piano y al finalizar este tocarán una pieza.

Cómo les dije, no tengo una buena relación con la maestra.
¿Por qué lo digo?
Porque me mira y me dice.

—Señorita Laforêt, usted será la primera —me dijo.

Me pare y toque una pieza en la cual una parte siempre me equivoco y parece que soy apenas una novata en esto.

Me detiene. —Pase a su lugar señorita —tocándose su sien.

Y así paso la clase, salimos de la escuela y fuimos rumbo a la escuela de las niñas, faltaban unos cuarenta minutos y nos detuvimos un rato para que les preguntara.

—Por cierto, ¿dónde se van a quedar? —los miré.

—Estamos buscando,y si no encontramos nos quedaremos en un hotel —me respondió Jason.

—¿Porqué no se quedan en mi departamento? —les comenté.

—¿No estaremos apretados? —pensó Piper.

—No, porque aparte estoy cuidando a unas niñas y por ese tiempo que las cuide me quedo en su casa —respondí.

—¿Y dónde vives Nico? —preguntó su hermana.

—Él vive enfrente de mi departamento —le respondí.

—Bueno, pero que tal que para no quedar apretados en un solo departamento nos dividimos —comentó Annie.

—¿Y como quedaríamos? —habló Leo.

—Las chicas que se queden en el departamento de Ayla y los chicos en el de Nico —respondió.

Nico se tenso un poco con eso, aparte era buena idea pero siento que a la vez no.

—¿Y qué tal si una pareja o dos se quedan en mi departamento y otra en el departamento de Nico? —a lo cual todos asintieron.

—Entonces queda de esta manera: Percy, Piper, Jason y yo, en el departamento de Ayla mientras que Hazel,Frank y Leo en el departamento de Nico —concluyó Annabeth.

Le di a Annabeth la llave de mi departamento y una lista de los posibles semidioses que puede haber en la escuela, de ahí todos nos fuimos por diferentes lados. Yo fui a recoger a las niñas y durante el camino me pregunta Amaya.

—Ayla, al llegar a la casa, ¿nos podrías tocar algo? —me miró.

—¿Sabe tocar instrumentos? —preguntó emocionada Sidney.

—Sí ,sabe tocar el piano, violín, guitarra y flauta —respondió Tania.

—Que hermoso —dijo Evangeline.

Llegamos a casa, comimos, hicieron sus deberes de la escuela mientras yo escombraba la sala por el desorden que hicimos ayer; eran las cinco de la tarde y decidimos tomar un descanso, en eso me pregunta Amaya.

—¿Ya nos puedes tocar algo? —me miró.

—Sí, pero elijan que instrumento quieren que toque —miré a las cuatro niñas.

En sus caras se veía que estaban indecisas al no saber que instrumento tocaría, me reí en mis adentros y después les dije.

—Les propongo algo —las niñas me miraron.

—¿Qué? —preguntó Sidney

—Quién encuentre un instrumento primero será el que toque —las miré.

—Pero también cantas —propuso Tania.

—Bien —acepté.

Las niñas salieron como locas a buscar el instrumento a excepción de Evangeline que ella ya había encontrado un instrumento.

—Ya encontraron un instrumento —le dije al trío de niñas.

—Al parecer Evangeline nos ganó —dijo Sidney.

Agarre la guitarra que encontró Evy y la afine,en eso les dije.



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En el texto hay: dioses griegos, percyjackson, metamorfos

Editado: 18.04.2023

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