La Hija de la noche

Capítulo 17: Sentimientos y revelaciones

Ayla

Al día siguiente me levanté y cambié para ir a entrenar.
Saqué a "Nightshade", si, así llamé a mi arma, y lo digo así porque puede convertirse en cualquier arma que yo quiera. La convertí en una espada y empecé a entrenar; seguía pensando en lo que dijo esa dracanae, luego descubriré que significa.

—Ayla —me doy la vuelta y veo a Dylan.

—Vaya, creí que ya no nos volveríamos hablar —sonrío.

—Ja, ja, muy graciosa enana —me despeina.

—¡Hey! Tardo horas en acomodar mi cabello —dije riendo mientras alejaba sus manos de mi cabello—. Por cierto, ¿has visto a las chicas?

—A Alice la vi entrenando por aquí, y lo que son Abril y Hailee, deben de estar platicando —dijo recordando algo.

—Bueno, mientras aparecen —lo señalo con mi espada—. Me concede este entrenamiento —se empieza a reír por mi petición.

—Buscaste tu perdición niña —responde mientras sacaba su espada.

Empezamos muy bien la pelea, íbamos nivelados en agilidad y rapidez. En fuerza el iba con un poco de ventaja; en eso que me tira, se iba acercar a mí cuando lo empujo con mis pies y me levanto.
No se como cuanto estuvimos así pero en eso me caigo y jalo a Dylan para que al final el estuviera encima de mí.
Eso me puso incómoda y nos levantamos rápido, pero escuchamos que alguien dijo.

—Ya mejor dense un beso —lo miro enojada y convierto mi espada en un arco y le lanzo una flecha que apenas le pasó rozando la cara.

—¿Decías? —lo fulmino con la mirada y se fue corriendo como niña asustada.

Pero en eso me doy la vuelta y veo a Nico que en ese momento se marcha, ¿pero qué mosca le picó? Así que decido seguirlo.

—En un momento vuelvo, se me olvidó algo en mi cabaña, te veo después —le doy leves palmadas en su antebrazo.

—Claro, nos vemos luego —se despide y ambos nos empezamos a alejar.

Nico

Estaba en mi cabaña, aburrido como siempre, la verdad no tenía ganas de hacer nada, Hazel y Frank regresaron al Campamento Júpiter, Jason dijo que el se iba a quedar unos días más; mi otra hermana, Alice se fue a entrenar, me lo pidió pero le dije que no tenía ganas y no dijo más.
Agarro mi chaqueta de aviador y voy al campo de entrenamiento, en eso veo que Ayla está entrenando con un hijo de Atenea, por lo que me había comentado Annabeth, él y ella se llevan muy bien porque son amigos; así que supuse que era él.

Pero en eso se cae y jala al chico para que al final él estuviera encima de ella.
Esa escena hizo que me sintiera mal.
Eso se puso más incómodo y se levantaron rápido, pero escucho que alguien dice.

—Ya mejor dense un beso —Ayla lo mira enojada y convierte su espada en un arco y le lanza una flecha que apenas le pasó rozando la cara.

—Decías —lo fulminó con la mirada y se fue corriendo como niña asustada—. Idiota.

Pero en eso se da la vuelta y me ve, en ese momento empecé a caminar, al ver esa escena de ellos dos juntos me dolió y mucho, ¿cómo pude pensar que ella se podría fijar en un chico como yo?

—Nico espera —miré de reojo y me di cuenta que era Ayla.

—¿Qué quieres? —pregunto de manera seria.

—¿Me puedes decir por qué estás así el día de hoy? —se cruza de brazos.

—Sabes que ese es mi estado de humor —respondo muy seco.

—Lo sé, pero tú no te comportas así conmigo —sigue en la misma posición.

—Eso no es de tu incumbencia —bufo.

—Pues que crees, si lo es porque eres muy importante para mí —responde mientras apreta los puños.

La verdad no sabía cómo mostrarle mis sentimientos, antes pensaba que Percy me gustaba, pero solo había sido una confusión. Pero con ella es diferente, con ella siento la necesidad de estar a su lado, de cuidarla y protegerla.

Ayla

En eso Nico se va acercando poco a poco a mí, pone su mano en mi mejilla, de la nada todo se detiene, podía sentir esos suaves y fríos labios de él. No separamos por falta de aire, yo todavía seguía en un tipo de trance pero me sacó de ahí lo que dijo.

—Te quiero, te amo. No se cómo lograste enamorarme, pero... —hizo una pausa—. Lo primero que pensé cuando te conocí, fue, que mi suerte empezaba a mejorar —me mira a los ojos— ¿Y sabes qué? No estaba equivocado.

—Nico... —no sabía que decir.

—Te quiero sin compromiso, sin exigirte nada a cambio, sencillamente te quiero, por mi propia voluntad y bajo mi responsabilidad —saca una caja y me dijo—. Ayla Laforét ¿Me harías el honor de ser la novia de este chico que te ama? —a lo cual asentí, abrió la caja y vi que era un hermoso collar.

Dicho esto me robó otro beso, el cual yo le correspondí, y con ese beso se aclararon mis dudas.
Estoy enamorada de Nico di Angelo.

Estábamos en la fogata, al parecer nadie se ha dado cuenta de que somos novios y por el momento preferimos que siga así.



#9198 en Fantasía
#1174 en Paranormal
#395 en Mística

En el texto hay: dioses griegos, percyjackson, metamorfos

Editado: 18.04.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.