La hija de Lucifer.

Capitulo 10.

El olor a canela era efervescente en el lugar, era pura armonía y tu cuerpo parecía flotar con una singularidad única en su tipo, no había comparación para ese divino y majestuoso lugar. Felling salió del palaio de juicio; ahí se llevaban a cabo los debates más importantes del cielo. Tocaban temas como exiliar a algún ángel, o llevar a cabo misiones en la tierra. 

El señor (Dios) había anunciado que habría un juicio y una elección. Al juicio solo acudirían sus arcángeles más importantes, y la elección será a su parecer únicamente; se escogería a un habitante del cielo para llevar a cabo una misión en la tierra, la cual, se decía que rompía con las reglas del cielo.

Felling fue escogido para estar en el  juicio, y al salir de la reunión, jamás volvió a pensar igual. Su lengua estaba seca y sus manos le picaban. Encontró a su mejor amigo, Declan, afuera, esperándolo impacientemente. Ambos eran ángeles, pero Felling era arcángel, se condieraba para todo tipo de juicios y deciciones, mientras que Declan, no.

“Esta orden viene desde el gran juicio” – dijo Felling al llegar hasta Declan, su estómago pareció decaer, haciendo un nudo insoportable, al mismo tiempo que su cuerpo se estremecía involuntariamente.

“Tú eres el elegido” – Murmuró su amigo. Declan abrió la boca, su mandíbula hasta el suelo, la cual estaba ahora temblando.

“Pero yo no estoy lo suficientemente preparado, Felling, no entiendo, tienes que ayudarme, ni siquiera soy arcángel…” – Comenzó a decir rápidamente en respuesta.

“No cuestiones las ordenes de Dios, sabes que no puedes negarte”.

¨Felling, tiene más de trescientos años que yo no habito la tierra, dime la verdad, ¿Esto es un castigo?¨ Declan estaba histérico, su corazón se hacía resonar hasta sus oídos, y comenzaba a tener sentimientos de enojo, lo cual no era adecuado para un ángel.

¨¿Acaso haz cometido algún pecado para que Dios te quiera castigar?¨ preguntó Felling discretamente.

¨No.¨ Declan se relamió sus labios, olvidando que a las brujas les hizo la petición de ser arcángel algún día ¨¿Cuál es mi misión?¨

¨Bajarás a la tierra el 28 de Noviembre, a las 12 horas con tres minutos. El lugar al que llegarás es hoy conocido como Durham, Inglaterra. Dios mandará a varios ángeles los primeros días; te ayudarán a adaptarte a las condiciones humanas, y a pasar desapercibido. Tu misión es encontrarla¨ Felling parecía estar nervioso al decir su nombre. 

¨¿Encontrar a quién Felling?¨

Felling sacó un expediente lleno  de hojas. ¨Tienes una semana para estudiar éste expediente; aquí está todo lo que necesitas saber¨.

Declan sacó todo lo que estaba dentro de aquella carepta, pero tan solo habían fotos de una chica, de su familia, y en un papel, estaba escrita su dirección. 

¨¿Cómo? ¿Esto es todo?¨

 

“No te puedo decir más, lo único que debes hacer es enamorarla hasta los huesos, convencerla de que vale la pena estar viva y luchar, porque vendrán muchos obstáculos y pesadillas atormentándola, justamente por lo que ella es , te harás pasar por su ángel guardián, pero no lo serás, llévala al lado bueno, siempre. No dejes que se convierta en… lo que ella verdaderamente es, y su naturaleza demandará que se convierta” – El ángel no entendía nada, ¿Qué era aquella chica para tener tanta discreción con su identidad real? – “Haz que sea buena, tanto como un ángel, que rechace su naturaleza y que haya una razón para que esté de nuestro lado el día de la guerra, en el lado del bien, de Dios, del cielo.

“¿Qué guerra? ¿Su naturaleza? Ella no puede enterarse de que siquiera existo, ni siquiera podrá verme, es humana, no entiendo por qué me pides fingir ser su ángel guardian, cuando nunca habrá necesidad. Tienen que explicarme” – Demandó.

“Escúchame bien” – Felling hizo una melodramática pausa – “Tienes prohibido investigar qué es la chica, no puedes saberlo por protección, tienes prohibido decirle sobre TODO esto, tienes prohibido llevarla a lugares en donde su naturaleza pueda salir a la luz y que le puedan dar pistas de su identidad real, pero más que nada, tienes legítimamente prohibido, enamorarte de ella”.

“¿Qué? ¿Por qué?” – Felling comenzó a alejarse – “¡Ven y dime por qué si es tan peligrosa está en la tierra!, ¿y cómo voy a saber a qué lugares no llevarla si no sé qué es?, ¿Por qué no puedo involucrarme realmente con ella? No quiero hacerlo, pero quiero esas respuestas” – Dijo incluso sabiendo la respuesta de la última pregunta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.