Capítulo 5| La cena

Y L E N I A
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Dos semanas pasaron desde que Apolión apareció para darme la esfera e introducirme ideas de que tendría que abandonar mi vida para irme a un campamento. Del cual escuche mencionar algo de que Electra se encuentra en ese mismo campamento. Luego de estar quince días pensando en el asunto me decidí por hablar con mi papá. Siguiendo las instrucciones que me habían dado utilizo la bola de cristal pensando en mi papá y en la bola apareció el sonriendo. Me sentía como una bruja practicando en la clase de adivinación del Colegio Hogwarts de magia y hechicería¹ o del Instituto de las brujas de Salem². Del cual sigo esperando mi carta desde que tengo once años y jamás me llego.

– hola mi preciosa Sirenita – desde la bola puedo ver la cara de mi padre lo cual me parece entre curioso y algo sumamente irreal.

– hola papá – saludo moviendo la mano frente la esfera, me sentía como una abuelita con un celular de última generación "no entiendo como funciona esta cosa del demonio".

– tu primo Apolión te explico cómo funciona la bola

– si por explicar te refieres que me envió las instrucciones por una nota mientras dormía. Pues si me explico, es algo raro ¿no crees?

– ese muchacho es igual a su madre misterioso, pero tiene el temperamento de su padre algo gruñón – soltó una pequeña risa no pude reírme junto con el por qué en mi cabeza había muchas cosas. Lo del campamento era la primera cosa que sobresalía por encima de las demás.

– Apolión me dijo que debía irme al campamento ¿es cierto eso?

– es cierto, pero sólo serán dos meses es por tu seguridad además de que conocerás a Electra antes de que se valla a su siguiente misión. Ayudando en la Atlántida a los tritones y las sirenas con el tema de la contaminación que esta sufriendo el océano con tantos plásticos.

– está bien papá iré – al fin conocería a mi hermana menor y después de todo necesitaba aprender a utilizar mis poderes que solo en mis recuerdos me vi utilizándolos. Me despedí de mi papá puesto que ya era bastante tarde de la noche y debía descansar mañana tendría un día muy largo tenía una prueba de química.

Me despierto con el sonido de la dichosa alarma de mi celular desearía no tener que ir al liceo tan temprano. Estaba tan cansada que no quería salir de la cama, pero el recordatorio de que tenía que ir al liceo por la prueba de química me hizo salir de la cama de un salto. Corrí a la ducha antes de que la pereza me gane y vuelva a dormirme en mis cómodas y suaves sabanas. Me di una ducha algo rápida, salí envuelta en una toalla de mi baño y me fui a cambiar. Me puse un vestido negro suelto del cuerpo me quedaba unos diez centímetros por encima de la rodilla. Recogí mi cabello con una cinta de pelo negra me coloque el collar que me regalo mi papá. Baje para desayunar lo que mi mama me había preparado. Lo hice sola ya que mama se había ido antes por el trabajo. Esto me hizo sentir un poco mal ya que dentro de una semana me iría y quería pasar el mayor tiempo con mi madre, mi mejor amiga y con mi novio. De todos modos, trataría de pasar tiempo con todos para no extrañarlos tanto sabía que ni bien llegara al campamento no tendría tiempo de hablar con nadie. Pero sabía que era por mi bien debía aprender a controlar mis poderes para defenderme y a los que quiero.

Una semana después...

Hoy era mi último día antes de que me vengan a buscar para ir al campamento. No quería irme por Austin, Zoe y mi mamá. Los extrañaría mucho a todos, pero sabía que no podía negarme a ir seria por un tiempo es todo. El sonido de mi teléfono me saco de mi mar de pensamientos. Tomo mi celular de la mesa de noche y atiendo la llamada.

Llamada Telefónica

– Hola mi pequeña

– Hola baby

– quería invitarte a salir ¿puedes?

– claro que puedo ¿a qué hora?

– pasó por ti en una hora y media

– bien nos vemos en un rato, besitos te quiero

- nos vemos, besos te quiero mucho

Fin de la llamada

Fui al baño para darme una ducha de agua caliente deje que mi cuerpo se relajara ante el agua caliente. Estaba algo nerviosa por lo cual sentía abejas en mi estómago. Salí de la ducha sintiéndome como en una nube. Seque mi pelo con el secador para luego alisar mi pelo con la plancha de cabello. Ya teniendo mi cabello seco y planchado camine a mi habitación. De mi cómoda saque un conjunto de ropa interior blanca. Tome el vestido que había dejado sobre la cama era de color blanco con pequeñas flores azules. Mi maquillaje era muy natural no tan cargado, me mire al espejo y note que mi pelo era azul pero más intenso.