Y L E N I A
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Mi pie desnudo rosaba el agua, sentada desde el muelle veía la caída del sol. Sentía la brisa fresca mover mi cabello. Movía el agua del lado creando pequeñas olas. Las sirenas nadaban contentas jugando con las olas que yo creaba. Coral se acercó a mi nadando rápido.
– princesa Ylenia – hablo con voz tímida escondiendo su rostro con su cabello mojado.
– Coral ¿pasa algo? – pregunté alarmada no quería que una situación como la de los piratas se vuelva a repetir.
– todo está bien sólo quiero darte esto – estiró su mano cerrada para entregarme algo. Ella me entrego una pulsera echa con caracolas blancas, se veía que la había hecho ella pues llevaba muchas parecidas a esta en sus brazos.
– es hermoso – me puse la pulsera en la muñeca mientras la giraba viendo cada detalle de la misma – gracias no tenías por qué darme nada – ella salió del agua sentándose a mi lado. La abrase fuerte acariciando su suave cabello.
– lo hice porque te quiero Ylenia – se separó de mi para lanzarse de nuevo al agua su mamá la estaba llamado.
– te quieren mucho por aquí – la voz de mi prima sonó detrás de mí. De un salto me puse en pie para darle un abrazo. Hacia un tiempo que no la veía por qué mi tío le prohibió por algo que paso en el campamento.
– te extrañe mucho Aileen – me separe volviéndome a sentar en el muelle. Imitó mi nación y miro al horizonte.
– también te extrañé primita, ¿pero dime que me perdí? – se sacó las sandalias y empezó a jugar con sus pies en el agua
– Adonis me pidió tener una cita esta noche – volví a hacer pequeñas olas esperando la respuesta de mi prima. Esa sería mi gran recompensa por salvar a la mamá de Coral de las garras de los piratas.
– ¿y que le respondiste? – paro de jugar con el agua y me miró con un brillo especial en sus ojos grises.
– no se – espere a que ella me gritara o se asombrara, pero su reacción me pareció muy tranquila.
– ¿qué te da miedo de salir con él? – su pregunta pareció atravesar mi alma, hubiera esperado cualquier otra cosa menos que me dijera algo que me estaba atormentando. ¿soy tan obvia?
– que Adonis me haga lo mismo que Austin, me ilusione sea su novia y luego me deje por otra – deje que las lágrimas salieran de mis ojos. Sus brazos protectores me envolvieron acariciando mi cabeza de una forma maternal. Extraño a mi mamá a mi mejor amiga el tener una vida normal.
– sé que tienes miedo, que todo esto es nuevo para ti, pero Ylenia eres hermosa, fuerte, valiente y eres mi prima – con cada palabra ella acariciaba mi cabello con ternura como si fuera su hermana pequeña – Adonis es un gran chico intenta tener una cita con el no debes por que tener miedo él no te engañaría siendo tu novio y sinceramente jamás lo vi mirar a nadie con los ojos que te mira a ti, llenos de amor y ternura – se separó de mi para secar mis lágrimas con sus delicadas manos, Aileen será una gran mamá algún día me trata de una manera tan maternal.
– gracias Aileen, te quiero – la volví a abrazar – tengo que decirle a Adonis que si quiero la cita – intente levantarme, pero la mano de la rubia me detuvo.
– espera no puedes ir así con los ojos llorosos déjame ir a mi le daré tu mensaje tu ve a arreglarte – guiñándome un ojo Aileen se fue en búsqueda de mi consejero.
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Me miré al espejo mientras me ponía el delineador de ojos. Suspire mirando mi reflejo el vestido negro que me había dado Aileen era cómodo y me hacía sentir segura. Gire para que me vieran las hijas de Afrodita que me habían ayudado a arreglarme. Bueno casi todas porque Alysa estaba mirando su celular mandándose mensajes con Artemis.
– te vez hermosa – Agatha acomodo mi cabello para que se viera mejor y volvió a mostrar mi reflejo en el espejo. No parecía ser yo no es que haya cambiado demasiado, sino que esta era una versión mejorada de Ylenia. Me sentía más segura de mí, más valiente y fuerte que antes.
– estoy muy nerviosa no sé si quiero hacer esto – confesé sentándome en mi cama, que tal si lo arruinaba Adonis es demasiado perfecto.
– linda no tengas miedo Adonis es todo un caballero te aseguro que te dirá que estas bellísima – Adara tomo mis manos dándome confianza
– esta noche tendrás la mejor cita de tu vida – menciono Helen tomándome algunas fotos que rápidamente me envió a mi celular. Hasta ahora no entiendo como esta chica puede obtener internet en este campamento.