Y L E N I A
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Al pasar los días luego de mi cita con Adonis me sentía menos triste y gracias a mi concejero pude aceptar mi nueva vida. Ser una semidiosa ponía en peligro la vida de los que amo pero es algo con lo que tengo que lidiar. Gracias a Adonis pude mejorar con la espada, entrenábamos todas las tardes en el muelle de mi cabaña. Seguíamos sin dar el siguiente paso porque aun sentía dolor en mi corazón al pensar en Austin. No te puedes olvidar de alguien de la noche a la mañana y mi noche estaba tomándose su tiempo en sanar mis heridas.
Vuelvo a sumergirme en el agua es el único sitio donde me sentía en calma era estando conectada a mi elemento. Estaba en mi forma humana nadando mientras esperaba la llegada de Adonis que fue a hacer un encargue al director. Cerrando mis ojos me deje flotar como plancha en el agua escuchando los calmos sonidos del agua. La paz fue interrumpida cuando alguien salto al agua pensando que era algún campista no me molesto en abrir mis ojos.
– hola a la sirena más bella de este campamento – escuche la voz de Adonis logrando que salga de mi estado de calma y me sumerja de nuevo para salir viéndolo frente a mi.
– Hola chico estrellas, el cual me deja ganar siempre – le tire un poco de agua a la cara burlándome.
– oye eso no es cierto – se defendió volviéndome a tirar agua pero me sumergí para esquivarlo.
– ¿enserio? ¿y por qué te caíste al agua ayer en el muelle cuando podías vencerme fácil esquivando mi embestida con la espada? – me acerque un poco a él acariciando su mejilla con mis manos.
– Me resbale – sus manos tomaron mi cintura acercándome a su cuerpo con facilidad por el agua.
– si claro – zafando mi cintura de su agarre nade hasta llegar al muelle – ¿quieres ir al bosque encantado? – me senté en muelle torciendo mi cabello sacando el exceso de agua. Adonis nado hasta donde me encontraba y se sentó a mi lado.
– amm... princesa al bosque encantado a esta hora van solo los que son parejas – cuando la noche comenzaba a caer el bosque encantado se veía aun mas bonito y daba pase al romance. Muchos iban allí a dar paseos con sus parejas porque es un lugar intimo y extenso además de seguro.
– si por eso quiero ir contigo – me levante tendiéndole mi mano para que me siguiera.
– pero para eso deberíamos ser ... – me miro abriendo mucho los ojos – ¿quieres ser mi novia? – pregunto con tanto asombro que me hizo reír un poco.
– si quiero Adonis Moon – tomo mi mano pero se tiro al agua arrastrándome con él. Agua me envolvió dándome energías, subí rápido a la superficie para tomar una bocanada de aire. Adonis me atrapo entre sus brazos me dejo respirar y luego atrapo mis labios besándome. Sentí la sangre correr a mis mejillas y mi corazón parecía querer salir de mi pecho. Mi estómago sentía como si caballos estuvieran corriendo dentro de este. Cuando se separó de mi sentí su falta en mis labios era como si me hubieran sacado una parte de mí.
– te quiero Ylenia – apoyo su frente en la mía con los ojos cerrados
– yo también te quiero
Fuimos al bosque hablando de lo mucho que había avanzado con mis poderes mientras dimos un paseo tomados de la mano. El bosque estaba lleno de vida las hijas de Deméter había hecho un gran trabajo con la vegetación. Las ninfas del bosque se encargaban de mantener el lugar libre de flechas que se le escapaban de vez en cuando a los campistas nuevos.
La noche ya estaba sobre nosotros dese hacia un rato por lo que Adonis me pidió que lo acompañara a la playa para ver las estrellas como nos gustaba hacer algunas veces. Nos sentamos cerca de las rocas era el lugar con la mejor vista al cielo nocturno. Tomados de la mano estábamos listos para relajarnos cuando un extraño brillo en el agua apareció. Me transforme en sirena lanzándome al agua en busca de lo que emanaba ese brillo.
Una ostra era dueña de aquel brillo, tenía dudas pero decidí abrirla a veces debemos ver las cosas para caer en la realidad. Esta era una de esas ocasiones las imágenes que mostraba eran de Demi besando a Austin.
Sentía que una parte de mi moría al ver esa escena, Austin era la única pieza normal en mi vida además de Zoe. El verlo con otra me mostraba que mi vida normal acabo por ser una semidiosa que cada persona que quiero se alejara por que seré un monstruo para ellos. Cerré con brusquedad la ostra y subí a la superficie sentía rabia, tristeza e impotencia por sentirme así. Ahora soy la novia de Adonis no puedo llorar por otro. Pase una mano por mi rostro para que no se notara que estaba llorando pero no era fácil de engañar a mi novio. Él me abrazo para luego llevarme a mi cabaña en sus brazos me metió en la tina y la lleno con agua caliente para que me diera una ducha. Salió del baño sin preguntar nada, me fui sacando la ropa pero mientras lo hacía lloraba sin parar. Me bañe intentando calmar mis sentimientos dentro de mí la confusión era como un monstruo que intentaba salir atreves de mis lágrimas. En cuanto salí del baño con el pijama puesto Adonis me envolvió en sus brazos dándome un fuerte abrazo espantando a mi monstruo.
– quiero que te quedes esta noche conmigo ¿puedes? – hable con voz entrecortada por el llanto
– si cariño tranquila – apretando el abrazo me tranquilice hasta que deje de llorar y rompí el abrazo para meterme en la cama él hizo lo mismo. El espacio no era pequeño por lo que cabíamos los dos, viéndonos a los ojos me sentí culpable por hacerlo pasar esta situación.
– perdón – hable entrecortada el llanto, estaba en posición fetal sin poder evitar llorar frente a sus ojos.